Los All Blacks fueron contundentes y derrotaron a Irlanda por 42-19 en el Eden Park, estadio en el que no pierde hace 28 años, en lo que correspondió al primer encuentro de los tres partidos que disputarán entre ambos por la ventana de julio.
Irlanda comenzó en la noche de Auckland concentrado, con el foco puesto en ganarle con las formaciones fijas y no dejar que pase la mitad de cancha y así lo fue, al menos por un momento. Keith Earls sorprendió al a las 48.195 personas en el Eden Park con un try a cinco minutos comenzado el partido. A Nueva Zelanda le costó entrar en juego, ante la presión del equipo europeo.
Sin embargo, Leicester Fainga’anuku casi llegó a apoyar en su debut tras una sensacional temporada con Crusaders, pero Jordie Barrett apareció con su palomita para dar vuelta el orden del juego. Luego, tras un error en el manejo de los pases por El Trébol, Beauden Barrett metió un tackle fundamental e hizo que los irlandeses perdieran la pelota y que Sevu Reece cumpliera con su cometido: apoyar el try.
A los europeos, de tener un altísimo nivel, se les inclinó cuesta arriba sumándole la salida repentina deJohnny Sexton por un golpe en la cabeza, el cual lo obligó a salir por protocolo y Joey Carbery tomó su lugar. Por su parte, Quinn Tupaea y Ardie Savea, quien disputó su partido 60 con la camiseta negra, facturaron para ir a los vestuarios 28-5.
En la segunda mitad, Irlanda hizo un espejo como en el inicio del primer tiempo, metió presión para no dejar jugar y Garry Ringrose descontó para los de Europa. A pesar de ello, Savea floreció con un doblete para dejar atrás toda ilusión de la visita en meterse en el duelo. También, Pita Gus Sowakula tuvo su soñado debut con los All Blacks y con una conquista cerca del final del encuentro, con todo el reconocimiento de sus compañeros tras la acción.
Por otro lado, el conjunto dirigido por Andy Farrell tuvo dos ocasiones clarísimas de try, pero que con las revisiones del TMO, la tecnología le denegó los diez puntos que hubiesen sido de gran ayuda a nivel mental. Por último, Bundee Aki sumó los puntos finales para Irlanda con la conversión de Carbery, en la derrota en el Eden Park.