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Filippo Ganna se quedó con la décima etapa de la Vuelta a España

Filippo Ganna celebra: conquistó la décima etapa de la Vuelta a España. Getty Images

VALLADOLID -- Un 'avión' italiano llamado Filippo Ganna (Ineos) sobrevoló las calles de Valladolid para apuntarse con gran contundencia la décima etapa de la Vuelta, una contrarreloj individual con un recorrido de 25,8 km, en la que resistió con la camiseta roja de líder el estadounidense Sepp Kuss (Jumbo).

El gigante de Verbania, de 27 años, doble campeón del mundo de contrarreloj y plusmarquista de la hora, arrasó en el esfuerzo en solitario borrando del mapa a todos sus rivales, entre ellos al portador del maillot arcoíris de la especialidad y gran favorito, el belga Remco Evenepol, quien se conformó con la segunda plaza y sin abrir diferencias con sus rivales directos de la general.

GANNA, EL "AVE" VUELA EN LAS CALLES DE VALLADOLID

Imbatible Ganna en su mejor versión, quien alejó en 16 segundos a Evenepoel, 36 a Roglic, 50 a Almeida, 1.11 minutos a Ayuso y Marc Soler, que aguantaron el tipo ante los gigantes de la crono, 1.18 a Vingegaard, 1.29 a Kuss y 1.46 a Enric Mas, el damnificado de la jornada, lejos del "quinto puesto" que deseaba en la víspera.

"En Valladolid llega mi día", dijo Evenepoel tras la jornada de Caravaca. Pues el día llegó, pero el campeón belga no sacó los lingotes de oro que esperaba. Kuss mantuvo la roja con una crono de pundonor. Llegará a las etapas de montaña que se avecinan con 1.26 minutos de renta sobre Marc Soler, que hizo la mejor crono de su vida, y 1.09 respecto a Evenepoel.

Considerando al belga como líder real de la Vuelta, la general entre los grandes favoritos no sufrió cambios siderales, pero sí significativos. Remco, aislado frente a los tiburones del Jumbo, supera a Roglic en 27 segundos, en 1.05 al portugués Almeida, mientras que Vingegaard se aleja a 1.13, Juan Ayuso a 1.16 y Enric Mas, decimoséptimo en la crono, a 1.41. Un paso atrás del balear.

EVENEPOEL NO IMPONE EL ARCOÍRIS Y KUSS RESISTE DE ROJO

La crono se apuntó a las fiestas patronales de Valladolid con las figuras del ciclismo rodando por el llano recorrido de la ciudad, cortada para la inspección de la ruta. Por el Paseo de Zorrilla pasaba volando el maillot arcoíris de Remco Evenepoel, o los hombres del Movistar agrupados tomando nota del reto que les esperaba a partir de las dos de la tarde. Un regalo para los ojos de la afición pucelana.

Con calor, sin lluvia, y con buena previsión meteorológica empezaron a competir los héroes de la Vuelta. Ahora de verdad, con el crono en marcha. La primera referencia importante no tardó en presentarse en meta. El campeón de Europa, el suizo Stefan Bissegger (EF Education), se comía un bocata en la silla caliente después de marcar un tiempo de 25.58 minutos (53,441 km/hora).

Le dio tiempo al campeón continental a degustar su manjar, pero no en exceso, pues entró en meta derribando la puerta el italiano Filippo Ganna, doble campeón del mundo y que ostenta el récord de la hora. El gigante de Verbania justificó sus laureles ataviado con el maillot tricolor.

Un registro de 28.58 minutos rozando los 56 km/h puso el listón por las nubes. Palabras mayores. Un vuelo rasante muy difícil de superar. Nada menos que 1.19 mejor que Bissegger. "He sufrido un poco. Veremos qué pasa cuando salgan los favoritos", decía el italiano en la sala de espera.

Y fueron saliendo los favoritos. Especialistas como Cattaneo llegó con un retraso de 1.09 respecto a Ganna y el sextuple campeón de España Jonathan Castroviejo a 1.24. El destrozo de Ganna, quien marcó el mejor tiempo en los pasos intermedios, se veía venir. Excepto Roglic y Remco, los demás se hicieron a la idea de perder un minuto como mínimo.

A las cinco de la tarde, hora taurina, salió al ruedo Remco Evenepoel en su primera comparecencia en crono como campeón mundial. Bicicleta y maillot como reflejos del arcoíris. El favorito número 1 tenía el reto de superar la brutal marca de Ganna. Pero las cosas no le fueron como había previsto. Y no es que hiciera una crono floja, es que Ganna se puso en modo avión, y cuando el italiano rueda a tope, hay poco que hacer. No le frena ni el arcoíris.

Este miércoles se disputa la undécima etapa, entre Lerma y La Laguna Negra, de 163,2 km de recorrido, jornada unipuerto, con la única dificultad del ascenso final a meta de 6,5 km al 6,8 por ciento, con tramos del 13 y 14.