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Pujols: "Tengo mucho orgullo en representar a mi patria"

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"La mente se entrena con éxitos y fracasos", asegura Pujols (3:59)

El toletero dominicano aprovecha este espacio con ESPN y "Béisbol Experience", para comentar de su paso por la MLB. (3:59)

Como parte del proyecto Béisbol Experience, publicaremos una entrevista todos los días del 15 al 25 de junio. Encuentra todas ellas aquí.

Hace dos semanas Albert Pujols se convirtió en el noveno jugador en la historia de las Grandes Ligas en llegar a los 600 jonrones en su carrera, y lo hizo con estilo, pegando un grand slam contra los Mellizos en Anaheim. Ahora, en su 17mo año en la MLB, Pujols se sentó con Marly Rivera para reflexionar sobre ese hito, representar a su tierra natal, y lo que significa jugar con Mike Trout.

¿Qué significa para ti ser uno de los bateadores extranjeros más prolíficos en la historia de las Grandes Ligas?

En primer lugar, le doy gracias a Dios por darme el talento y la habilidad para jugar este deporte. Obviamente, es un sueño hecho realidad. Cuando niño, cuando eres un niño pequeño que viene de la República Dominicana, lo único que quieres es que te den la oportunidad de jugar béisbol. Me dieron la oportunidad y supe aprovecharla. Trabajé duro todos los días, nunca di nada por sentado, nunca bajé la cabeza, nunca tiré la toalla cuando la gente me decía que no era lo suficientemente bueno, que no lo iba a lograr. Y siempre tengo esa espinita clavada, cuando la gente es negativa contigo, creo que ante los ojos de Dios, Él tiene un mejor plan para ti y siempre trato de mantenerme positivo y trabajar duro y hacer lo mejor que pueda y no tratar de ponerme demasiada presión. Así he sido durante 17, 18 años como profesional y desde que era un niño pequeño, empecé a jugar este deporte desde que tenía cinco años; siempre he dado el máximo.

¿Esa es la clave de tu éxito, esa 'espinita'?

Siempre. Siempre. Además de no olvidar de dónde vienes. Es cuestión de trabajar duro y saber que nada es regalado. Tienes la oportunidad pero tienes que saber aprovecharla. Siempre digo que si alguien quiere quitarme mi uniforme va a tener que realmente trabajar más que yo; trabajar más duro que yo.

Más hombres han caminado en la luna que los que han conectado 600 jonrones, ¿es un sueño hecho realidad ser uno de los mejores toleteros en la historia del béisbol de Grandes Ligas?

Bueno, si te digo que es sueño hecho realidad te estaría mintiendo porque nunca pensé que iba a poder conectar 600 jonrones en mi carrera. Sé que tengo talento y una habilidad especial. Pero todo es cuestión de darle toda la gloria y el crédito a Dios, porque si no hubiera sido por Él, no estaría aquí sentado haciendo esta entrevista contigo.

Y [también gracias a] mi familia, amigos, entrenadores y personal [del equipo]. Les podría dar gracias a tantas personas a través de mis 18 años de carrera como profesional, incluso en la escuela secundaria y en la universidad y desde que era un niño pequeño en República Dominicana, porque siempre tienes que tener gente que te ayude a progresar.

Tuve grandes entrenadores y grandes compañeros de equipo que me ayudaron en mi trayectoria, como Placido Polanco, Edgar Rentería, Mark McGwire, y uno de los mejores dirigentes en la historia del béisbol, Tony LaRussa. Ahora estoy aquí, junto a otro dirigente que es un futuro Salón de la Fama (Mike Scioscia). Tienes que tener a grandes personas a tu alrededor y me siento bendecido de poder tener a gente así a mi alrededor.

Eres el noveno en lograrlo. ¿Qué significa eso para ti?

Es una bendición poder lograr eso. Es una bendición ser nombrado en la misma lista que esos grandes peloteros. Cuando miro atrás, y ahora podemos decir que ya han pasado casi dos semanas desde que logré la marca [de los 600 jonrones], cuando ves que más de 20 mil peloteros han jugado este deporte, ser el noveno en conectar 600, es algo muy especial. Pero no me dejo llevar por ese tipo de números. Creo que quizás después que haya dejado de jugar haremos otra entrevista y estaré más emocionado, pero ahora mismo, creo que mi objetivo principal es tratar de ayudar a este equipo a ganar un campeonato y para eso es que estoy aquí.

Cuando eras niño en República Dominicana, ¿quién era tu modelo a seguir como jugador?

Bueno, para decirte la verdad, Julio César Franco. Cuando era niño siempre iba al Estadio Quisqueya (en Santo Domingo, República Dominicana) y veía la manera en la que tomaba práctica de bateo y cómo abordaba el juego. Si ves a Julio César Franco, parece que se retiró ayer y creo que ni siquiera se ha retirado. Anda jugando pelota independiente en algún lado. Pero la manera en que mantenía su condición física, con trabajo duro; nunca dio nada por sentado. Es simplemente increíble. Y es un honor haber tenido la oportunidad de jugar contra él mientras yo estaba con los Cardenales; él estaba con los Mets y después con los Bravos. Y le dije: 'hombre, realmente quiero sacarme esto del corazón, tengo que decirte esto', y le conté la historia. La historia es que yo llegaba a los bleachers (gradas) temprano para verlo tomar práctica de bateo y jugar el juego, y él es uno de los mejores bateadores que ha salido de la República Dominicana.

¿Puedes creer que estás a 10 jonrones de convertirte en el líder histórico entre todos los peloteros dominicanos en la historia de Grandes Ligas?

No en realidad no lo creo, pero eso es un placer, una bendición. Es un orgullo representar a mi país, la República Dominicana, y saber todas esas oraciones que mi pueblo no solamente le da a Albert Pujols sino a todos los dominicanos que estamos aquí en las Grandes Ligas jugando; es una bendición.

Pero al mismo tiempo no trato de pensar en los numeritos. Mi meta es tratar cada día de prepararme y tratar de ayudar a esta organización a ganar y traer un campeonato aquí a la ciudad de Los Ángeles.

Hubo poca fanfarria y poco reconocimiento nacional cuando lograste llegar a los 600 jonrones. ¿Crees que la gente, después de alegaciones hechas en contra de otros por el uso de esteroides, han perdido interés en lo que en realidad es un logro tan excepcional?

Yo no pienso eso así. No puedes forzar a la gente a celebrar algo. Yo lo que yo hago es para honrar a Dios primero y después a mi familia y mi fanaticada, el que quiera que goce los jonrones. Pero yo no quiero que los Estados Unidos entero tiren una fiesta porque yo di (el 600). Pero yo sé que mi pueblo en República Dominicana lo gozó como yo lo gocé y eso es lo más importante, que mi pueblo lo haya gozado. Ellos lo gozaron y lo estaban esperando. Era un toque de queda que había y en realidad comparto estos logros con ellos. Pero la palabra de Dios dice que tú en esta tierra no estás para complacer al otro, sino para honrar a Dios, y eso en lo que yo me concentro. Yo me concentro en honrar a Dios primero porque es muy difícil complacer a la gente. Es muy difícil. Tú el día que no puedas hacer algo por una gente va hablar mal de ti. Así que tú no puedes controlar eso. Tú lo que puedes controlar tú mismo y si la gente lo quieren celebrar, amén si lo celebraron. Si no, eso a mí no me importa.

A través de la historia han existido esos peloteros que uno se detiene cada vez que vienen al plato. Tú has sido uno de esos peloteros, como lo fue Barry Bonds, Manny Ramírez, muchos otros, o como lo es ahora Aaron Judge. ¿Hay un pelotero que paras lo que estás haciendo para verlo en el plato?

Ahora mismo sabes que tengo la oportunidad de jugar con el mejor pelotero [de Grandes Ligas], Mike Trout. Pero fuera de mi compañero, con el que siempre paro cualquier cosa que estemos haciendo (es) Miguel Cabrera. Para mí, el mejor bateador derecho que hay en las Grandes Ligas ahora mismo. Miguel ha sido bendecido por el señor con una tremenda carrera y quizás sea el próximo que va llegar al club de los 500 y de los 600 si se queda saludable. Pero Miggy es el pelotero que si yo no estoy trabajando yo me paro para tratar de ver el swing porque es un swing compacto. El swing de él y el mío es casi similar. Y no se diga que estoy poniéndome el mismo uniforme y cogiendo el terreno con el mejor pelotero que hay ahora mismo como Mike Trout. Eso ha sido una bendición.

¿Cuál es la diferencia principal entre Albert Pujols cuando empezó su carrera, el que pasó por varios grandes contratos, y ahora?

Quizás ahora tengo cosas, dos contratos, pero eso no puede cambiar la persona. El dinero no cambia la gente. Yo creo que la gente alrededor tuyo cambia porque ahora llegan a ti creyendo que porque tú tienes ese dinero tú vas a cambiar. Y yo no creo en eso, que la gente cambia por el dinero. Eso es mucha mentira. El dinero, eso es un papel. De verdad que tú nunca te puedes olvidar de donde tú vienes. Tengo los mismos amigos de mi juventud, de mi niñez. Cada vez que voy a Dominicana comparto como si no tuviera nada porque en realidad al final cuando ya tu tiempo se termina aquí, que Dios te llama, tú no te llevas nada de eso. Pero lo que tú te llevas es la memoria buena que haces desde pequeño hasta la edad que vives en esta tierra. Cada día eso es lo que yo trato de aprovechar, esta plataforma que Dios me ha dado para bendecir a otros. Ha sido una bendición estos 17 años aquí en las Grandes Ligas, 18 como profesional, y he sabido aprovechar cada oportunidad.

¿Eres un pelotero futuro Salón de la Fama?

Bueno, ya veremos cómo van las cosas.