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La historia de vida de Ricardo Montero

En el año 1975 el mexicano Ricardo Montero no practicaba ningún deporte, y su cuerpo llevaba un importante sobrepeso. Tenía 40 años de edad y pesaba 90 kilos. Al sentirse mal consigo mismo, decidió dar un golpe de timón y comenzó a correr. A poco de realizar sus primeros kilómetros, un entrenador lo ayudó a organizarse y en diciembre de ese año participó de su primer 10k, lo que según sus palabras fue una experiencia que le hizo "sentir que era posible tener una vida sana y saludable".

En los 10 años siguientes, no sólo que participó en muchas carreras sino que además logró una notable mejora en su performance, subiendo muchas veces a los podios. Sus progresos siguieron y en el año 1990, en la Maratón de Los Angeles (EE.UU.) cronometró 3 horas 34 minutos y 27 segundos para los 42k, algo que parecía totalmente imposible sólo unos años atrás.

Por aquellos tiempos el running no era una actividad tan popular como lo es ahora, y las carreras no tenían demasiados inscritos por los que las categorías en disputa eran limitadas. Si bien sus marcas eran más de aceptables, varios organizadores de carreras no permitían que atletas de más de 50 años sean de la partida, lo que significó un problema para Ricardo. Luego de reiteradas insistencias pudo competir en carreras de calle y maratones, pero el mismo problema se repitió cuando cumplió 60 años.

Una década más tarde, el problema pasó a ser otro: a los 70 años ya no había corredores en su categoría por lo que aunque le gustaba correr, no encontraba motivaciones para competir. Fue entonces que se fijó una meta que lo haga continuar: llegar a correr 1.000 carreras. Fue así que en ocho años -desde 2006 hasta marzo de 2014- Montero corrió 275 carreras, es decir unas 37 por año. Pero luego, al visitar a su médico, tuvo una mala noticia: su próstata no estaba bien, y debía operarse cuando aún le faltaban 25 carreras para llegar a su objetivo, algo que difícilmente pudiera hacer luego de la cirugía. Fue entonces que Ricardo decidió dejar todo en manos del destino, y a pesar de todo continuó corriendo.

El 19 de octubre de 2014, en la Ciudad de México, a sus 80 años de edad terminó su ansiada carrera número 1.000. Luego de recibir la medalla de finisher, fue homenajeado y premiado con un trofeo especial. Desde allí hasta la fecha corrió, y finalizó otras 12 competencias. Y en cuanto a su cirugía de próstata, esta fue descartada por su médico, quien asegura que ahora lo ve mucho mejor.

Según sus propios registros en estas cuatro décadas Ricardo corrió, entre competencias y entrenamientos, unos 70.000 kilómetros. Participó en todo tipo de carreras: de 5k, 10k, 21k y maratones, incluyendo 6 en New York, 3 en Los Ángeles y varias en la de Ciudad de México. Lo que se dice, un verdadero correcaminos.