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Un recorrido por Rosario, la ciudad natal del 'Tata' Martino

Dibuje una circunferencia que cubra varias cuadras alrededor del barrio Jorge Cura del área sur de la ciudad argentina de Rosario y abarcará algunas de las cosas realmente importantes en la vida de Gerardo 'Tata' Martino.

El sendero de la carrera internacional de Martino es sumamente público: desde quedar a poco de ganar el título de liga con el Barcelona, a derrotas consecutivas en las finales de la Copa América con la selección argentina hasta ganar la MLS Cup en su último partido a cargo del Atlanta United. Próximamente, tendrá el reto de llevar a ‘El Tri’ hasta el máximo nivel del fútbol mundial y, con suerte, más allá de los octavos de final del próximo Mundial. Si bien es cierto que Martino acumula todos sus viajes y trabajo hecho alrededor del mundo, para entender su filosofía de juego hay que regresar a sus raíces en Rosario.

Un viaje por carretera de cuatro horas desde Buenos Aires, la segunda o tercera ciudad más grande de Argentina (dependiendo a quién se le pregunte) se ubica a la orilla del río Paraná y es, en muchos aspectos, una ciudad normal. Alejada del encanto y bullicio de la capital, Rosario fue el sitio en el cual Manuel Belgrano izó la bandera argentina por primera ocasión en 1812; sin embargo, turísticamente hablando, no hay mucho que ver. Se trata de una ciudad portuaria y obrera, actualmente perjudicada por una ola de delincuencia vinculada al narcotráfico.

Aunque si existe un aspecto de Rosario que se destaca y atrae público a nivel internacional, es el fútbol.

Los equipos Newell’s Old Boys y Rosario Central compiten dentro de una de las rivalidades más feroces del fútbol mundial y ninguno de ellos queda fuera del debate. Durante la reciente debacle en la final de la Copa Libertadores que mantuvo en vilo a Argentina y a la mayor parte de América Latina, en Rosario estaban más preocupados dentro de los diarios locales con la complicada situación de Newell’s, al borde del descenso, y el devenir de Central en la Copa Argentina.

Luego, están los jugadores y técnicos oriundos de la ciudad, que incluyen a Lionel Messi, Ángel Di María, César Luis Menotti y Marcelo Bielsa.

Entre el grupo de nombres ligados al fútbol que llaman a Rosario su terruño se encuentra el de Martino, actual campeón de la MLS, quien creció en la ciudad y sigue manteniendo allí su hogar familiar. A fin de realmente entender al afable argentino, quien no tiende a revelar mucho, hay que dirigirse al barrio Jorge Cura.

La escuela primaria de Martino (donde conoció a su esposa Angélica) junto con su escuela secundaria, club deportivo provincial, hogar actual, la residencia de sus padres y la de sus suegros, todas se encuentran allí.

En el mundo del fútbol, con la intrusión de los medios y la distancia cada vez mayor entre las figuras famosas y el aficionado promedio, Martino se destaca. Mientras la mayoría de los jugadores profesionales de Rosario viven en residencias privadas, Martino sigue viviendo en su viejo barrio, a pesar de contar con la capacidad de mezclarse con la élite de la ciudad.

“Sigue viviendo en el mismo barrio donde creció”, explicó Lucas Vitantonio, coautor de la biografía de Martino “El Tata, vida y obra de Gerardo Martino” a ESPN FC en un café ubicado en el centro de la ciudad. “Obviamente, la casa es un poco más bonita pero no es una mansión, no está ubicada en un complejo habitacional privado, donde pudiera vivir cómodo entre lujos”.

La residencia Martino se ubica frente a un McDonald’s que labora las 24 horas, a dos casas de una estación de gasolina en un área común de clase media. De hecho, la casa de Martino es un poco más lujosa que la mayoría de las residencias del barrio, pero no demasiado, por lo tanto, no se destaca mucho. Si se habla con los vecinos, está claro que Martino trata de vivir una vida tan normal como sea posible cuando está en su tierra, algo que incluso llegó a hacer cuando era técnico de Newell’s Old Boys y seleccionador nacional de Argentina. Cuando no está trabajando, en ocasiones puede verse a Martino tomando el desayuno y en largas conversaciones con sus amigos del mundo del fútbol en el café “Pan y Manteca”, ubicado en el centro de la ciudad, por ejemplo.

“Siempre ha sido una persona muy orientada a la familia, he allí la razón por la cual nunca se ha ido”, expresó el periodista local Santiago Baraldi, quien recuerda cómo el ‘Tata’ Martino salía a saludar a los medios fuera de su casa cuando corrían velozmente los rumores de su fichaje con el Barcelona. “Fue criado allí, se casó allí y tiene a sus tres hijos”.

Bajando la avenida Jorge Cura, a pocos metros de la residencia Martino, a siete cuadras hacia el norte, conseguirán otro sitio fundamental en su vida: el Parque de la Independencia. Es común ver a Martino jugar fútbol-tenis en el parque con sus amigos cuando está en Rosario, pero lo más importante es que este parque es el lugar donde se ubica el Estadio Marcelo Bielsa del Newell’s, conocido localmente como “El Coloso del Parque”.

Nadie ha vestido la camiseta roja y negra del Newell’sen más ocasiones como jugador que Martino y, más allá de su época como entrenador del equipo, es leyenda por sus hazañas en la cancha, ganando tres títulos con el club con el cual debutó en 1980, a los 17 años. Martino también estuvo cerca de formar parte de la convocatoria mundialista de 1986 bajo las órdenes de Carlos Bilardo, pero quedó descartado por no dar el máximo en la cancha.

“Tenía muy buena técnica, pero era lento”, recuerda Jorge Griffa, encargado de manejar la academia juvenil del Newell’s Old Boys, generando jugadores de la talla de Gabriel Batistuta, Maxi Rodríguez y Gabriel Heinze. “Quizás si hubiese corrido pocos metros se habría hecho con el puesto, pero si tenía que correr 10 metros o más, no contaba con la capacidad o voluntad”.

En la época en la cual Newell’s solía jugar sus partidos de local en las tardes de domingo, la teoría indica que Martino jugaba la primera mitad de los partidos bajo la sombra de la única tribuna techada y luego buscaba esa misma sombra en la segunda mitad, con su equipo buscando el arco opuesto.

“Por eso, solíamos decir que era un ‘genio holgazán’”, dice Vitantonio.

Esa tribuna ahora está bautizada con el nombre de Martino y si bien la anécdota puede ser exagerada, se repite con tanta frecuencia en Rosario que es difícil saber si se trata de un chiste o no.

A pesar de que Martino como jugador no corriera mucho, su efectivo pie derecho, inteligencia y aptitud creadora le convirtieron en favorito de la afición (Vitantonio menciona a Juan Roman Riquelme como punto de referencia de la clase de jugador que era Martino) y ciertamente contaba con un cerebro de esponja que le ayudaba a absorber ideas e influencias. Las tres influencias clave como técnico en la carrera de Martino fueron Juan Carlos Montes, Jorge Solari y José Yudica, según recuerda Vitantonio, mientras Bielsa completaba su educación cerca del final de la carrera de Martino como jugador.

En la tienda de Newell’s, se venden magnetos para refrigeradores con la foto de Martino y calcomanías con la frase “Nada nos pasa por casualidad”, al lado de la imagen de Bielsa y otras leyendas del club.

También es notable en esta ciudad que, dentro de una rivalidad tan feroz como la del derbi rosarino, Martino se ha ganado el respeto dentro de Rosario Central.

“Siempre respetamos a Martino, he jugado muchos partidos contra él cuando éramos futbolistas activos y siempre ha sido todo un caballero”, indicó Eduardo “Patón” Bauza, actual técnico de Rosario Central y exseleccionador argentino a ESPN FC en el complejo de entrenamientos del club. “Siempre intentamos mantener esa posición y no decir cosas sobre el otro equipo a fin de no alentar la locura (inherente a la rivalidad)”.

Tras colgar los botines en 1996, Martino fue técnico en la segunda división argentina y luego fue a Paraguay en 2002, donde se estableció como DT de alto nivel con Libertad y Cerro Porteño, con una breve estadía con Colón de Argentina. Luego, asumió el reto de la selección paraguaya en 2006, llevándola a los cuartos de final del Mundial 2010 de Sudáfrica.

“Con el arsenal que tenía, sabía que contaba con el potencial humano para lograr cosas grandes y nos hizo creer en el sueño y objetivo, comenzando a lograrlo poco a poco”, recuerda el exarquero de Paraguay Justo Villar, quien también jugó con Newell’s, en una entrevista en Asunción.

Tras su partida de la selección de Paraguay en 2011, tenía en la mesa una oferta para dirigir a la selección de Colombia, pero era demasiado fuerte su vínculo con Newell’s. Con el club del terruño de Martino en una situación complicada y al borde del descenso, el exjugador rechazó la propuesta de los cafeteros y así volver a casa para ayudar a rescatar a un club en problemas financieros.

Lo que ocurrió después fue una de las historias más notables del fútbol argentino de la década pasada. Fortalecidos por el regreso de Gabriel Heinze, Maxi Rodríguez, Lucas Bernardi e Ignacio Scocco, el equipo liderado por Martino pasó de evitar el descenso en 2012 a ganar el título del Torneo Final 2013 y llegar a las semifinales de la Copa Libertadores de ese mismo año, para perder en tanda de penales contra el eventual campeón Atletico Mineiro.

“El ‘Tata’ es uno de los mejores técnicos del mundo”, expresó el actual director deportivo del Newell’sSebastián Peratta a ESPN FC en su oficina dentro del Estadio Marcelo Bielsa, insistiendo que la clave del título fue la unión lograda por Martino dentro del vestuario.

“Argentina y el fútbol nos hacen (creer) a todos que tenemos las respuestas… Lo logrado por él es que todos apoyamos su idea y cuando un club de la magnitud de Newell’s se alinea detrás de una misma idea, es difícil de detener”.

Después, vendrá el reto de la Selección Mexicana y formar un equipo que pueda llegar a cuartos de final de un Mundial. No sorprende que en Rosario, pocos crean que Martino no es capaz de conseguirlo.