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Comparación y diferencia

Desde esta humilde columna, pido a las autoridades que exijan un mejor uso al nombre del Puebla. El deporte educa y no hay mejor dinero invertido que en la educación.


Se dice que las comparaciones son odiosas; puede ser, pero en este ejemplo, el comparar, crea una diferencia del porqué la existencia de uno y porque la explicación nula del otro.

En alguna transmisión, escuché que el Club Celaya de Liga de Expansión, estaba organizando la Segunda Copa Ciudad de Celaya para el próximo diciembre.

A partir de esa noticia, me puse en contacto con el Director de comunicación y mercadotecnia del equipo Celaya. Más que una explicación, el Sr Talavera, a quien le doy las gracias por soportar mis cuestionamientos, mi interés era saber que buscan, cuántos son, quién apoya en el costo, a quién esperan, y la pregunta que nadie quiere contestar: ¿El Gobierno estatal de Guanajuato y el municipal de Celaya apoyan con dinero y demás este torneo ?

Como el que nada debe, nada teme, el Sr Talavera fue dando respuestas y yo dando forma en mi cabeza, siempre en el contexto de lo que es Celaya y de lo que es Puebla en el ámbito nacional y en la historia de cada entidad.

Celaya es un municipio que pertenece al estado de Guanajuato con medio millón de habitantes. Puebla es la capital de un estado con casi 3 millones y casi 6 en el estado.

El equipo Celaya tiene de fundado 69 años y su logro mayor, fue jugar una final contra el Necaxa, en la temporada 95-96, misma que se perdió. Este logro, se tenía que sumar el ascenso, un año antes. El Puebla tiene 79 años, campeonatos de liga y copa, ascensos, estadio dos veces mundialista, esto como dato principal en su historia.

El municipio de Celaya, se lanza por segunda ocasión a organizar una copa infantil, con jugadores de 6 a 14 años, con instituciones importantes ya inscritas como Chivas, Pachuca, Atlas, casi llegando a los 100 equipos. El objetivo de dicha copa, no es buscar el desarrollo futbolístico del joven, como base de su organización, el objetivo en su juventud, es darles valores mediante este deporte a sus niños, mismos valores que les servirán en toda su vida, más allá de su futura actividad. Estos valores alejan a los jóvenes de los malos hábitos, de los vicios, de la violencia, se les siembra la semilla de trabajar en equipo y de ser solidario.

La pregunta incómoda fue contestada con naturalidad: por supuesto que los dos gobiernos, estatal y municipal aportan dinero e infraestructura (campos de juego), para que este torneo se pueda hacer. También en menor medida, los patrocinadores del primer equipo ponen su granito de arena.

El principal beneficiado, por supuesto que son los niños, pero también el gobierno porque tendrán una juventud más sana, física y mentalmente y no es lo mismo y no tiene la misma convocatoria el que lo organice “Pedro Pérez” que una organización que lleva el nombre de la entidad municipal ya dicha: CELAYA.

En Celaya, a corto plazo, no están pensando si entran o no a la liguilla. Ellos saben que si lo hacen bien en su último juego estarán. Su pensamiento está en su segunda Copa Celaya.

Aquí se piensa en el próximo mercado de diciembre y las posibles ventas de jugadores. De ir a municipios, hospitales, organizar torneos o ir a visitar cárceles, imposible pensar.

Para que esto se pueda dar, se necesita de personas o instituciones que vean más allá de su nariz. Esa mirada mínima, en Puebla, se traduce en yo te presto el estadio y tú pones un equipo profesional, claro y no podía ser de otra manera, ese equipo se llama PUEBLA.

En los 217 municipios que tiene el estado, en estos últimos 8 o 10 años, el equipo que lleva el nombre, nunca se ha parado a departir con su población. De organizar un torneo infantil, ni hablamos. En estos municipios se acuerdan de las gestas de LAPUENTE, MAURER, las mías, y muchas más. De este Puebla ni idea tienen, solo se vive del recuerdo. De fomentar el deporte en representación del estado, menos hablamos. Sus objetivos hace 10 años es que tenemos y que vendemos.

El apoyo que se pide al gobierno estatal no llega, ni llegará, porque en la forma de pedir, está la forma de dar. Ningún plan de fomento está en el escritorio de algún funcionario. El ejemplo más reciente es la donación de terrenos para hacer sus propias instalaciones por el rumbo del relleno sanitario. No fue aceptada la donación porque los querían cercano a Lomas de Angelopolis.

Desde esta humilde columna, pido a las autoridades que exijan un mejor uso al nombre del Puebla. El deporte educa y no hay mejor dinero invertido que en la educación.

Ser propietario de un equipo en la Liga MX es mucho, pero no es más que llevar el nombre de PUEBLA. Eso se tiene que hacer porque es el camino corto; ahora, hay más tiempo que vida y el camino un poco más largo, pero seguro, es crear otro Puebla, desde abajo, con objetivos sociales, deportivos, educacionales, incluyentes y de superación.

Señores del Gobierno: 6 millones de Poblanos se lo agradecerán y se beneficiarán.

Si son odiosas las comparaciones, porque un pedazo de envidia entra. ¿Por qué Celaya sí y Puebla no?

Gracias Celaya por poner la muestra.