Con marca profesional de 11-2, Ricky Turcios apareció como uno de los favoritos en la plantilla del peso gallo de The Ultimate Fighter. Cumplió con el pronóstico y este sábado enfrenta a su compañero Brady Hiestand en la final en el UFC Apex.
Luego de ser seleccionado en el equipo de Alexander Volkanovski, Turcios venció a dos de los mejores del equipo de Brian Ortega, primero a Dan Argueta y luego a Liudvik Shiolinan, en la que fue considerada mejor pelea de la temporada.
El peleador nacido en Houston, Texas, de padre salvadoreño y madre filipina pudo cambiar así su destino, ya que hace cuatro años falló en su intento de llegar al UFC, cuando perdió con Boston Salmon en el Dana White’s Contender Series.
“Ese día no fue mi día, fue la primera vez que perdí en el octágono. Es tu tiempo cuando es tu tiempo. Estuve feliz esta vez, porque fue la redención, gané dos veces en el octágono y ahora voy por mi tercera pelea en la final de The Ultimate Fighter, no podría escribirlo mejor. Aprendes de las perdidas y de las ganadas, estoy más listo que nunca en mi vida”, dijo Turcios en entrevista con ESPN Deportes.
Turcios aparece orgullosamente en la jaula con sus dos banderas, El Salvador y las Filipinas. Aunque representa a los Estados Unidos, el ver a sus padres cumplir sus metas lo inspira a no rendirse.
“Mi padre, mis abuelos, mis tíos, todos vinieron de El Salvador. Me hace muy feliz poner la bandera en alto, soy primera generación nacido en Estados Unidos, ellos vinieron por la oportunidad. Porque todos ellos cumplieron el sueño, un buen trabajo y una casa. Estoy feliz por ellos”, confesó.
Llegar a la final en contra de Hiestand no le genera conflicto a Turcios, aunque fueron compañeros, y espera que sea un elemento que haga la pelea todavía más interesante.
“Hice amigos con todos los del equipo Volkanovski. Fue muy chévere, como no estamos cerca de la familia, estábamos comiendo juntos, entrenado juntos, sudando juntos, hablando de nuestros sueños. Te conviertes en hermanos, entrenando duro por el mismo sueño. Brady y yo estuvimos muy cerca, estoy feliz por él y como quiera tenemos que pelear. Está bien”, agregó.
Turcios visualiza el momento de regresar al octágono del Apex, donde ya ganó en dos ocasiones. “Tendremos respeto antes de la pelea, también después de la pelea le daré un abrazo. Pero somos guerreros, como yo lo respeto mucho le tengo que dar con todo, con toda la fuerza de mis manos y mis piernas y sé que él me lo va a dar todo también. Va a ser una buena pelea.”, consideró el peleador del equipo Alpha Male.
Durante la temporada, Ricky se mostró como uno de los más extrovertidos y asegura que ni los intentos de Brian Ortega por hacerlos enojar afectaron el buen ambiente de Team Volkanovski, que tiene los cuatro finalistas de la temporada.
“Cuando hicieron la broma de los burros me dio mucha risa, porque en la casa no tenemos nada que hacer y me gusto más cuando llevaron las serpientes. No salió mucho en el show, pero pude cargar a una de las serpientes y acariciarla y era como tener un zoológico en el gimnasio”, confesó.
Turcios y Hiestand se enfrentan en la final de las 135 libras, mientras que Bryan Battle y Gilbert Urbina lo harán en las 185 libras este sábado en el UFC Apex en un evento estelarizado por la pelea de peso pluma entre Giga Chikadze y Edson Barboza.