Tras 19 peleas en peso gallo, el originario de Chone, Ecuador tiene su primera oportunidad al título. El rey de las finalizaciones en la categoría quiere hacer historia para su país.
Latinoamérica conoció a Marlon Vera en la primera temporada de The Ultimate Fighter. Era uno de los más jóvenes entre los 16 peleadores, pero ya tenía una historia conmovedora.
El peleador de Chone, Ecuador tuvo que dejar su país para avanzar en su carrera. Tuvo que pelear en promociones de Perú, Panamá y México mantenerse activo y cumplir el objetivo de ser un profesional.
Tras seis meses en el primer programa de desarrollo del UFC, donde compartió entrenamientos con actuales figuras como Brandon Moreno o Yair Rodriguez en Albuquerque, Nuevo México, Chito logró entrar al reality show para representar a su país en el equipo Latinoamérica, con Fabricio Werdum como entrenador.
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Vera tenía una motivación especial para ganar el torneo del peso gallo, su hija Ana Paula había nacido con el síndrome de Moebius, que provocaba alteraciones en su rostro y le impedía sonreír.
El premio económico era trascendental para poder pagar su cirugía. Chito ganó su primera pelea con una patada ascendente ante el mexicano Henry Briones, pero tuvo que salir de la semifinal por una enfermedad.
Con el corazón roto abandonó la casa, pero la promoción le cumplió la promesa de que tendría una oportunidad y debutó en UFC 180 en la Ciudad de México en noviembre de 2014.
Ahí arrancó una carrera que probablemente termine entre los mejores de la historia de las 135 libras.
De la decepción a la pelea por el título.
En una época en la mayoría de los peleadores exigen desde el micrófono oportunidades al título, Chito Vera es un caso especial.
Su primer combate en el octágono fue una derrota ante Marco Beltran y el futuro sería incierto. Pocos presagiaban que un día pelearía por el título.
En la siguiente aparición sometió a Román Salazar y comenzó a mostrar una importante evolución.
Se mudó a California, donde comenzó a entrenar con el Team Oyama y más tarde quedaría de fijo con Jason Parillo.
En los siguientes años se caracterizó por tomar peleas que otros rechazaban, a veces en corto aviso, subiendo a 145 libras y sin importar si tenía que viajar a Australia, Inglaterra o Argentina para enfrentar a sus oponentes.
Lejos de una carrera privilegiada, Chito recorrió la ruta más larga a la cima.
"Hicimos ese camino, nosotros, mi persona, los otros latinos de The Ultimate Fighter, Brandon logró ser campeón, Yair peleó por el cinturón, fue campeón interino. Tenemos esas historias en nuestras espaldas, abrimos el camino y trajimos a muchos latinos en el UFC. Hay muchos latinos que buscan este sueño, alguien como Brandon me motivó mucho a mí y estoy seguro que voy a motivar a muchas personas", considera el peleador de 31 años.
Veintidós peleas después, (19 de ellas en peso gallo) toca la puerta del título ante un rival que ya venció en Sean O'Malley.
Esa victoria abrió la puerta al mejor momento de su carrera, ganó seis de las últimas ocho ante los rivales de mayor nivel, como Jose Aldo, Dominick Cruz, Pedro Munhoz, Frankie Edgar o Corey Sandhagen. A pesar del par de tropiezos, sus nocauts lo llevaron a avanzar ente los rankings y ganarse a los fans que en Miami se le entregaron durante toda la semana de la pelea.
Los 40 y tantos reporteros que hicieron el viaje a Florida son pocos comparados con los ecuatorianos que lo estarán apoyando en la tribuna y desde casa.
Ganar el cinturón, puede cambiar su vida, pero también marcaría un capítulo en la historia del deporte ecuatoriano: "Va a ser algo gigante, no me gusta adelantarme a los hechos, porque se puede perder el enfoque", considera.
Además del título, Marlon está atacando los récords más relevantes de su categoría.
Ya es el líder histórico de finalizaciones con 10, está a un nocaut de alcanzar a TJ Dillashaw de empatar en el primer lugar y a una victoria de alcanzar a Aljamain Sterling como el máximo ganador en la división.
Después de ganar el campeonato de peso gallo de UFC en agosto, "Suga" Sean O'Malley busca llevar su juego al siguiente nivel en el evento principal de UFC 299.
Pero más allá de las cifras, que han sido consecuencia de su perseverancia, el motor sigue siendo el mismo, su familia, que lo ha acompañado en todo el campamento: "Mi mayor ilusión, darle ese cinturón a ellos, son los que me llevan a trabajar cada día más fuerte", asegura.
El enfoque en O'Malley y un futuro 'Convencional'
Aunque ganó la primera pelea. O'Malley ascendió al título antes, en gran parte por su racha de victorias, pero también impulsado por su potencial como estrella global.
Eso no ha alterado al sudamericano, siempre respeto las decisiones del UFC, cuando lo hicieron esperar y también ahora, cuando saltó desde el quinto lugar del ranking para enfrentar al estadounidense.
Chito no ha mostrado mucho interés en las declaraciones de Sean, ni en el descrédito hacia su victoria en la primera pelea ni en los retos a Ilia Topuria, campeón de las 145 libras o al boxeador Ryan García.
Él se ve como un campeón en el peso gallo y ahí quiere construir su legado, enfrentar a los retadores que se lo merezcan y no seguir el camino de Conor McGregor, que pudo hacer mucho dinero, pero nunca defender un cinturón: "Preferiría una carrera con varias defensas que una sola victoria", confiesa.
Con la oportunidad, Chito pone a Ecuador en una lista donde solo México y Cuba habían estado como los países de Latinoamérica de habla hispana con un representante en peleas de campeonato de UFC, por eso sabe que llegar al cinturón no será sencillo.
"Es una pelea dura, de alto nivel, pero la recompensa es muy grande", declara el retador.
UFC 299 definirá al monarca de las 135 libras del UFC este sábado en el Kaseya Center de Miami, donde Chito Vera busca ser el primer campeón nacido en Ecuador en la historia de la promoción.