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F1, IndyCar, NASCAR ... ¿cuál es la solución ideal?

F1 es una antes y después del final de la temporada 2021; la reciente carrera en Australia reabrió la discusión; en NASCAR llevan años con una solución

Luego de la fecha de NASCAR en el COTA (Circuit of the Americas), se levantó una discusión sobre el final de la competencia, misma que tuvo tres overtimes.

¿Overtimes? Sí, tiempos extras o más bien, vueltas extras. NASCAR decidió reglamentar los finales de sus carreras desde 2004 estipulando el sistema, Green-white-checker flag (verde, blanca-cuadros; la verde reinicia la carrera; la blanda avisa que es la última vuelta; la de cuadros es el final). Desde 2016 llaman al sistema: NASCAR Overtime y a diferencia de 2004 o 2010, ya no hay límite de vueltas extras: las necesarias para que la carrera termine en competencia.

Pues en COTA hubo tres de estos overtimes y mucho caos, pues al ser las vueltas finales, muchos pilotos imprudentemente dejaron ir sus autos en la frenada de la uno, golpeándose torpemente entre sí y eliminando a algunos competidores –como al mexicano Daniel Suárez, quien iba cuarto y quedó 27. “Creo que el problema es el conjunto, lo que estamos haciendo los 40 autos como grupo no está bien” dijo el regiomontano de Trackhouse Racing, quien terminó muy enojado, tanto que fue a golpear a los autos de Ross Chastain (su compañero de equipo) y al de Alex Bowman, a quienes culpó de su desastre. “Espero que lo arreglemos y como dije, si no lo arreglamos, el grupo de pilotos que no lo hace, simplemente se unirán a la fiesta y haremos un circo aún más vergonzoso”.

Sí, no fue un final elegante e incluso llegó a ser grotesco, pero, ¿es justo que una carrera termine en competencia y no en desfile? ¿Es justo para quién?

“¡Que regla estúpida esta!” h2>

Igualmente discutido terminó el pasado Gran Premio de Australia, tercera fecha de la F1.

Se cuestiona la regla que establece como se debe reiniciar una carrera detenida por una bandera roja: re arrancar desde parado. Así que, lo que sucedió en Melbourne, no fue una improvisación, está en el reglamento.

Las reacciones variaron en todos los frentes. Para algunos aficionados, fue emocionante luego de varias vueltas viendo cómo se escapaba Max Verstappen, para otros, un ridículo; Algunos pilotos fueron tajantes y otros mesurados, todo depende de ‘como te vaya en la fiesta’.

“¡Que regla estúpida esta!”, gritó por la radio Fernando Alonso luego de ser golpeado por el Ferrari de Carlos Sainz, quien fue sancionado por dicho percance y perdió no solo el podio, cualquier punto.

Pero la mayor pérdida la sufrió el equipo Alpine, luego de que sus dos autos quedasen fuera por golpearse, ¡entre ellos! Pierre Gasly se manejó toda la carrera en la quinta posición y todo ese trabajo acabó contra el muro. Para Alpine, además, representó doble pérdida económica.

"Entonces, hemos venido hasta Australia, pero es un trabajo muy duro conducir 55/56 vueltas a la perfección y, debido a que intentan dar un espectáculo, simplemente tienes mala suerte y te pueden quitar todo de una vez. Entonces, pienso en ese lado, y solo creo que necesita un pequeño replanteamiento. No creo que necesite un cambio, solo necesita un pequeño replanteamiento en mi opinión", reflexionó al respecto Lando Norris, quien se benefició de los abandonos y sanciones.

Luego de este drama en pista, se volvió a bandera roja. Se esperaba otro reinicio desde parado con las posiciones originales, lo que ponía pilotos como Fernando Alonso y Checo Pérez al frente en el pelotón (debido que no se completó ni una vuelta) y no en el fondo como habían quedado tras el percance. Pero control de carrera decidió reiniciar la competencia con Safety Car y, para cuando salió el auto de seguridad, Max Verstappen ya solo tuvo que cruzar la línea de meta para ganar la carrera. ¿Es justo para los fans que han pagado tanto dinero por entrar y consumir en una carrera de F1? ¿Es justo para Hamilton, quien pudo tener una segunda oportunidad para vencer a Verstappen en el pique de arranque?


Lugar indicado y momento indicado… o no

Y en la IndyCar, hubo un momento en la carrera en Texas en el que Pato O’Ward ya solo competía contra Josef Newgarden, y el estadounidense estaba lejos del mexicano –el resto estaba lejísimos, a una vuelta de distancia, sí, hasta el tercer lugar estaba a una vuelta de O’Ward-.

Sin embargo, las banderas amarillas acabaron con la carrera soñada del regiomontano y su camino a la victoria. Finalmente, quedó un sprint de 12 vueltas a todo o nada. Pato O’Ward estaba en contención para ganar la competencia e iba segundo atacando a Josef Newgarden cuando, a dos vueltas del final, cayó la quinta y definitiva bandera amarilla.

Pato O’Ward, quien llegó a tener una vuelta de ventaja sobre 26 de los 27 rivales y que tenía controlado a Newgarden (hasta siete segundos le sacó a mitad de carrera), quedó segundo por no estar primero en el momento indicado; Newgarden, por otro lado, fue primero en el momento justo y se llevó la victoria.

Y volvemos a la pregunta ¿es justo que una carrera termine en bandera amarilla, detrás del auto de seguridad? ¿No merecían O’Ward y el público en Texas Speedway, ver las dos vueltas finales de competición?

Es complicado llegar a una solución idea. Más bien, no hay solución ideal, hay soluciones contingentes, que obedecen a un momento en específico, como en 2021 cuando atinadamente desde un punto de vista de espíritu competitivo, Michael Masi decidió relanzar la carrera en Abu Dabi. A Masi le costó su cargo debido a la indignación de Mercedes y Lewis Hamilton, pero algunos creemos que Masi hizo bien.

Sí, Masi se equivocó en seguir al dedillo el reglamento y ese capítulo llevó a la regla actual (pero insisto en que la decisión se aplaude y el tiempo dará una mejor perspectiva). No es perfecta, pero es lo mejor que se tiene para salvaguardar lo más preciado del deporte: la competencia. Toda regla debe salvaguardar ese espíritu. De otra manera la regla está mal.

Puede que el espectáculo de NASCAR haya sido un tanto ridículo, pero preguntémonos: ¿no hubiese sido más ridículo que, una de las temporadas de F1 más competitivas que se recuerden, acabase con Safety Car (2021)? ¿No fue injusto lo que le pasó a O’Ward en Texas, o anticlimático lo de Australia?

Son preguntas pertinentes en el deporte motor actual. Las respuestas no serán sencillas porque hay que conciliar dos cosas que pueden chocar y muy feo: garantizar el mayor espectáculo posible, salvaguardando la seguridad de los pilotos.