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BERLIN (EFE) -- El delantero Lionel Messi está destinado a sustituir a Diego Armando Maradona como el nuevo mesías del fútbol argentino, según el ex jugador Jorge Valdano. En declaraciones publicadas el por el diario "Süddeutsche Zeitung", un día antes del decisivo partido Alemania-Argentina de cuartos de final del Mundial en Berlín, Valdano anticipa que Messi será el "nuevo mesías del fútbol". "Cuando juega Messi, me molesto mucho con los jugadores que no le pasan el balón. Me da igual si Messi marca goles. Lo importante es que tenga el balón", comenta entusiasmado el ex futbolista y entrenador del Real Madrid. Sobre la decisión del seleccionador argentino, José Pekerman, de dejar en el banco varias veces a Messi en el Mundial de Alemania, Valdano explica que admira mucho a Pekerman, "pero lo admiraría aún más si hubiese permitido jugar a Messi desde el comienzo". El ex futbolista y escritor argentino nacionalizado español soslaya la pregunta sobre otras figuras destacadas en la selección de su país natal y comenta que, aparte de Messi, lo más importante es el balón, que "por su inmensa importancia, conviene cuidarlo mucho". También encuentra palabras de elogio hacia el equipo alemán por su nuevo estilo de juego y la fantasía que emplean sus jugadores, "esta máquina alemana, que ahora tiene un sonido distinto" y que le ha permitido llegar a cuartos de final. Al hablar de Maradona, al que se ha visto apoyando a la selección argentina en el campo contra Costa de Marfil (2-1) en Hamburgo o contra Serbia y Montenegro (6-0) en Gelsenkirchen, Valdano opina que el astro del fútbol argentino "ha dejado una especie de nostalgia nacional". "En el momento que Maradona se retiró del fútbol activo, dejó traumatizada a Argentina. Maradona fue más que un futbolista genial. Fue un factor extraordinario de compensación para un país que en pocos años vivió varias dictaduras militares y frustraciones sociales de todo tipo", apunta el ex entrenador del Real Madrid. A su juicio, Maradona ofreció a los argentinos "una salida a su frustración colectiva y por eso la gente lo adora allí como una figura divina". Valdano explica que desde hace 30 años existen en su país natal dos imágenes completamente contradictorias del fútbol. Una lleva el nombre del ex seleccionador nacional César Luis Menotti, que apuesta por el juego, mientras que el técnico Carlos Salvador Bilardo favorece la búsqueda del resultado. "Creo que esta lucha entre las dos escuelas ha creado una especie de esterilidad" en Argentina, apostilló el ex técnico. Sobre el Mundial, señala que jamás había asociado un torneo mundial de fútbol con una fiesta tan grande y expresa su impresión de que se ha establecido una comunicación especial entre el público y el equipo alemán. A todo ello se une una "invasión pacífica de miles de japoneses, australianos y mexicanos, para citar sólo a los que han viajado medio mundo para llegar a Alemania y estar aquí". También indica que el seleccionador germano, Jürgen Klinsmann, ha desempeñado un gran papel en que los alemanes se identifiquen con el fútbol y que este deporte cobre más fuerza simbólica que la política, la cultura o el arte. "Klinsmann ha demostrado que puede trabajar con la cabeza y transmitir a los jugadores el sentido de alegría y aventura, que irradia esta selección", añade. En la entrevista con el "Süddeutsche Zeitung", Valdano aprovecha la ocasión de arremeter contra los políticos, que siempre "hacen lo que quieren tanto si Argentina gana como si pierde" en un país en el que el fútbol es una patología. En su opinión, también el intelectual argentino ha debido ajustarse a la locura del fútbol, que en su país ocupa todas las mentes. Recordó que en el Mundial de Argentina, en 1978, el escritor Jorge Luis Borges comenzó a dar una conferencia sobre la inmortalidad justo en el momento en que se pitaba el comienzo del partido. Valdano sentenció que hoy esta actuación "sería impensable, incluso en el caso de un literato tan provocador como Borges".
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