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Leónidas fue el gran personaje del Mundial de Francia 1938

Leónidas, la primera gran figura mundialista de Brasil Leónidas

Como pocas veces en la historia de las Copas del Mundo, el mejor futbolista de Francia 1938 se ganó ese reconocimiento más por su ausencia que por su presencia. Brasil perdió en semifinales contra Italia porque el entrenador Ademar Pimenta decidió darle descanso a Leónidas, su mejor futbolista y el artífice de la buena campaña del Seleccionado sudamericano. Aquella fue quizás la primera decisión inexplicable de un técnico en un Mundial.

"Le dejo descansar para la final", afirmó antes del choque contra los italianos el director técnico brasileño. Pimenta creía que su equipo le ganaría sin problemas a los campeones del mundo reinantes y por eso decidió no incluir a su mejor elemento. Sin embargo, el conjunto europeo ganó 2-1 y logró el pasaje a la gran final, que luego le ganó a Hungría en el Estadio de Colombes. Tras el torneo, el DT no pudo volver a Río de Janeiro por el odio popular contra su persona y debió refugiarse unos días en Montevideo.

Leónidas Da Silva convirtió siete goles en los cuatro encuentros que disputó en el campeonato. Su primera anotación fue en el debut contra Polonia en el Stade de la Meinau de Estrasburgo. Ese día, el Diamante Negro anotó tres tantos: a los 18 minutos del primer tiempo, a los 44 del segundo y a los 14 del primer tiempo extra. Brasil obtuvo un triunfo impresionante, por 6-5 en el duelo con mayor cantidad de goles del Mundial.

La tercera de sus anotaciones quedó en la historia no sólo porque sirvió para desnivelar el marcador en ese partidazo, sino por la forma en la que se produjo. En el inicio del tiempo extra, Leónidas se dio cuenta de que se le había descocido el botín derecho, por lo que se acercó al banco de suplentes para que se lo reparen. Sin embargo, los asistentes tardaron demasiado y el jugador decidió volver a la cancha sin ninguno de los dos zapatos. Así marcó el gol. El árbitro no se dio cuenta por el lodo que cubría sus pies.

Luego, el atacante de Flamengo, quien también pasó a la historia como el "inventor de la chilena", anotó el único gol de su equipo en el empate 1-1 frente a Checoslovaquia por los cuartos de final. En el juego desempate, Leónidas volvió a festejar, ya que logró la igualdad parcial que luego desniveló su compañero Roberto en el segundo tiempo.

Sin dudas, Da Silva había sido el mejor futbolista del torneo hasta ese momento. Todos los intentos ofensivos del Seleccionado sudamericano lo tuvieron como principal protagonista y su capacidad de definir un resultado era una de las armas más poderosas de Brasil. Por eso, el entrenador Pimenta tomó la arriesgada decisión de hacerlo descansar en la semi, algo que le costó la eliminación. Aunque el goleador tenía una leve lesión, estaba en condiciones de jugar como titular. Tras la derrota, afirmó: "Brasil debió ganar el título".

Leónidas volvió al primer equipo en el duelo por el tercer puesto, ante Suecia. Ese día, en Bordeaux, anotó el tercer y cuarto gol de Brasil en la victoria 4-2 que subió al podio a la Selección sudamericana. Es decir, que sólo no pudo marcar en el partido que no jugó. Increíble pero real.