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Lomachenko noquea a Kambosos Jr. y vuelve a ser campeón mundial

El ucraniano Vasiliy Lomachenko volvió a convertirse en campeón mundial al derrotar por la vía del cloroformo al australiano George Kambosos Jr. en su propia casa.


El ucraniano Vasiliy Lomachenko superó por nocaut al australiano George Kambosos Jr. para agenciarse el título vacante de peso ligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en la RAC Arena de Perth, Australia.

La definición de la pelea llegó en el round 11. Un gancho de Lomachenko al hígado de Kambosos lo dobló y provocó el conteo de protección. El peleador local logró sobrevivir a la cuenta de 10, pero no pudo soportar la avalancha de golpes a continuación que obligó al réferi a detener las acciones a los 2:49 minutos.

Es el primer nocaut de Lomachenko desde que noqueó a Masayoshi Nakatani en el noveno asalto en junio de 2021.

"Por supuesto, quiero dar las gracias a mi equipo. A mi padre, a mi entrenador. A mi familia", dijo Lomachenko después de la pelea. "Quiero volver a casa con mi familia y pasar tiempo con mi familia".

Lomachenko (18-3-0, 12 KO's), no. 1 del ranking de peso ligero de ESPN, capturó el título mundial por primera vez desde su derrota ante Teófimo López en 2020.

Kambosos pudo haber sido un underdog 6-1 entrando a la pelea contra Lomachenko, pero el australiano era alguien que no era ajeno a adoptar y prosperar con la etiqueta de desfavorecido.

Precisamente, Kambosos Jr. (21-3-0, 10 KOs) derrotó a Teófimo para reclamar los cinturones que Lomachenko le entregó a López. Esa pelea se efectuó en 2021 y la ganó por decisión dividida en el Madison Square Garden (sigue siendo la única derrota del estadounidense hasta la fecha) para apoderarse de un cuarteto de correas de peso ligero. El combate fue nombrado Sorpresa del Año por ESPN.

El púgil australino nunca antes había sido detenido, lo que lo convertía en un oponente complicado para el dos veces campeón olímpico.

Pero desde la campana inicial en Perth, era evidente que la probabilidad de un resultado similar era escasa. La brecha de calidad entre los dos peleadores fue clara cuando Lomachenko jugó con su oponente, asestando golpes más limpios y más fuertes en la cabeza y usando ese hábil juego de pies para escapar de casi todos los ataques de Kambosos.

Fue el clásico Lomachenko, quien apareció totalmente imperturbable en el ring. Hizo lo que quiso, sabiendo que Kambosos, fuera de su alcance, no podría repelerlo.

En el quinto asalto, Lomachenko estuvo a punto de derribarlo con un gancho de izquierda. En el séptimo asalto, decidió cambiar de táctica y golpear el cuerpo de Kambosos. Fue una actuación que sugirió que Lomachenko todavía puede enfrentarse cara a cara con los mejores del mundo y hacerlos lucir una clase por debajo.

"Soy un duro bastar... australiano. No queremos aceptar peleas fáciles. Este tipo es uno de los mejores de todos los tiempos en la historia", dijo Kambosos después de la pelea. "Es un verdadero campeón. Se merece ese cinturón. Lo di todo. Veremos qué sigue".

Lomachenko ha dicho que su objetivo en el boxeo es convertirse en campeón indiscutible y estuvo cerca dos veces, pero perdió en cada una de esas oportunidades contra López y Devin Haney.

A sus 36 años, puede que se le esté acabando el tiempo al dos veces medallista de oro olímpico, pero ya dio el primer paso al conquistar uno de los cuatro títulos.

A principios de semana, el promotor Bob Arum, de Top Rank, había sugerido que Lomachenko podría estar en la fila para pelear con Shakur Stevenson si pudiera dar cuenta de Kambosos (algo que logró). Esa pelea sigue firmemente en las cartas, y ambos peleadores ahora consideran una posible unificación de la división de peso ligero.

Información de Jake Michaels se utilizó en este reporte.