Los rizos espumosos de César Huerta evocan a la época gloriosa de los años 70 y 80 con las melenas de Cuéllar, Olaf Heredia y Hugo Sánchez.

César Huerta ha conquistado a los aficionados de Pumas con su entrega, determinación y pasión, algo que se extrañaba en el equipo felino desde hace tiempo, pero también revivió una tendencia añeja con su frondosa melena al más puro estilo de los gloriosos años 70 y 80, un look que portaron grandes figuras como Hugo Sánchez, Leonardo Cuéllar, Juan José Muñante, entre otros.

La garra que caracterizó a los Pumas en aquellos años regresa con una versión moderna, personalizada en un jugador que no surgió de la cantera universitaria (que, por cierto, vive una decadencia escalofriante), pero defiende el escudo con el espíritu y la humildad de aquellos melenudos que seguían la moda del peinado 'afro'.

Lejos de las odiosas y ociosas comparaciones, lo que llama la atención es la conexión que ha logrado el Chino Huerta con la afición de los Pumas, hambrienta por tener nuevos referentes, por un ídolo que llene el vacío en la cancha y que lidere al equipo a redondear el gran trabajo que había hecho Andrés Lillini, que en poco tiempo hizo resurgir el orgullo azul y oro.

Pumas celebró sus primeros éxitos en el futbol mexicano con aquellos jugadores y sus impactantes melenas. Leonardo Cuéllar era el que usaba uno de los peinados más frondosos, era inconfundible.

En la temporada 1976-77, cuando Pumas ganó su primer título de Liga, Hugo Sánchez apareció deslumbrante con una cabellera rizada que seguía la tendencia marcada por Cuéllar y se unía al brasileño Cabinho, a Arturo 'Gonini' Vázquez Ayala y a Juan José Muñante, menos frondosos, pero igual de rebeldes.

Para el título de 1980-81, segundo de los Pumas y que marcó la despedida de Hugo Sánchez rumbo a su triunfal paso por el futbol español, llegó Olaf Heredia a unirse a la ola de melenas abundantes. La mayoría de los jugadores dejaban crecer libremente su cabellera, pero pocos alcanzaban el volumen como Cuéllar o Heredia.

Rigoberto Cisneros, Manuel Nájera, Mario Medina fueron otros que también siguieron la tendencia. Incluso Rafael Amador, ya fallecido, Enrique López Zarza, Pablo Luna, José Luis 'Pareja' López llevaban el cabello largo, pero no alcanzaron el grado de melena de los primeros.

Llegaron los años 90 y la melena pasó de moda. Hubo otras cabelleras largas en Pumas, como las de Braulio Luna o Marco de Almeida, pero nada que igualara los rizos enormes de Cuéllar o Hugo Sánchez.

Hasta que en junio de 2022 los Pumas ficharon al Chino Huerta por recomendación de Andrés Lillini, quien lo conoció cuando coincidieron en el Morelia, antes de su transformación en Mazatlán FC. Tras ser descartado por Chivas, club donde se formó, la UNAM rescató a este talentoso mediocampista.

Pero pocos anticiparían la química inmediata, su ímpetu, su futbol práctico y que poco a poco se fue haciendo más explosivo, hasta que el 'Chino' comenzó a anotar, a comandar la ofensiva de Pumas y ilusionar de nuevo a los aficionados que vuelven a idolatrar una melena espumosa que recuerda y remonta a una época de gloria, de éxito, de auténtico espíritu felino.