"El pinchazo cada vez se siente más y, al jugar sin tanta sensibilidad en el pie, el esfuerzo es doble. Pero ahora es cuestión de aguantar un partido más y por eso el domingo espero estar para jugar ese partido tan importante para nosotros", comentó el "Rolfi", quien no se quiere perder por nada del mundo el gran choque del domingo a las 17.10 en el Nuevo Gasómetro.

Montenegro se lesionó el tobillo izquierdo en el empate 2-2 de la decimoquinta fecha ante Nueva Chicago, el 2 de este mes, y a partir de entonces su nivel de juego sufrió un pronunciado bajón, similar al pozo futbolístico en el que ingresó el equipo.

Si se repara en que Montenegro volverá a ser infiltrado para poder jugar, la conformación del equipo para enfrentar a San Lorenzo no tiene interrogantes.

Así, los once que el domingo buscarán el título local después de ocho años serán: Leonardo Díaz; Juan José Serrizuela, Hernán Franco, Gabriel Milito, Juan Manuel Eluchans; Lucas Pusineri, Diego Castagno Suárez, Pablo Guiñazú; Federico Insúa, Montenegro; y Andrés Silvera.

Pese a que Américo Gallego recién permitió el ingreso de la prensa cuando faltaban diez minutos para el final de la práctica, se supo que el miércoles realizaron fútbol informal y leves tareas físicas bajo las órdenes del profesor Jorge Fleitas.

Al igual que en la previa del agónico y festejado 1-1 ante Boca Juniors, Gallego decidió concentrar al plantel cuatro días antes del partido. Los jugadores se reunirán el miércoles por la noche en el Hotel Presidente y el jueves, luego de la práctica en el estadio, se trasladarán al Hotel Sheraton de Pilar, localidad en la que se entrenarán el viernes y sábado.

El partido del domingo, para el que se prevé la presencia de ochocientos efectivos policiales, puede definir en favor de Independiente el torneo Apertura, ya que los "rojos" llegan con una ventaja de tres puntos sobre Boca, que recibirá a Rosario Central, comprometido con el descenso pero entonado por su victoria 1-0 del último domingo ante Banfield.