Lamine Yamal sigue haciendo historia. Este martes, en Múnich, lideró el triunfazo de España ante Francia, por las semifinales de la Eurocopa 2024, con un verdadero golazo.
Hace 16 años y 362 días nació en Esplugas de Llobregat, Barcelona, una de las mayores promesas del fútbol mundial. Poco después, fue 'bendecido' por Lionel Messi. Esa foto viral se convertiría, quizás sin pensarlo, en presente, futuro y más futuro del Barça.
De todos los 'herederos' del astro argentino en tierras blaugranas, Yamal parece ser el que va más en serio. Y después de una temporada increíble a nivel clubes, trasladó todo su talento y carisma a la Selección de España, que se ilusiona con obtener su cuarta Eurocopa (1964, 2008 y 2012). Con seis victorias en la valija, registro inédito en el torneo, quedó a tan solo un partido: su rival en la final será Inglaterra o Países Bajos.
Traía tres asistencias en los primeros cinco partidos, en los que había sido clave para el equipo de Luis de la Fuente, conformando junto a Nico Williams un tándem electrizante en el ataque español. Croacia, Italia, Albania, Georgia, Alemania y Francia, las víctimas.
Y Múnich fue testigo de nuevos récords. No solo superó a Pelé como el futbolista más joven en disputar una semifinal de Eurocopa o Mundial, casi 70 años después de que la leyenda brasileña lo hiciera en Suecia 1958, sino que se erigió en el goleador más precoz en la historia del certamen continental, dejando atrás al colombo-suizo Johan Vonlanthen. En estas instancias, Cristiano Ronaldo tenía la plusmarca, pero 20 años después lo superó Yamal, con varios abriles de diferencia.
Ni se la tuvieron que pasar a Yamal para que capturara el balón, se sacara de encima a su marcador con un quiebre de cintura y sacara un latigazo a 25 metros del arco y a 102 kilómetros por hora que se coló por el ángulo superior derecho del arquero Mike Maignan.
Con esa jugada de crack, el chico, que llegó a la Eurocopa con la preocupación de aprobar sus exámenes y obtener el título de la ESO, objetivo que cumplió hace un par de semanas, dio vuelta el partido. Cuatro minutos después, Dani Olmo consumó la remontada y le puso la frutilla a la torta. O la guinda al pastel.
Si bien no pesó sobremanera en el resto del partido, Yamal tiene esas cosas de jugador distinto por las que no lo podés sacar. De la Fuente pareció aprender del error que significó reemplazo temprano ante Alemania (lo sacó a los 63', España resignó el dominio del partido, los locales empataron a los 89' y la Furia terminó consiguiendo un triunfo in extremis a los 119', sobre el final del alargue) y lo dejó en cancha hasta los 94 minutos.
Porque en un arranque, cuando parece estar desconectado del partido, Yamal te levanta el estadio. Literal y figuradamente. Recibe por la derecha, engancha hacia el medio, como hizo un par de veces cierta leyenda culé, y saca un tremendo tiro que casi pone el 3 a 1. Acto seguido, como si tuviera cualquier edad diferente a 16 años, alza los brazos y agita a los españoles presentes en el Allianz Arena de Múnich.
Todo eso es Lamine Yamal, el chico de 16 años que guía a España y va por su segundo título en la Eurocopa.