Richard Carapaz cerró otro año como uno de los talentos inobjetables en el ciclismo mundial. Si bien tuvo momentos complicados en la temporada, no dejó de mostrarse como un referente del ciclismo ecuatoriano y que tiene más para dar.
En el año, la Locomotora logró un hito en su carrera, en al Tour de Francia. Ganó la etapa 17 de la Grande Boucle y se convirtió en el ciclista número 110 en ganar al menos una etapa en las tres grandes vueltas.
Antes ya ganó en el Giro de Italia y la Vuelta a España, por lo que logró el trébol en el ciclismo. Además se quedó con la camiseta de Montaña y el premio a la Combatividad, por su constante insistencia en destacar en la competencia.
El Mundial de Zurich, en septiembre, era otro de los objetivos de Carapaz y el equipo ecuatoriano, pero una emergencia familiar, el carchense tuvo que despedirse de una prueba a la que le tenía muchas ganas.
En Ecuador le fue esquivo de campeón de ruta, por lo que tuvo que conformarse con el título de contrarreloj. Por ese motivo lleva la camiseta tricolor en cada prueba contrarreloj en la que compitió.
El año no estuvo exento de polémicas y en la que estuvo Carapaz. El ciclista consideraba que él debía estar como el representante de Ecuador en los Juegos Olímpicos de París, después de su gran hazaña al conseguir la presea en Tokio 2020.
La Federación Ecuatoriana de Ciclismo decidió darle el único cupo a Jonathan Narváez, otro de los que compite en el circuito mundial, por sus actuaciones en la temporada, según lo que valoró el ente que conduce ese deporte.
Carapaz le deseó lo mejor a su compatriota, que en París no pudo hacer mucho. Sin un compañero que lo respalde, tuve que pelear solo y un problema mecánico lo dejó fuera de los puestos estelares.
El ecuatoriano ahora prepara 2025, en el que pretende volver a destacar en una de las grandes vueltas. El combate en cada prueba está garantizado, después de un rendimiento sostenido en cada competencia.