A estas alturas, luego de una carrera incomparable en la que ganó absolutamente todo, persiste una narrativa de los detractores de Messi que pretende hacer creer que le ayudan a conseguir los trofeos que conquista.
Los detractores de Messi, que no son pocos —pese a que es abrumadoramente superior la cantidad de la gente que lo admira—, han creado una narrativa en la que en su afán de minimizar la carrera del argentino, pretenden hacer creer que sus innumerables títulos están acompañados de alguna suerte de ayuda.
La FIFA, la Conmebol, France Football y ahora la MLS operan en beneficio del considerado mejor jugador del mundo para que conquiste la mayor cantidad de galardones tanto en el plano individual como colectivo. Eso dicen.
Nada más alejado de la realidad. Basta con darle una revisada superficial a las estadísticas del argentino, y sobre todo a sus actuaciones, para dimensionar el tamaño de sus gestas, la más grande, la Copa del Mundo de 2022.
Leo “Maradoneó” en Qatar, de acuerdo con un término acuñado por Jorge Valdano. Argentina fue superior a los siete rivales que enfrentó para coronarse con justicia y consagrar al jugador con la carrera más grande de la historia. Eso dicen los números.
Lo increíble es que a estas alturas todavía existan voces que pretenden ensuciar o minimizar las conquistas de Messi, a quien dicho sea de paso, le importan poco y nada, al menos las individuales, claro está.
Un MVP de la Major League Soccer no cambiará en lo absoluto el legado de ‘La Pulga’, así que resulta hasta ocioso un nuevo cuestionamiento. Su aporte, influencia y transformación del balompié de Estados Unidos son innegables.
En 2024 disputó 19 partidos de liga con el Inter Miami en los que marcó 20 goles y dio 16 asistencias, en una temporada regular histórica en la que el club rompió el récord de puntos y se adjudicó el título conocido como Supporter’s Shield.
La parte negativa: debido a la lesión (esguince de tobillo) que sufrió en la final de la Copa América y a su participación en dicha justa, el ‘10’ se perdió al menos dos meses de actividad, además de que su club fue eliminado a las primeras de cambio en los Playoffs cuando era el máximo favorito al título por plantel y por lo realizado a lo largo de la campaña.
Fue votado y ganó otro MVP, un nuevo trofeo a la colección, que como muchos de los anteriores será cuestionado con todo y que los méritos salten a la vista.
Lo cierto es que Messi ya está en una etapa de pre retiro en una liga alejada de la élite, ahora disfruta de manera distinta del juego rodeado de viejos amigos sin dejar de competir y buscar nuevos logros colectivos.
Si sus múltiples detractores cuestionan una distinción más ya es lo de menos. A estas alturas de su carrera en la que ganó absolutamente todo, ya resulta hasta cómico que alguien se atreva siquiera a tratar de minimizarla.