Los futbolistas profesionales de argentina, nucleados en Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), anunciaron que no van a levantar el paro, pese a los supuestos compromisos de dirigentes y de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, y de esa manera el campeonato de Primera División no se reanudará, o lo hará con equipos formados íntegramente por juveniles.
"No hay fútbol. Hasta que la plata no esté en las cuentas de los jugadores no se va a jugar", informó el capitán de Vélez Sarsfield, Fabián Cubero, al salir de la multitudinaria reunión que mantuvieron los futbolístas en la sede de la FAA.
Minutos después, el secretario general de Agremiados, Sergio Marchi, confirmó que se mantiene la postura. "La decisión es retener tareas porque no se pudo cancelar la deuda de los futbolistas", expresó en rueda de prensa tras reunirse con sus afiliados en la sede de la calle Salta.
"Celebro que los futbolistas, con dignidad, hayan podido mantener este reclamo. Hay directivos que han presionado muchísimo a sus jugadores, pero la energía que gastan para defender a los morosos deberían haberla abocado para encontrar una solución", expresó Marchi.
Los graves problemas económicos de muchos clubes hicieron que decenas de jugadores tengan varios meses de demora en el cobro de sus sueldo. Por eso, la FAA ya había asegurado, en voz de su secretario general, Sergio Marchi, que el fútbol no volvía este fin de semana.
Sin embargo, los directivos de clubes de primera y el Ascenso, en conjunto con la comisión normalizadora de la AFA habían anunciado esta tarde la creación de un fondo solidario para entregarle a Agremiados un extra de los 350 millones de pesos de la rescisión del contrato de Fútbol para Todos para solventar esas deudas económicas.
Y por eso se generó la expectativa de que el gremio de jugadores podía cambiar su decisión. Finalmente, por la noche se confirmó que no será así, ya que el dinero en definitiva no está.