De esta forma, Gaspart pone en manos de los socios compromisarios su continuidad para concluir los dos años y medio de mandato que aún le quedan, después de desoír los consejos de algunos de sus colaboradores más inmediatos, como el ya dimitido Joan Castells, quien le emplazó a adelantar las elecciones a la primavera para hacer gobernable la entidad, ante el estado de crisis aguda que vive el Barcelona.

"El presidente aceptará lo que diga la voluntad de la asamblea", ha confirmado Gaspart, quienes considera que los compromisarios son los "representantes legales de nuestra constitución (los estatutos del club".

El Barcelona ha organizado hoy la tradicional comida de Navidad con los informadores que suelen cubrir la información diaria de la entidad catalana, en una sala donde se han reunido algo más de 200 comensales.

Tras el almuerzo, el presidente barcelonista ha tomado la palabra para lanzar el mejor de los deseos en las fiestas navideñas, además de abordar algunos de los aspectos más llamativos de la actual crisis azulgrana.

"El Barca no funciona bien en el fútbol y en lo social, desgraciadamente, tampoco, porque los socios están disgustados", ha reconocido el presidente barcelonista, quien ha reprendido a los presentes el tono crítico con el que se están expresando para relatar la actualidad barcelonista.

No obstante, el mandatario barcelonista ha dicho que encaja la crítica, porque ésta se dirige a la persona, pero no acepta que se ponga en tela de juicio la integridad de la institución.

"En la sala hay mucha crítica y comentarios que no me gustan, pero creo que son cosas que tenéis que decir. El presidente del Barca que no entienda que debe ser así es que no ha entendido lo que es el Barcelona. Yo sí que lo he entendido, y sin hipocresías. Hoy nos hemos reunido, a pesar de estar diciendo cosas que no me gustan", ha reincidido Gaspart.

El presidente barcelonista ha asegurado que acepta la crítica, porque cuando "viví la gloria" también le gustaron los agasajos y las palmadas en la espalda.

Gaspart ha ironizado cuando ha subrayado que quizá no ha sabido explicar con claridad qué es lo que está haciendo ahora. "Todo esto se debe al sentido de la responsabilidad. Estoy haciendo lo que es correcto. Ahora no puedo dejar el Barca, porque las cosas no están marchando bien".

"La situación deportiva ha arrastrado el problema al ámbito institucional y esto ha incomodado a los socios", ha continuado Gaspart, quien ha vuelto a justificar por qué el día del partido contra el Sevilla prefirió salir el último del palco y someterse a una monumental bronca de los socios.

"Si los socios estaban disgustados, lo estaban con una persona (Joan Gaspart). No podía salir corriendo, porque no había motivo. La gente reaccionó como yo esperaba. No fue un acto de masoquismo. Tengo vocación de santo, pero no soy un mártir", ha argumentado el presidente del Barcelona.

Gaspart ha subrayado que es consciente "de la situación", pero ha asegurado: "La institución no está en crisis", aunque más adelante ha señalado: "El Barca no funciona bien en el fútbol ni en lo social".

El presidente del Barcelona ha dado muestras de liberación tras las dimisiones en los tres últimos días de los vicepresidentes Gabriel Masfurroll y Joan Castells.