Lo de Pachuca fue fantástico y sobrecogedor. A puro futbol. La grandeza del compromiso tuzo apabulló a la presunta grandeza del América.
LOS ÁNGELES -- Lo de Pachuca fue fantástico y sobrecogedor. A puro futbol. A pura rabia. A pura lealtad. A pura devoción. A pura fe. La grandeza del compromiso tuzo apabulló a la presunta grandeza del América.
Los Tuzos, finalistas de Concachampions. Este miércoles sabrán si encararán a Rayados o Columbus Crew.
¿América?, será un voyerista, un fetichista, un mirón, un estalqueador, un fisgón con llagas, uno más de los segregados del Mundial de Clubes.
Lo de Pachuca fue un golpe al sistema. Al autoritarismo. Al establishment pernicioso, al grupo de poder y en el poder del futbol mexicano.
Lo de Pachuca fue ejemplar. Ha sido más histórico que anecdótico.
Pachuca exhibió a farsas y farsantes. Desnudó a las millonarias parias de la cartera, y de los que desconfían del jugador mexicano.
Pachuca aniquiló a los directivos corruptos, a los que contratan por decenas a técnicos mediocres, a futbolistas mediocres, para proyectos mediocres.
Lo de Pachuca es el insulto a quienes segregan y repudian al jugador mexicano, a quienes prefieren poblar de extranjeros nivel pelagatos a la Liga Mx.
Pachuca puso en el patíbulo al resto de las lacras y parásitos del futbol mexicano, a los corruptos, a los directivos voraces que viven en contubernio constante con promotores y entrenadores.
Pachuca magnificó la lealtad a un proyecto, al futbolista mexicano, a la fe en sus condiciones, exhibiendo incluso a cerca de 15 jugadores que han sido o son seleccionados nacionales de otros países y que pomadosa y jactanciosamente fueron incapaces de defender la grandeza del América.
Porque lo de Pachuca es apedrear la casa de cristal de los errores, las trampas y el valemadrismo de la Federación Mexicana de Futbol y la Liga Mx, y claro, al hoy humillado y vapuleado amo del futbol mexicano, al titiritero, a Emilio Azcárraga Jean.
Porque esta noche de martes, Guillermo Almada abofeteó con guante blanca a la recua perversa de la MultiPropiedad, con Grupo Orlegi, Grupo Caliente, Grupo Azteca, que bloquearan su llegada a la Selección Mexicana, para ornamentar su espantapájaros del antojo y de las vísceras, Diego Cocca.
Porque ciertamente en la historia del Grupo Pachuca, también hay un cúmulo de errores, de abusos, de cohechos, de tráfico de influencias e intereses, pero al menos, en la cancha, ganan indulgencias, más allá de que siempre, Jesús Martínez, debe estar bajo sospecha.
Pero, en futbol, en el terreno de juego, en la suma de emociones, de temperamentos, de honestidades competitivas, Pachuca le dio un golpe letal al América, y de pasó al sistema, al establishment y al Castillo de la Pureza donde se perpetran todos los pecados que el lado oscuro del futbol prohíja.
Sí, en términos llanos: lo de Pachuca fue un periodicazo en el hocico a La Famiglia del futbol mexicano.