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La multipropiedad le cobra una costosa factura al futbol mexicano

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Injusta decisión para Pachuca y León, ¿Festejará América? (4:11)

Rafa Ramos y Eli Patiño analizan la situación y hablan sobre el beneficio que podría tener América. (4:11)

El golpe de la FIFA al Grupo Pachuca al dejar fuera del Mundial de Clubes 2025 al León es una dura lección para los directivos que han postergado una y otra vez el fin de la multipropiedad.


Como parte de una tradición, luego de cada fracaso internacional de la Selección Mexicana de Futbol se elabora una lista de los principales males del balompié nacional que deben erradicarse.

En dicho listado siempre aparece la llamada “multipropiedad”, calificada por algunos directivos como “un mal necesario”.

Sin embargo, se cacarea que para fortalecer la competencia y al Tricolor, y en aras de la transparencia y de un futbol más limpio, se debe terminar con dicha práctica que tiene más de 40 años en México.

Lo complejo viene después, pues lejos de tomar decisiones de raíz y con carácter de urgente, los mismos que condenan las añejas y nocivas prácticas, postergan su eliminación.

Tras el papelón en el Mundial de Qatar 2022 en el que no se superó ni la fase de grupos, Mikel Arriola, en ese entonces presidente de la Liga MX, anunció que el objetivo era eliminar la multipropiedad en el 2026.

No tardó mucho en pronunciarse el Pachuca, en voz de su presidente Armando Martínez, quien aclaró que el compromiso se estableció, pero para el año 2027. Y así se la llevan, dando largas y justificando que no hay empresarios que quieran arriesgar su inversión adquiriendo a algún equipo de Primera División.

Actualmente en la Liga MX el Grupo Pachuca es dueño de los Tuzos y el León; Grupo Orlegi tiene a Atlas y Santos; TV Azteca posee al Mazatlán y el Puebla; y Grupo Caliente es propietario de Tijuana y Querétaro.

Y finalmente llegó la factura y con una multa muy costosa: La FIFA le notificó al Grupo Pachuca que al ser propietario de dos clubes que asistirían al Mundial de Clubes, uno de ellos tiene que ser excluido… El León.

“Ninguna persona ni entidad legal podrá controlar o ejercer influencia sobre más de un club participante en la competición”, dice el reglamento del novedoso torneo a celebrarse durante el verano en Estados Unidos.

Aunque argumente que no le comunicaron los “fundamentos” de la decisión, Grupo Pachuca estaba al tanto, se sabe desde hace años que más allá de que la FIFA haga oídos sordos en muchas situaciones irregulares de algunas federaciones, la multipropiedad no es una práctica que pueda tolerarse permanentemente.

Como suele suceder, los principales afectados son los futbolistas que quedan en medio de fallidas decisiones directivas y que ven su trabajo tirado a la basura, pues el León se ganó en la cancha su boleto para asistir al Mundial de Clubes 2025. Habría sido igualmente injusto si los Tuzos eran el equipo sacrificado.

Grupo Pachuca podrá apelar ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) y argumentar que sus dos equipos se manejan de forma independiente; sin embargo, el conflicto existe, el apellido Martínez está de por medio y eso resulta innegable.

¿Será esto una lección para los dueños del futbol mexicano que tienen más de un equipo?, ¿ahora sí establecerán una fecha real para terminar con la multipropiedad? o ¿el golpe deportivo al León quedará como simple anécdota y todo seguirá igual?

Lo cierto es que aquí las únicas víctimas son los futbolistas y el cuerpo técnico. Los propietarios pueden seguir vendiendo la historia de que invierten su dinero en el futbol pese a que no es negocio y con ello justificar la multipropiedad, supuestamente por su amor al deporte.