Dallas vio desvanecidas sus esperanzas para avanzar a la postemporada luego de perder en casa ante los Vikings
ARLINGTON -- Cuando los Dallas Cowboys abandonaron el AT&T Stadium la noche de Acción de Gracias tras su victoria sobre los Kansas City Chiefs, todo parecía posible.
Pero luego de derrotas consecutivas ante Detroit Lions y Minnesota Vikings, incluyendo el descalabro 34-26 el domingo en el AT&T Stadium, la cruda realidad es que la temporada de los Cowboys terminará sin clasificar a los playoffs por segundo año consecutivo, salvo un milagro.
Con un récord de 6-7-1 y tres partidos por jugar, los Cowboys tienen un 1 por ciento de posibilidades de llegar a los playoffs y la única vía para llegar a la postemporada es ganar la NFC Este. Para ello, los Cowboys deberán ganar sus últimos tres partidos, mientras que los Philadelphia Eagles tendrían que perder los tres últimos.
"No sé cómo describir un milagro", declaró el dueño y gerente general Jerry Jones. "Sé que se necesitarían circunstancias muy difíciles para clasificar, y lo esperábamos. Pensamos que tendríamos que ganar todos los partidos para tener un poco de margen, pero no mucho. Ahora, por supuesto, sé contar".
Al analizar lo sucedido contra los Vikings, los Cowboys pueden señalar problemas recurrentes en ataque --convirtiendo solo 2 de 5 oportunidades en zona roja-- y un nuevo problema: solo convirtieron 2 de 12 en tercera oportunidad, su peor actuación de la temporada.
A la defensiva, no lograron capturar al mariscal de campo J. J. McCarthy y, luego de una intercepción en el primer cuarto, no pudieron obligarlo a cometer otro error. En la serie ofensiva para tomar la ventaja de los Vikings en el tercer cuarto, McCarthy completó un pase de 29 yardas, convirtió una cuarta oportunidad con un pase completo de 23 yardas y preparó una visita a la línea de gol con un pase de 10 yardas.
"Nunca llegamos al punto en el que sintiéramos que realmente podríamos tomar impulso", dijo el entrenador en jefe Brian Schottenheimer.
Por apenas tercera ocasión esta temporada, Dak Prescott no lanzó un pase de touchdown. Los Cowboys han perdido esos tres partidos. Los Vikings presionaron a Prescott en el 48 por ciento de las ocasiones que se retrasó para lanzar, la mayor cantidad en su carrera.
"No tuvimos respuestas lo suficientemente buenas", sentenció Prescott. "Y cuando no tienes respuestas lo suficientemente buenas para eso, especialmente contra [el coordinador defensivo de los Vikings, Brian] Flores, lo vas a ver una y otra vez".
Las cosas estaban tan mal que el pateador de Pro Bowl, Brandon Aubrey, falló dos intentos de gol de campo (51 y 59 yardas) en un partido por segunda vez en su carrera.
Y ahora los Cowboys se encuentran prácticamente jugando por nada.
"Sí, definitivamente sorprendido, especialmente después de la semana de descanso y de que los canjes encajaran como lo hicimos durante esas semanas, y luego ver cómo la confianza se disparaba", indicó Prescott. "Detuvimos a los equipos, anotamos, anotamos a voluntad, remontamos 21 puntos. Simplemente hay muchas buenas victorias para estar en esta posición. Simplemente te recuerda que cada jugada importa. Es un juego difícil. A esos chicos también les pagan. Entrenan durante toda la semana y se preparan igual que nosotros. Es duro. Definitivamente estoy sorprendido, dolido, enojado, frustrado, pero lo único que puedo hacer es mejorar mañana".
Después de los canjes para adquirir al tackle defensivo Quinnen Williams y el apoyador Logan Wilson, y los regresos tras lesiones del apoyador DeMarvion Overshown, el esquinero Shavon Revel y los profundos Malik Hooker y Donovan Wilson, el panorama era prometedor con los Cowboys ganando tres partidos consecutivos.
Ahora están cerca de tener que pensar en la próxima temporada.
"Pierdes dos partidos seguidos, te sacudes el polvo y vuelves al trabajo", expresó Schottenheimer. "Jugamos contra un muy buen equipo de fútbol americano aquí la próxima semana [Los Angeles Chargers], así que volveremos a trabajar y haremos algunos de los ajustes que tenemos que hacer".