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Real Madrid disfruta de la mejor versión de Fede Valverde

MADRID -- El partido del Real Madrid contra el Sevilla deja varias lecturas a todos los niveles. Fue una victoria importante de un equipo, el de Ancelotti, que mantiene un rumbo fijo sea quien sea el rival. Y esté quien esté en la alineación, porque da la sensación que da igual quién juegue, que lo va a hacer bien.

Pero hay un nombre que ya se subrayó en las últimas semanas: Fede Valverde. El uruguayo es uno de los jugadores más en forma del mundo y está empeñado en demostrarlo a diario. Sube, baja, remata y golea. Lleva 7 tantos este año y tiene toda la pinta de que seguirá aumentando su marca hasta superar los 10 goles sin problema. Una temporada para enmarcar.

Con los grandes rendimientos llegan las miradas y, después, las acciones. Aquí abrimos el melón de Papu Gómez y su entrada totalmente innecesaria sobre el joven centrocampista de 24 años. Quizá hubo provocación previa. O no. Da igual. No es de recibo lo que el argentino hizo a un Valverde que se retiró cojeando del césped y que, para empezar, se perderá el partido de Champions League contra el Leipzig.

Después del partido, Carlo Ancelotti tranquilizó a todos en las cámaras de ESPN afirmando que era “sólo un golpe y que no parece importante”. Sin embargo, una vez vista con calma la repetición de la jugada nadie entiende nada. En el Madrid hablan de “mala intención” y de “excesiva dureza”. Y es que puedes entrar con fuerza a un rival, faltaría más, pero arrastrar la pierna hacia abajo…

Con esto volvemos al manido debate de proteger a las estrellas ante las entradas duras de los rivales. Sin embargo, lo que más sorpresa causó es que el infractor fuese el propio Papu Gómez, alguien que está acostumbrado a recibir ese tipo de entradas y que sabe perfectamente qué se siente en esas situaciones. Por eso chocó mucho en las oficinas del Bernabéu. Y más sabiendo que Papu es una persona entrañable y muy deportiva.

A Fede Valverde no le va a quedar otra que acostumbrarse a acciones parecidas. Da igual la época del futbol en la que uno viva que este tipo de jugadas se repiten una y otra vez. Cambian los actores, pero la trama siempre es la misma.

La película suele terminar bien la mayoría de las veces, pero hay ocasiones en lo que un final feliz se empeña por unas lágrimas innecesarias tras una actuación fuera de guión. Y el guión de esta película no es dejar ganar al Madrid, ni mucho menos, pero sí competir de una manera limpia para evitar disgustos.