Pista caliente, muy caliente, con una temperatura cercana a los 55 grados. Autos indóciles. El único entrenamiento libre del GP de Miami, sexta fecha de Fórmula 1, se presentó complicado para pilotos y equipos. El error coqueteaba con todos durante la hora de tanda. Por ahí andaba Lewis Hamilton, con sus siete títulos a cuestas, tratando de llevar su Mercedes por los límites de la pista. Y no era el único. Oscar Piastri, Checo Pérez… Las firmas se acumulaban en las calles floridanas. Si hasta Max Verstappen se pasó de largo en una frenada y a punto estuvo de perder su Red Bull en varias ocasiones. Pero en el cierre, cuando todos pusieron el neumático más blando, el tricampeón aceleró y se quedó con lo mejor, como siempre.
El neerlandés marco 1m28s595 y superó por 105 milésimas a Piastri, el segundo. Y la distancia podría haber sido incluso mayor, pero en el último sector cometió un ligero error con su RB19. Carlos Sainz cerró el terceto de punta en el ensayo, el único porque la carrera de Miami, al igual que la previa en China, es con formato de fin de semana con sprint.
El que no la pasó para nada bien fue Charles Leclerc. Apenas habían pasado seis minutos de los 60 cuando el monegasco hizo un trompo solito y quedó con su Ferrari apuntando para el otro lado. Tuvo suerte, porque no le pegó a ningún muro, le pasó muy finito, pero zafó. Eso sí, cuando trató de meter el latigazo para volver a poner la trompa hacia el lado correcto, no hizo más que dejarlo cruzado en medio de la traza y parado. Bandera roja y final de la tanda para Leclerc. Un error que puede ser muy costoso para el futuro inmediato del piloto de la Scuderia, porque deberá salir a la clasificación del sprint sin haber desarrollado ni el 10% del trabajo estipulado para el test. Apenas dio tres vueltas.