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Pinta para año plateado, pero ojalá tenga tonos rojos

El 90 por ciento de la Fórmula Uno quisiera creer que Ferrari será tan bueno como pareció en los ensayos de Barcelona.

Que el Mercedes Benz no es tan bueno como en los cinco años anteriores.

Que Red Bull y Honda harán una mancuerna que será capaz de volver al título mundial en 2019.

Que McLaren renacerá al séptimo de maldición.

Que LeClerc es la nueva joya del volante y Vettel se sentirá viejo a su lado.

Es normal que antes del primer Gran Premio del año se hagan conjeturas así, pero por ahora y hasta que no pase algo raro el favorito es y debe ser Lewis Hamilton por, con y gracias su talento y su Mercedes Benz.

Al menos yo no me trago todavía los supuestos signos de debilidad de las ‘Flechas Plateadas’ ni estoy tan optimista sobre las imágenes de suaves y balanceadas vueltas de Ferrari.

Ya veremos en Melbourne, claro y posiblemente necesite un poco de agua para digerir cada palabra escrita antes de este párrafo, pero todo lo pasado en Barcelona me parece más una portada falsa que nos hace creer que el libro que leeremos en 2019 no tiene el mismo autor que el del 2018, 2017, etc.

Y lo digo porque en este deporte las dinastías y los dominios son cíclicos y salvo cambios muy radicales en reglamentos (que ya los ha habido de alguna manera) esas hegemonías agotan hasta la última gota su poderío.

Las supuestas muestras de debilidad de Mercedes son muy relativas, lo que se prueba en invierno sólo cada equipo lo sabe, las señales mandadas a los ‘insiders’ a veces son falsos rastros para distraer la atención.

Todos los autos de F1 son ‘iguales’ hasta que pisan el asfalto de Melbourne, como los bebés recién nacidos. Hasta que crecen un poco sabemos a quién se parecen.

Pensemos que estoy equivocado y que sí resucitará la leyenda de McLaren o que el Cavallino galopará al frente. Ojalá, pero que Mercedes no pierda tanto y Red Bull sea igual de competitivo, eso sería una temporada de ensueño, pero sabemos que normalmente alguien manda y creo que será Hamilton en su flecha.