MÚNICH (Enviado especial) -- Cada vez que agarra la pelota, enciende a los hinchas. A los propios y a los rivales que lo observan con terror. Prende el turbo y en el ambiente se sabe que algo está por pasar.
Impresiona lo de Lamine Yamal, por edad y por su talento. Juega con naturalidad, fácil y preciso, con el desparpajo propio de un chico y la responsabilidad de los más grandes. La perla del Barcelona fue uno de los grandes artífices del triunfo por 2-1 sobre Francia en Múnich, que metió a España en la gran final de la Eurocopa 2024. Hace unos días, Mounir Nasroui viralizó las imágenes de su por entonces pequeño hijo en el marco del calendario 2008 del diario Sport, en colaboración con la Fundación de Barcelona y UNICEF. En las fotos se veía al bebé de apenas cinco meses en una bañera, sostenido por el mismísimo Lionel Andrés Messi en el vestuario visitante del Camp Nou. Mounir y su esposa Sheila Ebana lo anotaron en el sorteo de la iniciativa y resultó uno de los elegidos. El destino quiso que su primer gol en la Eurocopa lleve “la firma de Leo”. A los 21 minutos, cuando Francia ganaba por 1-0, Yamal recibió afuera del área, a la altura de la medialuna, se perfiló para la zurda y sacó un remate espectacular, que se metió luego de pegar en el palo derecho de Mike Maignan. El detalle no menor es que su marcador era Adrien Rabiot. Sí, el mismo que lo pinchó en la previa. “Para jugar una final tendrá que hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora”, intentó minimizarlo el mediocampista de último paso por Juventus. La primera respuesta llegó a través de su cuenta de Instagram: “Muévete en silencio, habla sólo cuando es momento de decir jaque mate”. Y quedó claro que en la cancha, Lamine ganó la partida. Con su primer tanto en la Eurocopa, Yamal se convirtió en el goleador más joven de la historia (16 años y 362 días) al superar al suizo Johan Vonlanthen, que también le había marcado a Francia por la Euro 2004 con 18 años y 141 días. Tercero quedó el inglés Wayne Rooney, con cuatro días menos. Ahora va por un nuevo hito: romper el récord del más joven en una final que ostenta el portugués Renato Sanches desde 2016 (18 años y 328 días). Por otra parte, Francia ya había sufrido un gol muy parecido del número 19 en el Europeo Sub 17 de Hungría, también en semifinales. Aquel 30 de mayo de 2023 fue triunfo de Les Bleus por 3-1 y el por entonces jugador de 15 años y 10 meses terminó como uno de los Pichichi con 4 goles en igual cantidad de encuentros. En el complemento, Lamine no tuvo tantas chances de desnivelar, aunque estuvo a punto de anotar un gol calcado. Lo único que le faltaba, lo hizo: retrocedió y recuperó una pelota sobre la línea de fondo. Fue uno de sus cuatro robos. En el final, se ganó la tarjeta amarilla por cortar oportunamente un contraataque y cuando Luis de la Fuente lo reemplazó, se llevó una merecida ovación. Además de la satisfacción de su golazo y el pasaje a la gran final del próximo domingo en Berlín, se llevó el premio al MVP del partido. Completó 23 de los 29 pases intentados (79,3 por ciento), uno de sus tres remates fueron al arco y ganó el 54,5 por ciento de los duelos. El nacido el 13 de julio de 2007 en Mataró, Cataluña, suele festejar con el número “304”, que son los últimos dígitos del número postal de su barrio Rocafonda, una zona obrera y humilde. Además, lleva el número en sus botines, junto a la bandera del país de nacimiento de su madre (Guinea Ecuatorial) y el de su padre (Marruecos). Desde los 7 años en La Masía, recién está escribiendo los primeros capítulos de una historia que promete. “Sí, sí, sí, nos vamos a Berlín”, cantan los hinchas de la Selección Española que no se quieren ir del Munich Football Arena. Un día antes de la final, este sábado 13 de julio, Lamine Yamal festejará sus 17 años. De más está decir cuál será uno de los tres deseos que pedirá frente a su torta.Las fotos con Messi y un gol típico de Leo
El MVP del pasaje a la definición