<
>

Sergio Ramos se pierde el partido ante Valencia por sanción

El Comité de Competición ha sancionado a Sergio Ramos con un partido sin jugar tras ser expulsado por doble amarilla en el encuentro entre el Deportivo la Coruña y el Real Madrid del pasado domingo, por lo que no podrá estar en el estreno liguero en casa del equipo merengue ante Valencia este fin de semana.

Según detalló la Federación Española de Futbol a través del auto de resoluciones del Comité de Competición hecho público éste miércoles, Real Madrid presentó “alegaciones respecto a la segunda amarilla”, alegando que Ramos no tuvo la intención de golpear a Borja Villa.

Sin embargo, Competición ha desestimado su recurso ya que “no es posible revocar una decisión arbitral invocando una discrepancia en la interpretación de las reglas del juego”.

Asimismo, la circular distribuída por la RFEF detalla que “nos encontramos en definitiva ante una valoración diferente por parte del club alegante (sic) de un lance del juego respecto a la realizada por el colegiado, sin que pueda prevalecer aquella sobre ésta. Las propias imágenes aportadas ponen de manifiesto que el brazo de Sergio Ramos contacta violenta, y por ende, antirreglamentariamente con el cuello del adversario.

Nada hace el citado jugador amonestado por tratar de evitar dicho contacto”.

Ramos fue expulsado un minuto antes de que el árbitro decretara el final del encuentro que acabó en una victoria por 0-3 del conjunto merengue. El central andaluz vio su primera amarilla al minuto 52 tras dar un manotazo en la cara a un rival, aunque según registró el silbante González González en el acta, el jugador fue amonestado por “discutir con un contrario sin llegar a insultos ni a la amenaza”. Cuando el encuentro llegaba a su fin, el central vio su segunda amarilla por “disputar el balón a un adversario con el brazo en alto de manera temeraria”, propinando un codazo a Borja Valle.

Esto menos de una semana después de que Cristiano Ronaldo recibiera una sanción de cinco partidos por empujar al árbitro después de ver la roja en la ida de la Supercopa de España ante Barcelona, misma que fue ratificada por el Tribunal Administrativo del Deporte el martes por la tarde.

Al respecto, el entrenador Zinedine Zidane había declarado sentirse “molesto” después poner en duda la motivación el Juez Único de Competición para imponer un castigo “excesivo”.

“Ahí pasa algo”, señaló el técnico en una rueda de prensa celebrada el martes pasado.

Y como ocurriera en el caso de su máxima estrella, Real Madrid consideró “rigurosa” y “excesiva” la expulsión de su capitán, postura institucional que dejaron en claro la cara visible del club, Emilio Butragueño, así como los capitanes del primer equipo, Marcelo, y el propio Sergio Ramos, quien fue un paso más lejos pidiendo “más atención” a los árbitros.

En la misma línea de las quejas de su entrenador, Ramos insinuó que el rigor con que a su juicio se miden las acciones del Real Madrid podría deberse a que el “éxito reciente” de su equipo genera “antipatía”.