Bienvenido, Tim Hudson, aún cuando te ves un poco extraño en ese uniforme de los Gigantes.
En un día y una noche de actuaciones magistrales de abridores, la de Hudson fue quizás la mejor de todas. Haciendo su primera salisa desde que una fractura de tobillo terminara su temporada en julio pasado, el debut de Hudson con los Gigantes fue brillante, ese gran sinker enterrándose en las profundidades y provocando que los Diamondbacks abanicaran la brisa y batearan rolas inofensivas por el cuadro.
Hudson lanzó 103 pitcheos en sus 7 2/3 de entradas, 74 strikes, y puso un cero en la columna de carreras mientras permitía tres hits y cero bases por bolas mientras los Gigantes ganaban 2-0. Quince de sus outs fueron registraos a través de de una rola (ocho) o un ponche (siete). A los 38 años y viniendo de una lesión seria, tenía que haber muchos signos de preguntas sobre qué podría traer Hudson a la rotación de los Gigantes que tuvo dificultades la temporada pasada con su as, Madison Bumgarner. ¿Cuán bueno fue? Su 'game score' de 80 fue el más alo de Hudson desde que lanzó ocho entradas en blanco con 10 ponches el 17 de septiembre de 2011.
Hudson tuvo marca de 9-7 con efectividad de 3.97 en 21 salidas para los Bravos el año pasado y los Gigantes necesitaban ese tipo de actuación, o quizás algo mejor. La rotación de los Gigantes el año pasado fue casi desastrosa, a pesar de su reputación "Ganamos-dos-veces- la-Serie-Mundial". Barry Zito y Ryan Vogelsong recibieron la peor parte del castigo, pero Matt Cain tuvo dificultadas por dos meses y la efectividad de Tim Lincecum fue también sobre 4.00. Como grupo, los Gigantes clasificaron número 22 en efectividad de su rotación y 27 en FanGraphs WAR: peor que los Mellizos y los Cachorros.
Wacha y Cingrani
Bienvenido Michael Wacha. El novato sensación de octubre del año pasado las tomó donde las dejó (bueno, ignoraremos esa última salida de la Serie Mundial) con 6 2/3 entradas sin carrera, tres hits permitidos y siete ponches. El cambio de Wacha fue tan dominante como la temporada pasada mientras los Rojos se fueron de 10-0 frente a él con cuatro ponches. Quizás no fue el mejor lanzador del juego, sin embargo. El también lanzador de segundo año Tony Cingrani, con su movimiento engañoso y variedad de rectas altas (75 de sus 92 lanzamientos fueron rectas, todos de ellos en la zona), estuvo sensacional por los Rojos, ponchando a nueve mientras permitía dos hits en siete entradas. Los Rojos finalmente lograron una carrera en el noveno, con un sencillo de Chris Heisey como emergente frente a Carlos Martínez con las bases llenas para ganar el partido. Con dos juegos 1-0 ya en los libros, puedes tener la sensación de que Cardenales y Rojos jugarán varios partidos tensos de baja anotación entre ellos.
Esperen, hay más
¿Qué clase de noche fue esta? Wacha y Cingrani pueden no haber sido los lanzadores jóvenes más impresionantes de la noche. James Paxton, de Seattle, quien impresionó en sus cuatro salidas en septiembre pasado, lució monumental en su victoria 8-2 sobre los Angelinos. Trabajó siete entradas en blanco con nueve ponches y dos hits, tocando las 98 millas en el radar, lanzando a 97 en el séptimo inning y provocando varias abanicadas muy feas de los Angelinos. El control de Paxton siempre ha sido un asunto cuando venía de las menores, pero 64 de sus 99 lanzamientos fueron strikes. No todos fueron en la zona del strike (42 por ciento fueron clasificados en la zona), y tuvo a los Angelinos cazando su recta a dos costuras que a menudo se salía de la zona. Su recta se le movía a los bateadores derechos y usaba su curva como su lanzamiento hacia afuera: cinco de sus nueve ponches vinieron con curvas. Los Marineros barrieron a los Angelinos de manera impresionante.
El viejo Buehrle
Entonces estuvo Mark Buehrle, quien registró apenas su segundo partido de doble dígito en ponches de su carrera con 11 ponches en la victoria 3-0 sobre los Rays, una menos de su máximo personal logrado en 2005. Contrario a Paxton, no alcanzó las 98 millas. De hecho, su pitcheo más rápido de la noche fue de 83.8 millas por horas. Como Paxton, no obstante, 42 por ciento de sus lanzamientos fuern en la zona del strike. Paxton logró que los bateadores fueran a pescar por su arsenal puro; Buehrle puso a pescar a los bateadores porque es un veterano inteligente y astuto que sabe como lanzar.
Post datas
P.D.: En juegos diurnos, Matt Garza y Aaron Harang ambos llevaron juegos sin hits hasta la séptima entrada.
PP.DD: Ni siquiera menciono a Max Scherzer.
PPP.DDD: Los cerradores, por el contrario, estuvieron fatales. Perdieron seis oportunidades de salvamento.