BARCELONA -- Leo Messi recibió este viernes en Barcelona la ‘Bota de Oro’ que le certificó como el mejor goleador de la pasada temporada, en la que acumuló 74 puntos gracias a los 37 goles que marcó en la Liga 2016-17, imponiéndose al holandés Bast Dosz, quien con la camiseta del Sporting de Portugal sumó 68 puntos merced a sus 34 goles.
Es la cuarta Bota de Oro conquistada por el argentino, sucediendo a su compañero Luis Suárez e igualando en el palmarés a Cristiano Ronaldo. Leo consiguió la primera en la temporada 2009-10 y enlazó las dos siguientes en las temporadas 2011-12 y 2012-13 mientras que el portugués del Real Madrid logró la primera en la temporada 2007-08 (cuando aún pertenecía al Manchester United) y ya de merengue ganó las otras tres en la campañas 2010-11, 2013-14 (igualado con Luis Suárez) y en la 2014-15 se llevó la última.
Bajo la atenta mirada de compañeros como Iniesta o Busquets y sonriente al lado de Suárez, quien le entregó el trofeo, el ‘10’ azulgrana destacó que este premio “es de todo el grupo, de todos mis compañeros porque sin ellos no habría conseguido el premio”.
“Nunca me consideré un goleador pero sí es cierto que he ido creciendo, mejorando en mi juego, con los goles… Y cada día disfruto más” explicó Leo, en un discurso muy breve y que se cerró con, simplemente, una fotografía de familia, con la mejor de sus sonrisas, el galardón en la mano y… Poco más.
Se refirió al partido del domingo en Mestalla ofreciendo máximo rigor al duelo frente a un Valencia que, avisó “está más descansado” y será “un rival peligrosísimo y duro. Sabe bien a lo que juega, pero haremos lo posible para sacarlo adelante”.
Del futuro inmediato fue al pasado inmediato, refiriéndose entre la sonrisa habitual a su suplencia en Turín frente a la Juventus, un hecho que, admitió, no es normal. “Siempre que voy al banco se arma revuelo porque no estoy acostumbrado” solventó Leo… reconociendo que no es algo muy cómodo para él porque “a mi me gusta participar y ayudar”.
“El año es largo y cada día hay que cuidarse más porque la temporada es dura” sentenció Messi, como colofón a un acto breve, dirigido simplemente a otorgarle el premio y en el que no se produjo lo más esperado: ninguna palabra acerca de su renovación.
