Cuando la temporada de los 76ers parecía haber terminado, Tyrese Maxey anotó siete puntos en los últimos 25 segundos del tiempo regular y salvó a los 76ers de la eliminación.
NUEVA YORK - Luego de que los New York Knicks completaron una remontada milagrosa en el Juego 2 de su serie de primera ronda contra los Philadelphia 76ers en el Madison Square Garden la semana pasada, el escolta de los Sixers, Tyrese Maxey, prometió compensar su pérdida de balón y su tiro fallido en el último partido, momentos que ayudaron a costarle a su equipo ese juego.
El martes por la noche, cuando la temporada de Filadelfia parecía haber terminado, Maxey no solo lo compensó, sino que de alguna manera hizo algo aún más absurdo.
Gracias a sus siete puntos en los últimos 28.9 segundos del tiempo regular (triples consecutivos, el primero de los cuales fue convertido por una falta de Mitchell Robinson en una jugada de cuatro puntos), los 76ers borraron una ventaja de seis puntos en los últimos 30 segundos en camino a una victoria en tiempo extra de 112-106 en el Juego 5, enviando esta serie de regreso a Filadelfia con los Knicks en ventaja de 3-2.
“Lo que pasaba por mi mente era intentar sobrevivir”, dijo Maxey, quien anotó 46 puntos en 52 minutos. “Nuestra temporada está en juego. Confío en mi trabajo. Confío en lo que he hecho toda mi vida, y sólo traté de llegar a un lugar, levantarme y anotar ese tiro”.
Lo que hizo que este juego fuera aún más notable, en una serie que ha estado repleta de momentos salvajes y cambios de impulso a lo largo de cinco juegos, es que fue absolutamente lo contrario de lo que sucedió en el Juego 2, cuando los Knicks remontaron una situación de cinco puntos de desventaja en los últimos 30 segundos para ganar en el tiempo reglamentario.
Antes de estos playoffs, solo había habido tres juegos en los últimos 25 años en los que un equipo se recuperó de un déficit de al menos cinco puntos dentro de los últimos 30 segundos y ganara el juego. Pero después de los actos heroicos de Maxey el martes por la noche, ahora sucedió dos veces en la misma serie en un lapso de 10 días.
“Es una forma difícil de perder un partido”, dijo el entrenador de los Knicks, Tom Thibodeau. “Teníamos una ventaja. Tenemos que jugar más duro con la ventaja. Cometimos una falta en una situación en la que no queríamos cometer una falta, y luego Maxey hace un gran tiro.
“Así que tenemos que hacerlo mejor”.
Tal como le ocurrió a los 76ers en el Juego 2, durante 47 minutos y 30 segundos, parecía que los Knicks habían hecho más que suficiente para ganar la serie y avanzar a las semifinales de la Conferencia Este. Nueva York no ha cerrado una serie en su propia cancha en 25 años, desde el Juego 6 de las finales de la Conferencia Este en 1999, y no ha ganado una serie de playoffs en temporadas consecutivas desde que avanzó a las finales de la Conferencia Este en 2000.
Cuando Deuce McBride anotó un tiro brincado con 28.9 segundos para poner a Nueva York arriba por 6, el entrenador de los Sixers, Nick Nurse, pidió un tiempo y durante los siguientes tres minutos la multitud llena hizo tanto ruido que el palco de prensa incluso temblaba.
“Fue difícil”, le dijo Nurse a ESPN, cuando se le preguntó cuál era el ambiente en la reunión en ese momento. “Aparte de lo que acabo de decir: ‘aún es un juego de dos posesiones’. Tuvimos una jugada convocada para intentar que Tyrese consiguiera un triple y la ejecutaron”. Entonces, Nurse sonrió. “Todo estuvo bien después de eso, ¿verdad?” Se podría decir eso. Incluso después de todos los eventos ocurridos en esos últimos 30 segundos -Maxey recibió una falta de Robinson en el triple y anotó el tiro libre; Josh Hart anotó uno de dos tiros libres; Maxey se detuvo justo dentro de la mitad de la cancha y encestó un triple para empatar el marcador; y luego el tiro potencial de Jalen Brunson para ganar el juego fue bloqueado por Nicolas Batum, lo que provocó que Maxey dejara escapar un rugido mientras ambos equipos regresaban a sus bancas- todavía quedaban cinco minutos de tiempo extra por jugar.
Y aunque Brunson anotó los nueve puntos de Nueva York en tiempo extra, terminando con 40 puntos con 15 de 32 de campo en poco menos de 51 minutos, fue la combinación de Maxey y Joel Embiid, quien a pesar de terminar con su primer triple doble de playoffs estaba descontento con su actuación personal, que incluyó tres grandes jugadas defensivas en los últimos 90 segundos del tiempo extra para cerrar el marcador.
Pero en una noche en la que Embiid -que se perdió la práctica de tiro por una migraña, está jugando con parálisis de Bell, una condición neurológica que afectó el lado izquierdo de su cara, y todavía se está recuperando después de regresar de una cirugía de rodilla a principios de este mes- acertó 7 de 19 tiros de campo y tuvo nueve pérdidas de balón en lo que llamó una actuación “terrible”, dijo que estaba emocionado de que Maxey pudiera dar un paso al frente y darle una victoria a Filadelfia.
“Esta noche, obviamente basándose en las circunstancias y sabiendo lo que se necesitaba, basándose en lo que estaba pasando y en que yo no podía ser yo mismo, simplemente tenía que hacerlo”, dijo Embiid, que terminó con 19 puntos, 16 rebotes, 10 asistencias y 4 tiros bloqueados. “Y lo hizo. Por eso es un jugador tan increíble”.
Ambos equipos ahora pasarán las próximas 48 horas preparándose para el Juego 6 el jueves por la noche en el sur de Filadelfia, luego de que tres Knicks eclipsaron los 50 minutos el martes y cuatro 76ers jugaron al menos 47.
Y después de que Filadelfia se recuperó de su desmoralizante derrota en el Juego 2 al hacer que Embiid anotara 50 en el Juego 3, ambos equipos también saben que en una serie que, a lo largo de cinco juegos, ha visto a Filadelfia superar a Nueva York por un total de dos puntos, seguramente habrá otro final tenso en ese.
“Suena a cliché, pero estoy tratando de mejorar el juego”, dijo Maxey. “Sé lo que tenemos que hacer en 48 horas y no podemos dejar que esto pase. Tenemos que verlo como un partido completamente nuevo. Nuestra temporada volverá a estar en la línea el jueves”