Real Madrid enfrentó a Osasuna en la final de la Copa del Rey y se quedó con el título tras ganar por 2-1 con doblete de Rodrygo.
La Casa Blanca sumó un nuevo título al mando de Ancelotti. La Copa del Rey le era esquiva al equipo blanco desde hacía 9 años, pero hoy era el día para terminar con la sequía. Fue un partido que parecía que se terminaría rápido. Antes de los dos minutos, Vinicius se inventó una jugada extraordinaria por banda izquierda y envió el centro atrás para que su compatriota, Rodrygo, marcara el 1-0. Osasuna buscó la reacción con centros al área que no lograron inquietar a Courtois en esos primeros 45 minutos.
Vinicius volvió a estar en el centro de la discusión en el juego disputado en el estadio La Cartuja. Dentro del campo fue imparable, una incógnita para sus rivales y factor de desequilibrio en cada intervención que tuvo. Sin embargo, otra vez se vio involucrado en peleas con sus contrincantes. Tuvo un intenso cruce de palabras con el argentino Chimy Ávila mientras los equipos se marchaban rumbo al vestuario que tuvo que ser terminado por la intervención de otros futbolistas.
El equipo rojo sorprendió al Merengue en el inicio del complemento con un golazo de Torró desde afuera del área a los 57. Un tanto que invitaba a Osasuna a llenarse de coraje en busca de la hazaña y que significaba un baldazo de agua fría para el Madrid, que creía tener el encuentro controlado.
Real Madrid demostró que no necesita jugar bien para ganar esta clase de partidos determinantes. Y otra vez lo volvió a poner en evidencia contra Osasuna. Los caminos no aparecían, el juego era escaso y la llave del gol cayó en manos de un siempre rendidor Rodrygo, un jugador de goles importantes y que infla el pecho en contextos límites.
Ya lo habia hecho en la UEFA Champions League del año pasado convirtiendo un heroico doblete contra Manchester City en semifinales y también anotando contra Chelsea en cuartos de final cuando los Blues se venían con todo por la remontada. En este 2023 también se dio el lujo de ser verdugo del equipo de Frank Lampard anotando por duplicado en Stamford Bridge en el partido de vuelta de los cuartos de final.
El brasileño sacó a relucir todo su olfato goleador cuando capturó un rebote que derivó del disparo de Kroos desde afuera del área. Se encontró con la bola frente a sus narices mientras la defensa de Osasuna estaba centrada en el remate del alemán y se encargó de poner el 2-1 que sería final con un suave toque de pierna derecha a la salida del arquero rival.
Con la ventaja a su favor, Real Madrid intentó poner paños fríos y disfrutó de la mejor versión de Vincius. Creativo, desbordando y volviendo locos a sus marcadores. Osasuna cayó en la desesperación del centro pero no pudo contra el equipo que mejor maneja los tiempos en finales en el mundo.
El pitazo final llegó, los jugadores de Osasuna se desplomaron en el piso y los Merengues celebraron en el centro del campo de juego lo que fue la Copa del Rey número 20 de su historia.