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Adaptación, secreto de César Ramos

Para el relevista César Ramos, su arribo al Condado de Orange, en la presente temporada, para vestir los colores de los Angelinos de Los Ángeles, ha sido un trámite muy simple, en cuanto a la vida fuera del parque de pelota.

Después de todo, Ramos, un hijo de migrantes mexicanos, establecidos en Pico Rivera, California, conoce como a la palma de su mano esta región.

Al egresado de la Universidad Cal State en Long Beach, le ocupa, más bien, en esta su primera temporada como aureolado, adaptarse a una nueva división, dentro de la Liga Americana, ya que viene de jugar durante las anteriores cuatro campañas, con los Rays de Tampa Bay, en el sector del Este del mismo circuito.

“Todavía me voy acomodando a una nueva división, y voy a seguir por ese rumbo, mientras todo siga yendo bien, para tratar de ayudar al equipo en lo más que pueda, a ver cómo terminamos en la temporada”, reveló el lanzador zurdo, en conversación con ESPNDeportes, este martes, en Anaheim.

¿Qué cambia de la División Este, donde jugaste para los Rays, con la del Oeste, donde te encuentras ahora?

“No, pues la pelota es la misma. Pero enfrento a otros bateadores, a otros zurdos, a nuevos rivales, son otros equipos. Porque antes, la lucha directa era contra los Yankees de Nueva York, Medias Rojas de Boston y hoy tengo qué vérmelas con Seattle, contra Houston. Hay que conocer mejor a los nuevos bateadores a los que uno va a enfrentar y tener un plan, para que no te sorprendan”.

¿Cambian mucho los parques de pelota entre las divisiones?

“El jardín derecho en el Yanqui Stadium, está muy corto y el jardín izquierdo, en Boston, pues ni qué hablar. Estar en esta división ayuda un poco al lanzador, debido a que los parques son un poco más grandes y unos cuantos pies de distancia, hacen una gran diferencia para nosotros.”

Se asegura que entre la Liga Nacional y la Americana, existe mucha diferencia, ¿Cómo te sentiste cuando saliste de Padres de San Diego para ir jugar a Tampa?

“Sí, ahí hay más cambios, con el abridor, en cómo va el juego cuando hay corredores en base, si le toca batear, y otras situaciones que aquí en la Liga Americana no existen, con el bateador designado.”

¿Te gusta batear?

“Sí me gusta, pero no puedo, ja, ja, no la hago, cuando me ha tocado batear. Estoy muy lento con el bat.”

Pero a Ramos no le pagan para que empuñe el tolete. Lo suyo, es salir a sofocar incendios y hasta el momento, le ha ido bien.

En la presente campaña, luego de 26 actuaciones, en las que ha lanzado un total de 14 entradas y 2 tercios, ha acumulado marca de 2-0, con efectividad de 2.50. Ha caminado a 3 bateadores y registra 14 chocolates, mientras que solo ha permitido un cuadrangular.

Además, César Ramos ha acumulado una seguidilla de 7 actuaciones monticulares sin aceptar carrera alguna a la oposición.

Su primer triunfo, como jugador de los Angelinos, fue el 17 de abril, en Houston, enfrentando a un solo bateador, obligándolo a dar un batazo para doble matanza que puso fin al episodio.

El segundo triunfo, lo consiguió frente a los Rockies de Colorado, el pasado 13 de mayo.

El zurdo apagafuegos ha salido sin recibir carrera en 22 de sus 26 presentaciones este año, además de que ha dejado en los senderos a 24 de los 29 corredores en base que ha heredado durante sus apariciones monticulares.

“Me siento contento, porque aquí me han dado una buena oportunidad y eso es una gran ventaja que he aprovechado. Y ahora, solo queda seguir ganando, hasta quedar en el primer lugar en la división.”

César fue compañero de Jered Weaver en Cal State Long Beach. Debutó en grandes ligas el 16 de septiembre de 2009, con los Padres, en un juego contra Arizona.

Con los Padres estuvo hasta la temporada de 2010 y entre 2011 y 2014 perteneció a Tampa.

El 5 de noviembre de 2014 fue adquirido por los Angelinos.

Sus inicios, como pelotero, fueron a una edad muy temprana, según nos relata:

“Desde niño, con mi tío Lalo y mi papá, nos la pasábamos jugando a la pelota en el patio trasero de la casa, en Pico Rivera, ahí fue que me enamoré de este juego, hasta que llegué a los Padres”.