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Piqué no logra recuperarse y está descartado ante Sevilla

BARCELONA -- Gerard Piqué forzó la máquina… Pero no llegó a tiempo. El central azulgrana se lesionó durante el partido de Champions frente al Manchester City y aunque desde un principio se especuló con que estaría tres semanas de baja, en los últimos días se esforzó para estar a punto en Sevilla.

La baja del central catalán es especialmente molesta para Luis Enrique. En los cinco partidos que se ha perdido Piqué esta campaña el Barcelona ha encajado siete goles (una media de 1,40 por partido), con un total de 16 goles en 16 partidos. Lo que es una situación preocupante para el entrenador asturiano.

Con Gerard en el campo, la seguridad defensiva adquiere la normalidad (9 goles encajados en 11 partidos) para dar a entender la trascendencia que tiene en el equipo el jugador y comprender que Luis Enrique, en silencio, mantuviera la esperanza de su recuperación con vistas al partido del domingo en el Sánchez Pizjuán.

El Sevilla, que cuenta por victorias todos sus partidos jugados como local desde, precisamente, la visita del Barça en la Supercopa, alumbra como un rival de máxima exigencia y de resultado trascendental después de la derrota que sufrió el equipo azulgrana en Manchester el último martes, donde su imagen defensiva quedó muy lejos de lo esperado.

El buen rendimiento mostrado por Umtiti, quien se ha adaptado mucho más deprisa de lo esperado al colectivo azulgrana, ofrece buenas sensaciones al cuerpo técnico, que mantiene la confianza en Mascherano, con quien compartirá el centro de la zaga contra el equipo de Jorge Sampaoli.

Pero en partidos de alto riesgo, como fue el de Manchester o se aventura este en Sevilla, la presencia, por galones, de un jugador como Piqué se entiende tan importante como es la de Busquets o, incluso Messi.

Es a partir de ahí que durante la semana se especuló con que el central catalán pudiera adelantar los plazos, estimados en tres semanas, para estar en condiciones de jugar en el Sánchez Pizjuán…

Pero este viernes quedó prácticamente descartado. Como se temía, no llega a tiempo.