LOS ÁNGELES -- Sensación de 84 grados. Temperatura de 82 Fahrenheit. Rostros enrojecidos. Piel sudorosa. Pero nadie cede. Nadie pausa. “Nadie se queja ahora, nadie dice nada”, había explicado antes Luis Romo.
México trabajó este mañana en las canchas del LA Galaxy. Calor intenso, ese calor de verano demorado, perezoso en Carson. Quince minutos de entrenamiento abierto para los medios, que se quejan de que al final fueron 20, pero de lo mismo.
“Queremos retribuir, queremos recuperar su confianza”, había dicho Romo tras la victoria sobre Jamaica en las Semifinales de la Copa Oro, cuyos organizadores no desperdician oportunidad para promover en el autobús lujos, la Final de este domingo en el SoFi Stadium frente a Panamá.
Es una rutina que los medios ya han visto. Intensidad, potencia desde el proceso de calentamiento. Todos están listos. Las dolencias se curan siempre en el hospital emocional de la antesala de una Final, por muy de Concacaf que sea, por muy de “tercer mundo del futbol”, como estigmatizaron a la zona Joao Havelange y Joseph Blatter, hoy enclavados en el Salón de la Infamia de la FIFA.
Después de un viernes relajado, tranquilo, en el que los jugadores se reencontraron con sus familias, apostadas para convertirse en el pilar extraordinario de una selección de futbol, que deberá batirse ante una Panamá que en estos momentos reúne todas las condiciones y los elogios para ser considerada como favorita.
Jaime Lozano aún no define la alineación. Imposible predecirla, pero no tan imposible creer que a final de cuentas recurrirá al esqueleto sólido con el cual gestó un cambio absoluto, extremo, radical, entre una selección que yacía en la plancha de autopsias tras el 3-0 ante Estados Unidos.
Que el equipo está entero, es un hecho. Habrá dolencias, habrá quejidos, pero la frase de Cuauhtémoc Blanco prevalece: “Uno siempre juega con dolor”.
Tras el entrenamiento de esta mañana, habrá día de medios en el SoFi Stadium. Comparecerán Jaime Lozano, Guillermo Ochoa, César Montes y Luis Chávez, en un carrusel, desfilando entre los medios con derecho y después al salón específico en las entrañas del SoFi Stadium.
La venta de boletos ha sido copiosa. Sería, tal vez, el primer lleno en la gira de México desde que comenzó este periplo en Estados Unidos, encarando a Camerún en el SnapDragon de San Diego.