Cuando Brandon Moreno salió de The Ultimate Fighter las esperanzas de entrar a UFC eran pocas. Fue el sembrado número 16 y perdió en su primera pelea. No obstante, los entrenadores de esa temporada se convencieron rápidamente de que el mexicano tenía futuro y muchos le abrieron las puertas.
Uno de ellos fue TJ Dillashaw, el entonces campeón gallo que no hizo mucho alarde sobre su apoyo, pero fue uno de los más importantes.
El estadounidense vuelve después de dos años al UFC, tras cumplir una suspensión de USADA, ante Cory Sandhagen, y además de disfrutar ese momento, está feliz de su aportación en el proceso del tijuanense, que hoy es campeón del peso mosca.
“No pudo pasarle a alguien mejor, conocí a Brandon Moreno después de The Ultimate Fighter porque (Joe) Benavidez lo estaba entrenando. Vino a Colorado y entrenó con nosotros, con Dwayne Ludwig, se quedó en mi casa en California. Yo sabía lo duro que es, su mataleón es uno de los mejores con los que he trabajado, una vez que toma tu espalda es como una mochila, muy difícil de salir”.
Como peleador y persona, Moreno contagia su buena vibra, y Dillashaw comparte hace más de cinco años.
“Me emociona lo que ha hecho con su carrera, desde hacer piñatas en Tijuana hasta ser el campeón mundial del UFC, es increíble, ver su desarrollo y su desempeño, el candado al cuerpo, la lucha, la confianza con la que enfrentó a Figueiredo y lo arrolló. Era una pelea dura y se vio muy dominante, no puedo estar más feliz”, explicó el estadunidense.
Uno de sus más grandes rivales, Cody Garbrandt, ha anunciado que bajará al peso mosca y aparece como uno de los probables rivales de Moreno. Algo que para TJ no es descabellado.
“Yo sí lo veo bajando, nunca fue un 135 muy grande, tiene piernas pequeñas. En nuestras peleas se veía muy ligero cuando entraba a la jaula, así que sí lo veo bajando de peso y sería una buena división para él, puede competir con los mejores y lo veo como un buen rival para Moreno. Garbrandt tiene un nombre, una marca detrás de él y sería una buena pelea para ver”, explicó en entrevista con ESPN Deportes.
Y aunque parece obvio que Dillashaw no buscaría retar al mexicano, bajar al peso mosca ya no está en sus propios planes, luego de la mala experiencia ante Henry Cejudo.
“Yo nunca daré 125 libras de nuevo, por eso me metí en problemas. Me maté literalmente para hacerlo, pensé que estaba bien. Me veía muy marcado y en el momento pensaba que era bueno, pero ahora vemos mis fotos y no me veía bien, no me veía sano. Yo subo hasta 160 libras sin verme gordo. No hay manera de que regrese a 125”, sentenció.
Dillashaw enfrentará a Sandhagen en el estelar de UFC Vegas 32 este sábado en el UFC Apex.