Todavía hay mucho por perder

Las palabras del DT millonario Manuel Pellegrini sobre que el objetivo "no era el campeonato" cayeron mal, incluso entre sus jugadores, y aunque el título sea inalcanzable el panorama todavía puede empeorar

BUENOS AIRES -- Las secuelas por la derrota del domingo ante Boca permanecen fresquitas y desmienten con fuerza la teoría de que River ya no pelea por nada en las cinco fechas que quedan del Apertura. ¿Acaso no se juegan mucho Manuel Pellegrini y sus jugadores en la recta final?

Más allá de que Independiente se encamina con paso firme y de que nada ni nadie parece poder privarlo de la consagración, el panorama en el club de Núñez todavía está a tiempo de oscurecerse mucho más de lo que el sentido común aconseja.

Porque más allá de que sería temerario pedir el alejamiento de Pellegrini, un técnico probadamente exitoso y capaz, ¿alguien puede atreverse - tratándose de un club como River, que a lo largo de la historia se "devoró" a tantos peces gordos- a garantizar la continuidad del chileno si el equipo acumula nuevos derrapes en los partidos que faltan, entre los que se encuentran otros dos clásicos: el del domingo ante los suplentes de San Lorenzo y el de la última fecha frente a Racing, ambos como visitante?

La idea de los dirigentes es respetarle el contrato a Pellegrini (vence en junio del año próximo) e incluso poder extendérselo si es que los resultados acompañan.

Pero hay que ver si, en caso de una tormenta fuerte, Pellegrini tiene la personalidad y la entereza suficientes para quedarse en el cargo. Pellegrini debe estar arrepentido de sus declaraciones del domingo, cuando se refirió a la inmadurez de su equipo, y también de lo que dijo el martes: "El objetivo nunca fue ganar el campeonato".

LOS JUGADORES, INDIRECTAMENTE, LE CONTESTARON
De hecho, el miércoles varios jugadores lo dejaron indirectamente mal parado al término de la práctica.

Dijo Angel Comizzo, el único de los referentes que habló después del traspié ante el histórico rival: "En River, ser segundo no sirve de nada".

Soltó Ricardo Rojas, abonado al perfil bajo, cuando le preguntaron sobre los supuestos pecados de juventud del equipo: "En el torneo pasado, de jugadores jóvenes como D'Alessandro y Cavenaghi se hablaba que los querían clubes muy importantes del exterior. Con muchos de estos jugadores salimos campeones".

Tiró Víctor Zapata, otro que habla poco pero de vez en cuando dice alguna cosita picante: "En River siempre se jugó a ganar todo".

Lo riesgoso, para Pellegrini, es que el plantel se le vaya de las manos como fuerza colectiva. ¿Es verdad que Celso Ayala y Andrés D'Alessandro están distanciados desde el ominoso 5-0 sufrido ante Banfield?

Otra cosa: cuando Carlos Bianchi dirigía a Boca, ¿alguna vez un futbolista declaró ante la prensa algo diferente a lo expresado por el "Virrey"? Estamos en democracia, es cierto, pero se sabe que en el fútbol hay palabras que pueden causar bastante más daño que el imaginado.

Al igual que el martes, Norberto Alvarez volvió a decir presente en el entrenamiento realizado el miércoles, aunque no realizó declaraciones.

La cara de Pellegrini y de algunos jugadores, como Leonardo Astrada y Ayala, denunciaban que el sentimiento de frustración por haber perdido con Boca será difícil de amilanar.

LA PRACTICA PASO A SEGUNDO PLANO
Por eso pasó a un segundo plano el partido de práctica que ordenó el chileno, quien tendría pensado realizar dos variantes obligadas para visitar por primera vez desde que está en River a San Lorenzo, su querido ex club: Diego Barrado y Esteban Fuertes por Luis González y Alejandro Domínguez, ambos lesionados.

Los que seguramente jugarán el domingo (Comizzo; Ariel Garcé, Ayala, Martín Demichelis, Rojas; Barrado, Astrada, Zapata; Andrés D'Alessandro; Fernando Cavenaghi y Fuertes) les ganaron 4-1 a un equipo de suplentes conformado por José María Buljubasich; Gabriel Pereyra, Javier Gandolfi, Guillermo Pereyra, Matías Lequi; Nelson Cuevas, Marcelo Gómez, Juan Pablo Raponi; Damián Alvarez; Maximiliano López y Luciano Leguizamón.

En 37 minutos de fútbol, los suplentes empezaron ganando con gol de Alvarez, mientras que los titulares lo dieron vuelta a través de Cavenaghi, Fuertes en dos ocasiones y D'Alessandro.

El plantel volverá a entrenarse el jueves a las 16.30, nuevamente en el predio de Ezeiza, bien lejos de la cocina del Monumental, allí donde el presidente José María Aguilar hace números y más números para ver si el dinero le será suficiente para conseguir los refuerzos que el equipo necesita para estar en condiciones de pelear seriamente la Libertadores de 2003, el gran objetivo tanto de los dirigentes como del técnico.

Pero para eso todavía falta. Y falta bastante.

-DYN

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