Llegó la primera victoria del menor de los hermanos en la máxima categoría del Mundial y lo hizo nada menos que de local, en el GP de España. Fabio Quartararo fue segundo y Pecco Bagnaia, tercero. ¿Y el hexacampéon? Se fue al piso y llegó 12º.
A Álex Márquez siempre le tocó vivir bajo la sombra de su laureado hermano Marc, tres años mayor. No se trató de una cuestión de edad, sino de éxitos. Cuando el más pequeño de la pareja desembarcó en el Mundial de motociclismo en 2012, Marc estaba en su quinta temporada y ya contaba con un título de Moto3 y en ese año sumaría la segunda corona, en Moto2. Álex jamás sintió ni celos ni enojos, todo lo contrario, siempre fueron hermanos súper unidos. La brecha entre ambos en lo deportivo creció estrepitosamente cuando Marc llegó a MotoGP y ganó seis coronas en sus primeros siete torneos. Álex siguió con lo suyo, y se quedó con el 1 en Moto3 en 2014. El salto a Moto2 le costó más que a Marc, pero alcanzó el título en su su quinto campeonato. Y llegó nomás el momento de compartir pista en MotoGP. Álex llegó en 2020, justo cuando comenzó el calvario de Marc, con esa lesión de húmero derecho que lo tuvo más en el quirófano que en los circuitos durante dos años. Y después vinieron los tiempos de una Honda inmanejable. Álex, mientras tanto, hacía su camino, aunque sin éxitos.
En 2024, Marc, cansado de caerse y de sufrir la falta de competitividad de Honda, pegó el portazo y se subió a una Ducati del equipo Gresini, escudería a la que Álex había llegado en 2023. Y el mayor volvió a los primeros planos y ganó tres citas con las motos del team de Nadia Padovani. ¿Quién era el primero en felicitarlo ante cada buen resultado? Álex. Es más, Marc vive en su lujosa casa de Madrid con su novia y… sí, su hermano. Unidos, siempre. Pero en la pista, Álex siempre era el hermano de.
Para 2025, el hexacampeón se mudó al equipo de fábrica de la casa de Borgo Panigale y comenzó a destruir a sus rivales en pista. Volvió aquella máquina de ganar y ganar, con Álex, casi siempre, segundo. El menor escaló al segundo puesto del podio en las tres primeras fechas del año y en todos los sprint. El triunfo estaba cerca, lo sentía, lo olía. Y llegó nomás en el GP de España, quinta cita del Mundial, en Jerez de la Frontera.
Álex construyó su triunfo de manera sensacional. Y a la cita faltó Marc, quien se fue al piso en la cuarta vuelta y se fue al fondo. Su hermano quedó tercero y avanzó. Primero superó al alicaído Pecco Bagnaia (no gana ni cuando no está Marc) y fue a la caza del renacido Fabio Quartararo. Esperó su momento y superó al francés para liderar con comodidad hasta el final.
El piloto del equipo Gresini no salía de su enorme emoción. Quería abrazarse con cada uno de los 101 mil espectadores que vivieron su triunfo en Jerez de la Frontera. Regaló guantes, botitas… No se quedó en calzoncillos de milagro. Llegó al parque cerrado, estaba papá Pichote… Y, claro, Marc dejó su box, saltó las vallas y se abrazó con su hermano menor.
Cuatro días después de cumplir 29 años, Álex se dio el gran gusto de su carrera deportiva y se anotó en la lista de ganadores de MotoGP. Los Márquez es la primera pareja de hermanos que logran vencer en la máxima categoría del motociclismo. “Es el mejor regalo de cumpleaños, que la primera sea acá en Jerez, no lo puedo creer. Es increíble, quiero disfrutar todo esto, no podía pedir más. En todos los momentos soñé con esto, la verdad que quería tener la concentración, mantener mi ritmo, no darle chance a nadie”, dijo Álex. Como bonus track, se fue de Jerez como líder del torneo, con un punto de ventaja sobre Marc. “El hermano de” es cada vez más Álex.