BUENOS AIRES -- Lo que desde hace meses era un secreto a voces, cobró carácter oficial este viernes 27 de mayo de 2016. Manchester United anunció a Jose Mourinho (53) como su nuevo entrenador para las próximas 3 temporadas, con opción a continuar una cuarta si además de revitalizarlo, le devuelve la ilusión al gigante dormido que desde hace tres años no gana la Premier League.
Mourinho preparó su desembarco en Old Trafford durante los últimos meses desde diciembre de 2015, en conversaciones permanentes con los hermanos Avram y Joel Glazer, propietarios de los Red Devils. Subrepticiamente trabajó sobre una planificación integral, que describió pormenorizadamente a Ed Woodward, vicepresidente ejecutivo del United, a través de Jose Mendes, su agente.
Manchester United jamás salió al cruce de las versiones que situaban al exentrenador de Porto, Chelsea, Inter de Milán y Real Madrid, en el club a partir de 2016-17. Por eso Louis van Gaal (64), entrenador saliente, tomó fatal que la entidad haya tramado bajo la mesada su despido, mientras de frente no emitía señales negativas hacia su trabajo.
El holandés pensó que ganar la FA Cup (2-1 al modesto Crystal Palace) iba a suponer su continuidad al frente del equipo, pero eso estaba muy lejos de la realidad. Si bien Van Gaal tenía contrato por tres temporadas, haber autorizado el gasto de 320 millones de euros en refuerzos durante las primeras dos para apenas ganar una copa inglesa, disgustó sobremanera a sus jefazos.
Luego, quedar fuera de la próxima UEFA Champions League y perder el enorme beneficio económico que supone jugar la máxima competición continental, terminó de propiciar el alejamiento del extécnico de Ajax, FC Barcelona, Bayern de Múnich y selección oranje, quien hace 14 años convirtió en una pesadilla la estancia de Juan Román Riquelme en el Barça.
Pero el dispendio no es cuestión exclusiva de Van Gaal, quien durante su primera etapa en FC Barcelona integró a Jose Mourinho en su cuerpo técnico. La afición del propio ‘Mou’ a transformar en fichajes millonarios la confianza del club que decide contratarle, insta a los medios británicos a elaborar interesantes listas de futuribles cuyo denominador común son nombres y apellidos rutilantes.
Gonzalo Higuaín, Pierre Aubameyang, John Stones y Zlatan Ibrahimovic son algunos de los jugadores que suenan para llegar al Manchester United. Asimismo, otros como Juan Mata, a quien The Special One eyectó en su día del Chelsea, se mencionan ahora como inmediatos descartes del técnico portugués.
Manchester United no gana una Premier League desde 2012-13. Aquel año también ganó la Community Shield. Conseguir la liga inglesa es el objetivo primordial que Jose Mourinho se ha comprometido a alcanzar ante las autoridades del club. El luso tendrá pleno poder e independencia de criterio para tomar decisiones en los diablos rojos. Dos cinceles que considera vitales e innegociables allá donde va.
José Mourinho asume la dirección técnica de un plantel que incluye 23 jugadores menores de 25 años y dos solos referentes de equipo y club nacidos en Inglaterra. Wayne Rooney, de 30 años, quien con más de 500 juegos es el 9no jugador con mayor cantidad de partidos disputados en la historia del club; y Michael Carrick, de 34. Sólo dos estandartes a los que acompañan otros dos coetáneos sin tanto peso específico en el vestuario como son el alemán Bastian Schweinsteiger (31), al que desde hace ya tiempo persiguen las lesiones, y el ecuatoriano Antonio Valencia (30). Crear sentido de pertenencia para recuperar la identidad de club será el primer desafío del míster luso, quien durante meses desoyó los ruegos de Florentino Pérez para que regresara al banquillo del Real Madrid.
Los caprichos del destino fueron, de todos modos, benévolos con ambos. Real Madrid recurrió al ‘inexperto’ Zinedine Zidane y terminó ganando su undécima orejona. Jose Mourinho, mientras tanto, ha firmado un contrato de ensueño que sólo puede compararse al vínculo que une a Josep Guardiola al Manchester City. No obstante, Mourinho llega a un club coloso con un escenario acaso ideal para él. Manchester United empieza a ser presa de urgencias históricas. Su máximo rival, Manchester City, le discute la supremacía no sólo ciudadana sino a nivel nacional, e incluso arremete con un proyecto de amplitud global a priori mucho más atractivo y, sobre todo, definido.
La incertidumbre radica en ver de qué manera afectó a ‘Mou’ su sonoro fracaso en la última temporada que dirigió al Chelsea. Observar a Manchester United jugar replegado, quizá hasta acomplejado, al contragolpe, abocado a obtener resultados sea cual fuere la vía para ello, es una posibilidad cierta. Ya sucedió cuando Mourinho dirigió a Inter de Milán y Real Madrid.
Pronto, cuando Jose Mourinho termine de diseñar la plantilla para su primer proyecto en Old Trafford, saldremos de dudas respecto a su declaración de intenciones para lo que se verá en la cancha.