Cuando Vinicius Junior aterrizó en el Real Madrid, un directivo de La Casa Blanca deslizó un comentario que, por entonces, sonó ambicioso y que, ya en 2023, suena tan convincente como real. Era un 23 de mayo de 20217 y el Madrid ya ataba a la joven perla brasileña. En un café del centro de Madrid, el directivo en cuestión esbozó a ESPN un plan medido al detalle para que la gran estrella brasileña llegase a donde está ahora: cómo sería su evolución en Brasil, en qué consistiría su aterrizaje en España a los pocos años, cuál sería su plan de progreso y qué impacto tendría a niveles de marketing. Para una perla como entonces era Vinicius, se trataba de un plan milimétricamente esbozado.