Nota del editor: esta historia se publicó originalmente antes de la pelea de Nate Díaz contra Leon Edwards en julio del 2021.
El avión privado ingresó a su hangar en Phoenix el domingo, poco después de las 5 p.m., hora local. Transportaba pasajeros que aboradaron la aeronave pocas horas antes en Stockton, California. Sin embargo, llevan años en medio de un viaje largo y extraño.
Nate Díaz llegó para participar en UFC 263 acompañado por sus amigos. Los mismos que pueden recordar cuando él llegaba a los sitios a bordo de un Honda acribillado por las balas; o de aventón, en el Chrysler Sebring modelo 1995 de un amigo. Estos días, el medio de transporte es distinto, pero Díaz sigue siendo esencialmente el mismo: la peculiar superestrella que logró mantener una autenticidad que ayuda a estrechar nexos dentro de su equipo.
You know it's going to be a BIG fight week when @NateDiaz209 arrives on a private jet 🛩
— UFC_Asia (@UFC_Asia) June 8, 2021
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Diaz, de 36 años, se inició en la práctica del jiu-jitsu brasileño cuando tenía aproximadamente 14 años, en parte, porque sabía que en el gimnasio le daría comida caliente después de las sesiones de entrenamiento. Bajo la tutela del renombrado Cesar Gracie, y siguiendo los pasos de su hermano Nick Díaz, Nate evolucionó hasta convertirse en cinturón negro del jiu-jitsu brasileño, dándose a conocer por su creatividad en las sumisiones y un característico strike, simbólico de su combativa formación: el Stockton Slap. Sus éxitos en el Octágono, entre los que se incluye ganar la quinta temporada de The Ultimate Fighter en 2007, junto con su falta de pretensiones, le han hecho ganarse el afecto de una numerosa y leal afición. Actualmente, Díaz es uno de los peleadores más populares del mundo, que se codea con celebridades de la talla de Leonardo DiCaprio y Post Malone.
Este sábado, Díaz se enfrentará a Leon Edwards en un crucial combate a cinco asaltos de peso welter en UFC 263, que se llevará a cabo en Glendale, Arizona. No será el evento estelar, o siquiera el coestelar; sin embargo, la pelea Díaz-Edwards puede considerarse como el enfrentamiento más anticipado dentro de un programa lleno de talento, que incluye dos peleas de campeonato y será transmitido por el sistema de “pago por evento”. El ganador podría tener la oportunidad de verse las caras con el actual campeón del peso welter Kamaru Usman.
Díaz bajó del avión, rodeado por compañeros y amigos que conocen a la superestrella de la UFC a un nivel distinto al de su personaje público. Lo conocen como el hermanito menor de Nick, de rostro rudo y fumador de hierba. Conocen al chico con gran sentido del humor, que asumió con elegancia cuando le salía el tiro por la culata en un sketch emitido en el programa nocturno “Jimmy Kimmel Live!” de la cadena ABC. Conocen al amigo leal que, en una ocasión, surtió el refrigerador de un amigo que pasaba por un mal momento. Y recuerdan al hombre que se dio cuenta que había llegado la hora de asumir liderazgo. Estas son sus historias.
[Nota del editor: Algunos contenidos fueron editados por motivos de brevedad y claridad].
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Los primeros años
“Mi primera vez viendo pelear a Nate”
Nick McDermott es uno de los amigos más viejos y cercanos de Díaz. Actualmente labora como su fotógrafo personal.
Se involucraba en muchas peleas de niño. Si alguien decía algo, él respondía: “Muy bien, peleemos”.
Recuerdo una vez en el campo de béisbol de Morada. Un chico mayor y Nate se insultaban mutuamente. Nate tenía probablemente 11 o 12 años. El otro chico estaba acompañado por un montón de gente.
Nate reunió a todos sus amigos y decía: “Este tipo hablaba mie--- de mí”. Todos fueron allá, y este chico y Nate pelearon aproximadamente por media hora. El muchacho era como tres o cuatro años mayor que Nate, pero fue una pelea bastante alocada. Fue mi primera vez viendo pelear a Nate. Diría que ganó Nate, pero fue una pelea larga y alocada.
“Estos chicos eran realmente pobres”
Cesar Gracie es un legendario entrenador de jiu-jitsu brasileño y fue el primer coach de Nate en las artes marciales.
Empezó [a entrenar] conmigo cuando tenía aproximadamente 14 años. Creo que Nick tenía 16. Estos chicos eran realmente pobres. Nate no tenía dinero para comprar comida o cualquier otra cosa. La verdad, empezó a entrenar jiu-jitsu porque, todos íbamos a comer algo después de entrenar. Comprábamos comida, tacos o algo así. Era muy barato. Los camiones de tacos eran muy comunes en Stockton.
Era una forma de decir: “Pues bien, tengo hambre, y si todo lo que tengo que hacer es practicar jiu-jitsu y boxear, ¿todos nos vamos a comer? Maravilloso”.
“Había sangre esparcida por todo el auto”
Rudy Hernández es amigo de infancia de Díaz y compañero de entrenamiento por largo tiempo.
Pasábamos el rato en Charter Way, que no era el barrio más agradable de Stockton. Tuvimos un altercado y uno de nuestros amigos recibió un disparo en el brazo.
Todos salieron corriendo. Arrojamos a nuestro amigo dentro del auto y condujimos hasta el hospital. Éramos yo, Nathan y nuestro amigo. Una locura. Había sangre esparcida por todo el auto, pero logró sobrevivir.
Nathan estuvo tranquilo. Creo que vio muchas cosas mientras crecía. No habla mucho de ello.
“Nos veían como si fuéramos comediantes”
Gilbert Meléndez fue campeón del peso ligero de la promotora Strikeforce, veterano de UFC y ha sido compañero de entrenamientos de Díaz por largo tiempo. Recuerda sus sesiones de grappling bajo la atenta mirada del ex campeón de Strikeforce Jake Shields, quien entrenó a Meléndez y Nick Díaz.
Mis primeros encuentros con Nate fueron prácticas de grappling en la lona. Fueron sesiones muy silenciosas y tranquilas, y solo seguíamos las instrucciones de nuestros entrenadores.
Con el pasar del tiempo, hicimos verdadera conexión porque nos divertíamos mucho y nos reíamos, y éramos similares. Disfrutamos del viaje.
No creo que nuestras metas en ese momento eran convertirnos en los más rudos del mundo. Nos veían como si fuéramos comediantes, con Jake y Nick siendo tan serios. Así es Nate. Es un gran líder, un gran capitán. Aunque también ayuda a mantener a todos conectados. Ilumina un salón al entrar. No sólo debido a quién es o lo que ha logrado, incluso lo hacía antes de alcanzar todo ello. Lo hacía con sus chicos y su equipo. Hoy en día, se mantiene fiel a ello.
La evolución
“El Stockton Slap es real, hermano”
Andre Ward es campeón de boxeo retirado. Actualmente, labora como comentarista de boxeo de ESPN. Empezó a entrenar con Díaz cerca de 2010.
Trabajé con él por varios años durante mi carrera como boxeador profesional, particularmente cuando me preparaba para enfrentarme a un zurdo. Representó algunos de los trabajos más difíciles que he afrontado como profesional. Es zurdo, y normalmente no tengo problema con los zurdos, pero Nate es incómodo. Propina muchos golpes desde ángulos complicados.
Y el Stockton Slap es real, hermano. No es que hiera. Es simplemente irrespetuoso. Piensas: ¿realmente me golpeaste con eso? Y luego viene, boom boom. Te propina más golpes. Es cuestión de volumen, en vez de poder.
Y él no se cansa. Puede soportar los golpes, puede propinarlos. Cada vez que lo enfrentaba, tenía que presentarme con mi mejor nivel.
“No se dieron cuenta de que se fue”
Joe Lauzon es veterano de UFC y formó parte del elenco de The Ultimate Fighter 5 con Díaz.
Es evidente que a Nate no le encanta atender a los medios, aunque ha mejorado en ese aspecto. Recuerdo cuando tuvimos que hacer las sesiones fotográficas promocionales de The Ultimate Fighter. La UFC solía ser terrible con las fotos. Actualmente, se tardan 15 minutos desde el momento que llegas hasta que te vas. Pero solía durar cerca de dos horas, si tenías suerte.
Nate iba justo antes de mí y se cansó de esperar. Por eso, se fue y corrió aproximadamente 6 millas de vuelta al hotel en Las Vegas. No se dieron cuenta de que se fue y tuvieron que rastrearlo. Les hizo despachar otro auto para que lo recogieran. Me morí de la risa y sabía exactamente cómo se sentía.
“Me arrojó como a una muñeca de trapo”
Maynard James Keenan es cantautor y músico, ganador de múltiples premios Grammy. Es mejor conocido como el cantante de la banda Tool. Adicionalmente, ostenta un cinturón morado en jiu-jitsu brasileño.
He practicado un poco de jiu-jitsu brasileño con Nate. Mejor dicho, me arrolló. Me arrojó como a una muñeca de trapo. Hicimos algo parecido a un arrollamiento.
Cuando peleas con alguien de la talla de Nate Díaz (y me imaginaría que contra un luchador de la talla de Demian Maia), lidias con un nivel de entendimiento del arte totalmente diferente. Yo podría ahondar en temas muy específicos y raros, pero simplemente hay que ver las transiciones. Tienes que aprenderlas y sentirlas.
No fue tanto un momento en el que pensé: “Santo Dios, tengo tantas cosas por aprender”. Nate no tuvo que someterme. Ves, hacía cualquier ajuste y a partir de ahí, podía concretar cinco sumisiones y ni siquiera se molestaba en hacerlas. Solo nos veía fijamente a los rostros y yo pensaba: “Oh, Dios”.
“Apaga el reloj”
Daniel Roberts es veterano de la UFC y ex compañero de entrenamientos de Díaz.
Pasé varias semanas en su casa de huéspedes. Fui a ayudarlp antes de su combate contra Benson Henderson en 2012. Yo también era muy bueno con el grappling. Así que, practicábamos y se produjo un estancamiento. Él decía: “¿Quién es este tipo?”. Luego dijo: “Apaga el reloj”. Y eventualmente, pasó mi guardia. Tenía una resistencia que era una locura. Eso fue gracioso. Sin reloj. Pensé: “Oh, hombre”.
Y él come sano de verdad. Después de la pelea, yo fui a un McDonald’s. Nick se acercó y dijo: “¿De quién es esta comida de McDonald’s?” Fue todo un shock. Como si acabara de cometer un delito o algo así. “¿Quién come esta porquería?” Creo que compré un Gatorade, como si el Gatorade fuera saludable. Decían: “¿Quién compró Gatorade?” Creía que lo estaba haciendo bien. Nate ingiere muchos alimentos libres de gluten. Todo muy limpio. Orgánico. Yo también pude saborear la diferencia, y sentí la diferencia cuando estuve con él.
“Todos necesitan un amigo como Nathan Díaz”
Hernández recuerda un momento en el que Díaz demostró el nivel de compromiso de su amistad.
En 2012, un auto me atropelló en Las Vegas. Me insertaron una barra de titanio en la pierna; y ahí estaba, pensando que no volvería a caminar. Tuve que someterme a una cirugía, porque se trataba de una fractura compleja de mi fémur derecho. Estuve hospitalizado durante varios días.
Nathan se aparece. Yo no le dije nada, él se enteró. Abordó el próximo vuelo a Las Vegas y me trajo un montón de vitaminas [del supermercado naturista] Whole Foods. Me dijo: “No tomes esa mir---. No tomes analgésicos. Toma esto, porque esto hace aquello. Si te sientes de cierta forma, prueba hierbas o algo así”. Me trajo un montón de hierbas, todo natural, cosas curativas.
Fue bueno verlo. Todos necesitan un amigo como Nathan Díaz… todos. Estaba pasando por un momento difícil, trabajaba a medio tiempo y pagaba arriendo en un apartamento de Las Vegas ese mismo año. Él pudo haberse alojado en una habitación de hotel, pero se quedó conmigo. Quería ver qué ocurría, ver cómo me iba.
Se percató de que mi refrigerador estaba vacío. Fue [al supermercado] Smith’s y compró víveres. Pensé: “Oh, se va a quedar toda la semana”. Y se fue al día siguiente. Le dije: “Te las puedes llevar”. Respondió: “No te preocupes, amigo. Todo bien”. Me cuidó. No te lo dirá, pero te lo demostrará.
“Nate te pondrá trampas así”
Gracie recuerda el día en el que Díaz presentó a Steve Heath, uno de sus entrenadores, a Kron Gracie, primo de Cesar, ex combatiente de UFC y destacada figura del jiu-jitsu brasileño.
Nate sabía lo que iba a pasar, y eso fue lo gracioso.
Kron nunca había conocido a Steve en su vida, y Steve decía: “Ustedes los Gracie, están sobrevalorados”. Kron dice: “¿Quién demonios es este tipo?” Steve dice: “Tienes esa estrangulación desde la espalda, el rear-naked choke. Crees que funciona. Te apuesto a que yo me puedo librar de ellas”.
Kron es muy talentoso con el grappling. Agarra a Steve, le pone en posición de estrangulación y dice: “Muy bien, a la cuenta de tres. Uno, dos …”
Steve portaba un arma de electrochoque, y la aplicó sobre la pierna de Kron. Nate está a un lado, riéndose. Kron suelta la llave y comienza a perseguir a Steve por todo el gimnasio. Iban de un lado al otro, como si fuera un sketch de comedia. Nate te pondrá trampas así.
'Tienen que comprar algunos cinturones nuevos'
Mikey Singh Hothi es miembro del consejo de la ciudad de Lodi, California, estudiante de Nate Díaz y cinturón marrón de jiu-jitsu brasileño.
Nuestro gimnasio de jiu-jitsu brasileño en el Nick Diaz Academy es conocido por los cinturones y lo difícil que es conseguir uno. Mucha gente de otros gimnasios se estaba transfiriendo al nuestro porque obviamente querían entrenar con Nate y Nick. Así que tendríamos un montón de estos cinturones azules de gimnasios menores y fuimos notorios por degradarlos.
Había tres de nosotros cinturones blancos en el matre, y había tres cinturones azules de diferentes gimnasios que estaban allí. Tenía un cinturón blanco enrollado con cada uno de los cinturones azules de los otros gimnasios. Y cada cinturón azul fue sometido por un cinturón blanco.
Después, hizo que todos se alinearan y dijo: "Ok, todos quítense el cinturón". Todos ponemos nuestros cinturones en el suelo. Yo estaba como, "Dios mío, este es el momento en que voy a conseguir mi cinturón azul". Estaba muy emocionada. Se acercó y recogió los tres cinturones blancos que estaban en el suelo y se los dio a los cinturones azules, como, "Está bien, ustedes deben usar estos ahora".
Y recogió los tres cinturones azules del suelo, nos miró y dijo: "Ustedes tienen que comprar algunos cinturones [blancos] nuevos" y simplemente salió fuera del matre.
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El punto de inflexión
Es hora de ser el jefe
Randy Spence es el entrenador de Díaz, compañero de entrenamiento y amigo desde hace mucho tiempo.
Nathan era un soldado. Simplemente hizo lo que le dijeron. Creo que a la larga le ayudó porque pudo ver todas las complejidades y entender cómo funcionaba todo.
Luego, cuando llegó el momento de salir de su caparazón y hacer su movida, estaba un poco por delante del juego. Cuando llegó el momento adecuado para él, dijo: No puedo ser un soldado, es hora de que yo sea el jefe.
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Hizo esa movida justo alrededor de la pelea de Rafael dos Anjos en Arizona el 13 de diciembre de 2014. Está listo para pelear contra dos Anjos, pero las circunstancias no fueron grandiosas [Díaz perdió por decisión unánime]. Estaba un poco herido y dijo: "Voy a pelear con uno de los mejores tipos del mundo y realmente no me pagan". Creo que fue una bendición disfrazada. Yo diría que fue entonces cuando realmente tomó sus propias riendas y corrió con ellas. Y lo descifró.
Cuando fuimos a pelear contra Michael Johnson un año después, sé que suena como un cliché, pero él planificó todo lo que iba a suceder. Sabía lo que iba a hacer. Sabía que iba a ganar. Sabía que cuando ganara, iba a llamar a Conor McGregor de una manera que no se podía negar. Fue genial verlo hacer una misión y hacerla realidad. Si algo podía personificar a Nathan fuera del octágono, fue esa semana.
Nick ya no peleaba tanto y Jake ya no peleaba tanto. Fue como un giro de guardia. Fue como: me senté y esperé y dejé que siguieran su curso. Él lo internalizó como: Es mi turno de salir y hacer lo que puedo hacer. Nadie lo detuvo jamás. Solo sabía que el panorama estaba abierto para él.
Las peleas de McGregor
'Nate los tiene comiendo de su mano'
Dave Sholler es el ex vicepresidente de relaciones públicas, marketing y desarrollo de atletas de UFC, y es el actual vicepresidente ejecutivo de comunicaciones de los Philadelphia 76ers. Recuerda la primera conferencia de prensa para la pelea Díaz-McGregor en marzo de 2016. Ocurrió en el UFC Gym en Torrance, California, y se concretó en poco tiempo después de que Díaz aceptó la pelea para reemplazar al lesionado Rafael dos Anjos.
Lo que siempre me llamó la atención sobre Nate Díaz fue que algunos tipos en el juego de las peleas son realmente buenos para promocionar, exagerar y saber cuándo está encendida la luz roja de la cámara. Obtienes un Nate Díaz 100% auténtico todo el tiempo.
Recuerdo que alguien hizo una pregunta en particular sobre el día de pago que iba a recibir del pago por evento, como, "¿Qué vas a hacer con este pago, el más alto de tu carrera?". Nate dijo: "No sé, probablemente solo voy a comprar un montón de mie---". No creo que la gente se dé cuenta de que Nate es realmente cómico. Y parte de su expresión natural es orgánicamente divertida, pero cuando quiere activar el factor cómico, también sabe cómo hacerlo.
Cuando estás en el negocio de los deportes y el entretenimiento, puedes sentir el momento cuando algo es oro. Miré hacia el UFC Gym y vi a todos estos fanáticos que aparecieron con poca anticipación, y Nate los tenía comiendo de su mano. Conor estaba haciendo lo mismo.
Luego viene el cara a cara. Es uno de los frente a frente más geniales que he presenciado en vivo. Tienes a estos dos tipos que están llenos de emoción, claramente hay animosidad. Es una casa llena, dos equipos que se unen: Irlanda contra Stockton, California. Recuerdo que pensé: "Si algo sale mal aquí, esto no solo será una de las cosas más locas que sucederá en la historia de UFC, sino que no estoy seguro de que podamos recuperar el control".
'Recibí amenazas de muerte de los fanáticos'
Jon Anik es el locutor principal de UFC jugada por jugada y fue el locutor No. 2 en ese papel antes de la pelea de Díaz en UFC 196 con McGregor en marzo de 2016. Anik recuerda la conmoción creada cuando habló en un podcast antes de esa pelea sobre conseguir un tatuaje 209 como un homenaje a los hermanos Díaz, cuya ciudad natal de Stockton tiene un código de área 209.
Dije en el podcast que si Nate Díaz puede vencer a Conor McGregor casi sin una preparación real [de campamento], me haré este tatuaje 209. Luego dije en el programa que podría hacérmelo de todos modos solo por respeto a lo que estos tipos significaban para las artes marciales.
No esperaba que eso se extendiera como la pólvora. Ciertamente no esperaba que esto se registrara en el radar de Nate Díaz durante la semana del PPV. Lo que comenzó como un divertido podcast fue interpretado como una predicción difícil por parte del locutor de reserva contra Nate Díaz.
Estoy sentado en casa y él dice en la conferencia de prensa posterior a la pelea: "Será mejor que Jon Anik se haga un maldito tatuaje 209 o le voy a patear el trasero". Recibí amenazas de muerte de los fanáticos. Como, "Si no te haces ese maldito tatuaje, iré allí y te lo daré yo mismo".
Sinceramente, una vez que provocó la ira de Nate en cualquier grado, me iba a hacer el tatuaje, ganara o perdiera. Así que obviamente fue una mejor historia cuando ganó la pelea. El tatuaje en mi brazo izquierdo fue entintado cinco días después.
Recuerdo que unos meses después lo vi por primera vez desde que me hice el tatuaje y pidió verlo. Creo que fue un rápido enterramiento del hacha. Entendió que, en última instancia, no estaba tirándole o faltándole el respeto. No podría haber sido más cálido y cordial con todo el asunto cuando fácilmente podría haberlo tomado como algo personal.
'Tal vez Hollywood Boulevard Superman va a ser golpeado'
Sal Iacono es escritor y personalidad de "Jimmy Kimmel Live!", conocido mejor como Cousin Sal.
Tenemos un momento en el que entrevistamos a personas en la calle y hacemos que digan cosas malas sobre alguien, y luego alguien está allí para tocarles el hombro. Normalmente se dan la vuelta y dicen: "Uh-oh, lo siento, no lo dije en serio" o "No dije nada". Pero lo tenemos grabado y la corremos de vuelta.
Cuando lo hicimos con Nate antes de su segunda pelea con Conor McGregor en 2016, fue una locura. Hicimos llamadas en frío y conseguimos gente de gimnasios y academias de MMA locales. Tuvimos gente que vino a Hollywood Boulevard. Así que teníamos muchas ‘ratas de gimnasio’ con mucha valentía. Mucha charla basura en contra de Nate. Entonces Nate, en sincronización perfecta, se acerca por detrás y toca al tipo en el hombro. Y siguieron adelante, como idiotas. Como, "Sí, dije eso, y lo digo en serio. Sí, dije que te iban a patear el trasero. No saldrás del primer round". Yo pensé, "¿Qué diablos está pasando aquí?" Si Nate me tocaba en el hombro, habría corrido directamente hacia el tráfico con la esperanza de que un autobús turístico de dos pisos me golpeara allí mismo, en Hollywood Boulevard. Y estas personas se le oponen aún más.
Fue buena gente al respeto en el primero, pero luego en el segundo, dijo: "Oye, ¿qué está pasando aquí?". Y luego, para el tercero, es como, "No voy a seguir haciendo esto todo el día a menos que pueda golpearlos". Luego se volvió hacia mí. Soy el bromista de "Jimmy Kimmel Live!" Recuerdo que durante unos 30 minutos le expliqué: "Amigo, no. Lo siento. No tengo ni idea de por qué está yendo así". No sabía con quién iba a desquitarse. Pensé, tal vez Hollywood Boulevard Superman va a recibir un golpe en la mandíbula.
Me sentí mal por Nate porque no sabía qué hacer. Su instinto natural con alguien que lo llama es simplemente darle un codazo al tipo en la mandíbula y luego terminar con eso. Fue lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que ese no era el camino a seguir en esta situación. Por un minuto, pensó que les habíamos incitado a hacerlo. "¡Kimmel Live!" haciendo un programa de bromas y tal vez pensó que lo traicionamos. Así que ahora yo soy el tipo en peligro, tratando de explicarle: "No, no, no, estos son un montón de idiotas. No sé por qué parecen ser tan valientes en esta situación". Nunca, nunca pensé que ese sería el resultado del segmento.
'Empecemos el show'
Chris Avila es un ex peleador de UFC y protegido de Díaz.
Recuerdo haber ido a la conferencia de prensa de UFC 202 y Nate llegó a tiempo. Decían que Conor llega tarde. Nate dijo: "No me importa, comencemos el espectáculo". Dana White dijo: "Tenemos que empezar; no importa quién llegue tarde". La conferencia de prensa comenzó, y Nate está bien con eso. Conor está tratando de emular una de las movidas de Nick o Nate llegando tarde, obviamente. Nate está haciendo la conferencia y Conor entra.
Entonces veo que Nate empieza a levantarse. Conor se sentó como, "Oh, estoy aquí". Justo cuando Conor se sienta, comienza a tratar de actuar de manera divertida, como si él fuera el espectáculo. Vi a Nate levantarse y empezar a caminar, como, "F--- esta mie---". Comenzó a salir e hizo que Conor se sintiera estúpido.
Nate tenía una botella de agua en un momento, y creo que se la tiró al compañero de equipo de McGregor, Dillon Danis, dándole con el objeto. Nos arrojaron una botella. Luego alguien más arrojó una botella, luego arrojaron otra botella. Había botellas de agua por todas partes por alguna razón.
Moviendo la aguja
'El tipo más amable de todos'
Travis Barker es el baterista de la banda de punk rock Blink-182 y fanático de las MMA desde hace mucho tiempo.
Filmé un video con TrippyThaKid y Lil Wayne, y resultó que Nate estaba en Los Ángeles. Simplemente pasó el rato y apareció en el video. No necesitó ningún cuidado especial, no pidió nada.
Esas son mis personas favoritas. No sos las personas más ruidosas de la sala. Simplemente un gran tipo para pasar el rato.
Sería muy diferente si no conociera a Nate, porque simplemente diría, "Apuesto a que ese tipo tiene un chip en el hombro". Es tan incomprendido. Sin embargo, creo que los hijos de ---- más malos son así. No hablarán mucho ni estarán fuera de control ni serán agresivos. Hasta que no aprietas sus botones, no eres testigo de eso. Él es el ejemplo clásico de eso. En serio, es el tipo más amable de todos. El tipo más dulce.
'Tengo al presidente viniendo aquí'
Spence recuerda la vez que el presidente Donald Trump asistió a UFC 244: Jorge Masvidal vs. Nate Díaz en el Madison Square Garden.
Fue la primera vez que el presidente de los Estados Unidos asistió a una pelea de UFC. Nathan dijo: "Tengo al presidente viniendo aquí; esto es grande". Nathan estaba entusiasmado con eso.
Tuvimos que tomar el camino más largo hasta la arena porque tuvieron que bloquear algunas cuadras para el presidente. Para no hacernos esperar, lo querían allí a las 3 en punto. Nathan no opera de esa manera. Él estaba como, "No". No habría peleado hasta la medianoche. No valió la pena, así que simplemente lo hicimos. Tuvimos una escolta policial. Caminamos unas tres cuadras hasta la arena. Se detuvo y habló con todos al entrar.
Cuando llegamos estábamos a punto de irnos a nuestro camerino, pero ahí llegaba el presidente. Así que tuvimos que esperar en el pasillo durante casi 40 minutos para esperar a que el presidente pasara. No sé cuáles son sus creencias políticas y todo eso, pero el presidente básicamente vino a ver pelear a Nathan. Eso fue genial.