BERNA -- En un partido que tuvo mucha más violencia que fútbol, Hungría venció 4-2 a Brasil y se clasificó para las semifinales del campeonato del mundo. El duelo entre dos de los grandes favoritos a ganar el torneo quedó en manos de los europeos, que supieron manejar mejor la ansiedad tras dos horas repletas de incidentes.
Así relató el periódico La Vanguardia el partido: "Los húngaron sorprendieron a los brasileños al iniciarse el encuentro, pues a los cuatro minutos ya tenían un tanto a favor, por Hidegkuti. Cuatro minutos más tarde, Hungría marcaba su segundo tanto por mediación de Kocsis, un jugador oportunista que posee el don de la colocación. Los brasileños se habían enterado entonces que era el jugador más peligroso y que había que marcarle. Pero ya era un poco tarde con un 2-0 por delante.
Durante el primer cuarto de hora, Hungría se mostró superior. Pero poco después cambió la fisonomía del encuentro y los brasileños pasaron a ser dominadores y comenzaron a atacar. El guardameta húngaro Grosic salvó brillantemente un tiro potente de Julinho. Nuevo avance del Brasil y cuando el delantero centro, Indio, se disponía a rematar a muy pocos metros del marco, Lorant cometió un penalty indiscutible que Djalma Santos transformó en el primer tanto del Brasil.
Este tanto -2 a 1- excitó los ánimos de ambos bandos y se inició entonces un juego duro por parte de ambos equipos. Con juego igualado en el segundo cuarto de hora, el partido se inclinó después a favor del Brasil, que tuvo varias ocasiones para empatar. A última horamse lesionó el extremo derecha húngaro, Joseph Toth, que dejó el campo, y en el segundo tiempo siguió cojeando. La primera parte terminó con ese 2-1.
Seguía el juego duro en el segundo tiempo, en cuyos comienzos jugaron mejor los brasileños. Sin embargo, en una escapada, Mihaly Toth hizo un pase a Kocsis que fue derribado por Pinheiro. Fue penal, que Lantos convirtió en el tercer tanto. Seis minutos más tarde, Brasil marca su segundo tanto por mediación de Julinho.
Después Boszik y Nilton Santos se pegan en el campo, por lo que el árbitro les expulsó. Brasil domina, con ocasiones para marcar. Un tiro de Didi da en el larguero. Pero, en pleno dominio, Hungría marca por mediación de Kocsis el tanto de la victoria definitiva, cuando faltaban dos minutos para terminar. Así termina el partido, con 4 a 2. Hungría mostró superioridad en sus combinaciones, en sus pases cortos precisos y en su técnica, mientras el Brasil fue superior en el juego por alto y en velocidad.
EL CAOS EN LOS VESTUARIOS
Tras el final, muchos partidarios de ambos equipos saltaron al campo para pegarse. La batalla siguió en el vestuario donde intervinieron jugadores, entrenadores y directivos. Varios testigos presenciales afirmaron que Puskas le pegó un botellazo a Pinheiro, abriéndole una brecha por encima del ojo. Los entrenadores de los dos equipos también tomaron
parte activa en la pelea. La policía fue llamada por los altavoces y la batalla terminó cuando apareció en los vestuarios, poniendo paz entre fos combatientes.
El diario deportivo suizo Der Sports, afirmó en su editorial que el encuentro de fútbol entre Brasil y Huigría ha sido "el más sucio del Campeonato y constituye un insulto a la deportividad".
En tanto, se supo que Brasil presentó una protesta contra el arbitro inglés Ellis. La objeción fue basada en que el segundo tanto de Hungría, logrado fuera de juego, fue dado válido, y el tercero, marcado de penal, fue concedido a los húngaros por error del arbitro.
Por su parte, el entrenador del equipo húngaro, Sebes, decidió cancelar la gira que iban a realizar a Sudamérica
los equipos húngaros Honved y Voerces Labogo. Además, dijo que Hungría elevó una protesta contra los jugadores
brasileños por sus actos en los vestuarios después del encuentro.