Fail MaryGetty ImagesGB no olvida el "Fail Mary" aunque la caída de los pasados playoffs ante Seattle sea más fresca.

MÉXICO -- La NFL reveló su calendario para la campaña regular del 2015. Echamos un vistazo semana a semana a lo largo de las 17 jornadas del cronograma para tratar de identificar al juego más atractivo de cada fecha. Acá están nuestras recomendaciones:

SEMANA 1
Pittsburgh Steelers en New England Patriots.
Ben Roethlisberger y sus Steelers (ya sin el retirado Troy Polamalu), serán los primeros en recibir la oportunidad de abollarles la corona a los campeones reinantes Patriots y Tom Brady. Steelers y Patriots se han combinado para representar a la Conferencia Americana en nueve de los últimos 14 Super Bowls, conquistando seis anillos entre ambos durante este periodo. Nada mejor que un duelo entre dos mariscales de campo que en el futuro compartirán domicilio en los pasillos del Salón de la Fama en Canton, Ohio.

SEMANA 2
Seattle Seahawks en Green Bay Packers.
Aaron Rodgers y los Packers han perdido tres consecutivos ante los Seahawks, pero todos esos partidos ocurrieron en los ruidosos confines del CenturyLink en Seattle, incluyendo el Juego de Campeonato de la NFC de enero pasado. Ahora el choque ocurrirá en Lambeau Field, donde en el 2009 Green Bay obtuvo su último triunfo ante los Seahawks. Por si fuera poco, los Packers todavía no olvidan el "Fail Mary", triunfo de Seattle en el 2012 gracias a una controversial llamada de los oficiales de reemplazo, quienes dirigían el partido a causa de una huelga de los oficiales permanentes de la liga.

SEMANA 3
San Francisco 49ers en Arizona Cardinals.
Duelazo de la NFC Oeste entre dos equipos que deben demostrar que todavía cuentan con defensivas de élite. Los 49ers estrenan entrenador en jefe tras la partida de Jim Harbaugh, y una repentina racha de retiros ha dejado una interrogante enorme sobre lo que se puede esperar de San Francisco este año. No hay nada mejor que un duelo divisional para demostrar la fortaleza, y mejor si se trata de un equipo que también cuenta con una defensiva de primera línea. Si los Cardinals cuentan con un mariscal de campo sano para toda la temporada, podrían ser un equipo de cuidado en la postemporada.

SEMANA 4
Baltimore Ravens en Pittsburgh Steelers.
A lo largo de los últimos años, esta fue la rivalidad divisional N° 1 en la liga, hasta que los Seahawks y 49ers les arrebataron ese título. Este es el momento perfecto para que Ravens y Steelers revaliden ese título con un juego de horario estelar en jueves por la noche. Como todos los duelos entre estas dos franquicias, podemos anticipar durísimos golpes y poco cariño entre las plantillas.

SEMANA 5
New Orleans Saints en Philadelphia Eagles.
Hace dos temporadas, estos dos clubes chocaron en la Ronda de Comodines de la NFC, pero el año pasado, ambos cuadros decepcionaron al no lograr meterse a la postemporada. Ambos equipos llegan a la temporada luego de perder a sus mejores armas ofensivas, respectivamente: Jimmy Graham en New Orleans y LeSean McCoy en Philadelphia. Este duelo será un buen barómetro para medir qué tan bien se han podido recuperar después de esas salidas. Se trata de ofensivas explosivas, y aquí no faltarán los puntos en el marcador.

Andrew Luck, Tom Brady
Getty ImagesLuck y Brady se volverán a ver las caras

SEMANA 6
New England Patriots en Indianapolis Colts.
Otra revancha de la postemporada pasada, en este caso, se trata de la Final de Conferencia de la AFC. Andrew Luck no ha fallado llevando a Indy a los playoffs en sus tres campañas en la liga, pero todavía le falta dar el último paso hacia la grandeza. Tom Brady lo ha hecho en cuatro ocasiones. Duelo de mariscales de campo que definen dos generaciones diferentes, podría ser el cambio de estafeta oficial de Brady a Luck si este partido termina fungiendo como criterior desempate a la hora de ordenar la siembra en la siguiente postemporada.

SEMANA 7
Oakland Raiders en San Diego Chargers.
Este podría ser un duelo de mucho morbo para el futuro de la NFL en Los Ángeles porque, después de todo, podría tratarse de un partido entre los futuros residentes de un estadio compartido en esa ciudad. De cualquier manera, es difícil despreciar una rivalidad divisional, y podría tratarse de un juego con mariscales de campo del futuro. Derek Carr tiene su puesto en Oakland, pero los Chargers podrían llegar con otro pasador bajo centro si se concretan los rumores de una salida de Philip Rivers por la vía del canje.

SEMANA 8
Cincinnati Bengals en Pittsburgh Steelers.
Por años, los Bengals fueron el tercero en discordia en la AFC Norte, pero se han llevado un boleto a postemporada en cada una de las últimas cuatro temporadas. No hay mejor sinodal para medir el progreso de Andy Dalton y el resto de la plantilla en Cincy que los duros Steelers, un cuadro que aun en épocas difíciles, representa un reto mayúsculo como local.

SEMANA 9
Denver Broncos en Indianapolis Colts.
Regresa Peyton Manning al frente de los Broncos a la ciudad donde brilló por más de una década antes de darle paso al futuro de los Colts, Andrew Luck. Aunque el palmarés de Manning es más rico en récords individuales que títulos de Super Bowl, a diferencia de Brady, este partido puede ser la segunda mitad de ese cambio de estafeta generacional, con Luck apuntando a convertirse en el siguiente gran mariscal de campo de la NFL. Juegos como este son los que empezarán a definir su legado.

SEMANA 10
Buffalo Bills en New York Jets.
Rex Ryan comenzó su mandato en New York con mucho éxito, pero poco a poco fue perdiendo el control de los Jets hasta ser despedido al término de la siguiente temporada. No tuvo que esperar demasiado para recibir una nueva oportunidad, firmando para hacerse cargo de los Bills, rivales divisionales de su ex equipo en la AFC Este. Ryan volverá a New York con la consigna de dar un par de lecciones con su nuevo equipo. Todos los ojos estarán puestos sobre el ala cerrada Jace Amaro.

SEMANA 11
Denver Broncos en Chicago Bears.
Nuevamente, la oportunidad de revancha para un entrenador en jefe. John Fox dejó a los Broncos luego de cuatro títulos divisionales consecutivos y una aparición en el Super Bowl. El reto en Chicago podría ser mayor en Chicago. Fox debe descifrar cómo ganar un Super Bowl con Jay Cutler en los controles, luego de no conseguirlo con Peyton Manning. Por si fuera poco, el propio Cutler empezó su carrera en Denver, lugar del que no salió demasiado contento luego de que circularan rumores de que el entonces entrenador en jefe de los Broncos, Josh McDaniels, lo buscaba reemplazar con Matt Cassel.

SEMANA 12
New England Patriots en Denver Broncos.
Brady-Manning Bowl, edición N° 17. No hay mucho más que agregar al enfrentamiento entre los dos mejores pasadores de su generación. Al menos en lo que concierne a la temporada baja, no pueden llegar en diferentes momentos a la temporada del 2015. Brady viene de ganar su tercer nombramiento como Jugador Más Valioso del Super Bowl, mientras Manning pasó varias semanas contemplando el retiro tras quedar eliminado en la Ronda Divisional. Como en todos sus choques, esperamos algo memorable.

SEMANA 13
Green Bay Packers en Detroit Lions.
No se puede hablar de candidatos al título sin mencionar a los Packers de Aaron Rodgers, quienes se quedaron apenas en la orilla del Super Bowl el año pasado. Los Detroit Lions son un equipo cuya ventana de oportunidad podría comenzar a cerrarse, al tiempo que se acumulan los años en la carrocería de Calvin Johnson. La defensiva de los Lions perdió a su elemento más valioso, Ndamukong Suh, y seguramente Rodgers lo aplaude. Está por verse qué tal se desempeña en su lugar Haloti Ngata, cuando tenga que frenar el ataque terrestre comandado por Eddy Lacy. Además de ser un duelo divisional, involucra a dos asistentes de la pasada postemporada.

Dez Bryant
Getty ImagesBryant tendrá su revancha personal ante GB

SEMANA 14
Dallas Cowboys en Green Bay Packers.
Ninguna jugada fue más controversial que la atrapada/no atrapada de Dez Bryant en el juego de la Ronda Divisional pasada. La liga ha enmendado sus reglas para aclarar el lenguaje de lo que constituye una recepción, pero aún bajo la nueva redacción, se tratar+ia de un pase incompleto. Bryant saldrá con todo a demostrar que los Cowboys merecían ganar ese encuentro en Lambeau Field, donde se llevará a cabo esta revancha, pero lo tendrá que hacer sin el apoyo por tierra de DeMarco Murray, quien emigró vía agencia libre.

SEMANA 15
Kansas City Chiefs en Baltimore Ravens.
A la conclusión de la temporada regular pasada, los Chiefs "le hicieron el favor" a los Ravens, venciendo a los San Diego Chargers para permitir a Baltimore acceder a la postemporada. John Harbaugh agradeció el gesto a Andy Reid con una cena. Esta vez, las implicaciones de playoffs podrían ser directas entre Kansas City y Baltimore. Si los Chiefs han arreglado su ataque aéreo --y mucho tendrá que ver Jeremy Maclin--, podría ser un duelo de mucha calidad.

SEMANA 16
Cincinnati Bengals en Denver Broncos.
El año pasado, tanto Bengals como Broncos fueron echados de la postemporada por los Colts. Con toda seguridad, ambos cuadros estarán pensando nuevamente en los playoffs cuando llegue la Semana 16. Después de todo, se trata de un duelo entre equipos que llevan cuatro viajes a postemporada seguidos, y no piensan parar ahora. Nuevamente para Andy Dalton, la oportunidad de mostrar que puede jugar al tú por tú con una de las leyendas del juego, algo que necesita probar si es que Cincy ha de superar la primera ronda de playoffs algún día.

SEMANA 17
Seattle Seahawks en Arizona Cardinals.
Nada mejor que un duelo con boleto de playoffs en juego cuando llega el final de la campaña. Si es entre rivales divisionales, mejor. Los Cardinals ganaron 11 encuentros el año pasado, apenas uno menos que los Seahawks. Si los 49ers se siguen rezagando y los Rams no muestran mejoría, nuevamente la corona de la NFC Oeste quedará entre una de estas dos franquicias. Dependiendo cómo se puedan repartir los boletos de comodines en la Nacional, existe la posibilidad de quien pierda este encuentro deba conformarse con seguir los playoffs desde casa. Oportunidad de oro para que los Cardinals den el campanazo ante el bicampeón reinante de la Conferencia.

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MÉXICO -- Tras conocer la sentencia de culpabilidad sobre Aaron Hernandez por el asesinato de Odin Lloyd este miércoles por la mañana, se cierra aparentemente un embarazoso capítulo para uno de los jugadores con mayor futuro desperdiciado en la NFL.

Uno de los comentarios que más se repite entre los lectores de las plataformas digitales de ESPN, es que algo está pasando entre los jugadores de la liga: parece que cada vez son más los que se meten en peores problemas.

No necesariamente.

Aaron Hernandez
APHernandez pasará el resto de su vida tras las rejas

Hace algunos años, me topé con un estudio --cuya fuente desafortunadamente no recuerdo-- donde investigaba la incidencia delictiva de los jugadores de la NFL con respecto a otras ligas profesionales y con respecto a otros sectores de la sociedad. Recuerdo que de acuerdo a aquella investigación, la frecuencia con la que los jugadores de la NFL eran arrestados correspondía más o menos con la de la población estadounidense en general; simplemente, los casos son más publicitados.

Sería bueno volver a emprender un estudio similar, a la luz no solamente del caso Hernandez, sino también considerando la alta tasa de casos de violencia doméstica que golpearon a la liga el año pasado.

Lo cierto es que los alcances del caso Hernandez rebasan a la NFL. Lo ocurrido con el ex ala cerrada de los New England Patriots es algo que también, supera las fronteras de la sociedad estadounidense. Me atrevería a decir que se trata de un fenómeno más o menos globalizado: la glorificación y ensalzamiento del estilo de vida del gánster, del proscrito, del que establece su propio código de conducta por encima de la ley.

Este tratamiento está en todas las facetas de la cultura popular, particularmente la moda, la música y el cine. Vale la pena aclarar que dicho fenómeno no se limita a un estereotipo, sino se logra adaptar a casi cualquier circunstancia social: desde los zapatos deportivos y pantalones extra largos, hasta las botas y sombreros vaqueros, hasta las gafas en la nuca y los accesorios en oro. Cruza sin discriminar un número de géneros musicales.

Las raíces de este problema son hondas y no es nuestra intención abordar un tema tan complejo en este espacio, dedicado primordialmente al fútbol americano. No obstante, el caso Hernandez sirve para como ejemplo poner en perspectiva las faltas que cometemos a la hora de ordenar nuestras prioridades. Hernandez ha renunciado a una vida cómoda y solvente, con el añadido de poder gozar del status de celebridad, por un cúmulo de decisiones que tomó --influenciado por este fenómeno de la actitud gánster-- respecto a una bebida derramada en un bar, un collar de oro, la división de la cuenta por pagar en un club nocturno, o la preservación de una credibilidad callejera.

Lo que nos refiere a uno de los comentarios que más circuló este miércoles por la mañana, tras darse a conocer el veredicto y la sentencia de cadena perpetua para Hernandez.

Un sinnúmero de personas señaló el desperdicio de una prometedora carrera de NFL y un contrato multimillonario que suponen las transgresiones criminales de Hernandez.

Es un punto válido. Sin embargo, dentro de todas las pérdidas que arroja como déficit esta negra página de la NFL, esa es la menos importante.

La vida de un ser humano --la vida de Lloyd, cortada a los 27 años de edad-- no tiene manera de medirse monetariamente. Y qué se puede decir acerca de la pequeña Avielle Janelle Hernandez, quien a sus dos años y medio ya no puede tener ninguna aspiración a una relación normal con su padre, quien vivirá el resto de sus años detrás de las rejas.

A Hernandez todavía le falta enfrentar otro juicio por un doble asesinato ocurrido en el 2012 en Boston. Todavía quedan facturas sin cobrar.

Perder una brillante carrera de NFL a los 25 años; perder un contrato de 40 millones de dólares con una de las franquicias más exitosas en la liga, perder oportunidades de multiplicar esas ganancias a través de patrocinadores; perder la oportunidad de convertirse en un modelo a seguir, en una inspiración para otros --al final del día, creo que esta es la función más importante de cualquier figura pública, incluidos los deportistas--; perder la oportunidad de ver crecer a tu hija, y quizás con el tiempo hacer crecer a tu familia... todo eso debe doler bastante, y ya tendrá Hernandez suficiente tiempo para reflexionar sobre ello.

Pero no olvidemos que en todo este asunto Hernandez no es la víctima, es el victimario. Los que deben cargar con las consecuencias más infames de los actos de Hernandez son otros. No cometamos el error de olvidarnos de ellos.

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¿Se puede comprar un título en la NFL?

FECHA
13/02
2015
por John Parolin | ESPN Stats & Information
DeMarco Murray, Dez BryantUSA TODAY SportsSe espera que DeMarco Murray y Dez Bryant reciban enormes contratos en la temporada baja.

Con la agencia libre de la NFL a punto de comenzar, el próximo 10 de marzo, el grupo de ESPN Stats & Information examinará algunos de los temas más relevantes alrededor de los agentes libres del 2015.

¿Qué impacto tiene "ganar el receso de temporada" en los registros de ganados y perdidos en la NFL?

Seis de los 12 equipos que han ranqueado entre los tres equipos que más han gastado en agencia libre desde el 2011 no mejoraron su total de victorias, incluyendo los tres que más gastaron en la pasada temporada baja. La información de abajo proviene de spotrac.com.

Temporada baja del 2014
Los Tampa Bay Buccaneers (147 millones de dólares), Denver Broncos (128 millones de dólares) y New York Giants (111 millones de dólares) gastaron más en cuanto a valor en efectivo durante la temporada baja, pero el trío de clubes promedió dos victorias menos comparado al 2013 (incluyendo playoffs). Los New England Patriots, quienes conquistaron el Super Bowl XLIX, ranquearon en el lugar N° 16 en cuanto a gasto de agencia libre de la temporada baja pasada,

Temporada baja del 2013
Los Miami Dolphins (160 millones de dólares), Indianapolis Colts (129 millones de dólares) y Tennessee Titans (133 millones de dólares) sumaron, cada uno, una victoria comparado a sus totales del 2012. De ellos, los Colts fueron el único equipo que llegó a la postemporada. Los Seattle Seahawks, campeones del Super Bowl XLVIII, ranquearon N° 24 en cuanto a valor en efectivo gastado en esa temporada baja.

Temporada baja del 2012
Los Buccaneers (162 millones de dólares) gastaron en grande en el 2012 y sumaorn tres victorias a su total del 2011, de cuatro. La movida de Peyton Manning a Denver ayudó a los Broncos (151 millones de dólares) a mejorar de ocho a 13 triunfos. Los Buffalo Bills (129 millones de dólares) llegaron a los titulares al firmar al ala defensiva Mario Williams, pero finalizaron con otra campaña de 6-10. Los campeones del Super Bowl XLVII, Baltimore Ravens, ranquearon sextos en cuanto a gastos en agentes libres ese año.

Temporada baja del 2011
Los Carolina Panthers (198 millones de dólares) gastaron en grande el año que reclutaron a Cam Newton, después de una temporada de dos victorias en el 2010. Ganaron seis partidos en el 2011. El total de victorias para los Seahawks (134 millones de dólares) y Atlanta Falcons (125 millones de dólares) decayó del 2010 al 2011. Los New York Giants ranquearon N° 17 en cuanto a valor en efectivo invertido en aquel receso de temporada antes de ganar el Super Bowl XLVI.

¿Cómo se construyen los campeones?
Los hábtios de gasto de los últimos cuatro campeones de Super Bowl varían, pero hubo una cosa en común: ninguna de sus contrataciones claves de agencia libre decepcionó. Todos los fichajes al menos cumplieron, si no es que superaron, las expectativas de sus contratos.

La información detallada abajo proviene del Roster Management System de ESPN.

Los Patriots gastaron en grande en el mercado abierto del 2014, firmando a tres de los cuatro mejores backs defensivos del equipo en cuanto a participación de jugadas desde fuera de la organización (Darrelle Revis, Brandon Browner y Patrick Chung). Brandon LaFell y LeGarrette Blount desempeñaron roles importantes en la conquista de New England del Super Bowl, también.

Los Seahawks del 2013 usaron un par de adquisiciones de temporada baja (Michael Bennett y Cliff Avril) para encender a una presión sobre mariscales que lideró a la liga, siendo factor en el 33 por ciento de las jugadas de pase.

Tanto los Ravens del 2012 como los Giants del 2011 gastaron bastante en sus propios agentes libres. Baltimore encontró algunas gangas en agentes libres externos que costaron menos 2 millones de dólares cada uno, pero gastó un total de 7.4 millones de dólares de su tope salarial del 2012 para retener a los defensivos Lardarius Webb, Cary Williams, Jameel McClain, Dannell Ellerbe y Brendon Ayanbadejo. Los Giants tomaron una ruta similar, comprometiendo 9.1 millones de dólares en Ahmad Bradshaw, Kevin Boothe, Mathias Kiwanuka y Deon Grant.

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MÉXICO -- La NFL está llena de historias obscuras alrededor de equipos ganadores, incluso dinastías, historias que eventualmente salen a la luz cuando alguno de los implicados decide hablar.

Jerry Rice
AP PhotoRice reconoce que utilizó substancias en sus guantes

Previo al Super Bowl XLIX, el legendario ex receptor abierto de los San Francisco 49ers, Jerry Rice, indicó que en caso que los New England Patriots se llevaran la victoria se debería poner un asterisco junto a su título, tras estallar el escándalo de los balones desinflados.

"Creo que en verdad hay que poner un asterisco, porque esto los va a seguir, ya saben, por el resto de sus vidas, porque cuando lo vean, cuando la gente piense en los Patriots, van a pensar en esas controversias", declaró Rice a ESPN.com. "Así que es desafortunado. Siempre quise hacer las cosas de la manera correcta. No quise tomar ningún atajo ni nada por el estilo. Es desafortunado que estemos hablando que usaron balones desinflados en lugar de hablar del Super Bowl".

Sin duda alguien como Rice tiene autoridad para hablar del tema y lanzar su crítica, ¿correcto? Rice es considerado ampliamente como el mejor receptor abierto en la historia, miembro del Salón de la Fama y dueño de los récords de la liga en recepciones (1,549), yardas recibidas (22,895) y recepciones de touchdown (208). Impresionantes credenciales.

Dice un pasaje de la Biblia, en el Libro de Mateo, "Con la vara que midas serás medido" y Rice está a punto de ser sometido al mismo escrutinio que los Patriots luego de sus críticas.

Rice admitió recientemente, durante un reportaje sobre la evolución de los guantes de ESPN, que durante sus años como jugador recurrió a una substancia prohibida por la liga.

"Sé que esto podría ser un poco ilegal, chicos", advierte Rice con una sonrisa. "Pero uno ponía un poco de aerosol, un poco de stickum en ellos [los guantes], para asegurarse que la textura fuera un poco más pegajosa".

Antes de la existencia de los guantes, los receptores utilizaban una substancia que les permitía adherir el balón a sus manos sin necesidad de aplicar demasiada fuerza sobre el mismo, sin embargo la liga prohibió su uso a principios de la década de 1980, mucho antes que Rice llegara a la NFL en 1985.

Lejos de disculparse por sus comentarios o incluso aclarar que se trataba de una broma, Rice escribió en su cuenta de Twitter que todos utilizaban stickum, por lo que estaban en igualdad de condiciones.

Involuntariamente, al pedir poner un asterisco sobre el título de los Patriots, Rice se encargó de poner un asterisco sobre su legado, el cual parecía intachable para muchos de nosotros.

Recordemos también que Rice fue pieza clave en los equipos de los 49ers que ganaron los Super Bowls XXIII, XXIV y XXIX.

El ex entrenador en jefe de los New York Giants, Bill Parcells, también acusó que durante la década de 1980 sufrió por prácticas cuestionables de un equipo rival en específico.

Bill Parcells
AP PhotoParcells acusa teléfonos descompuestos en los 80s

"[Las trampas] han ocurrido en la NFL desde hace mucho tiempo", declaró Parcells en una entrevista a ESPN en el 2011. "No sólo ocurren con las defensivas [fingiendo lesiones]. Sé por la historia pasada, de dos partidos de playoffs, uno de los equipos fue famoso por usar un guión que ensayaban antes de los partidos, sabían exactamente lo que querían hacer.

"Misteriosamente, dos años seguidos, cuando el partido comenzaba, sus teléfonos se averiaban, lo que obligaba a la otra parte a dejar de usar sus teléfonos [en las laterales]. Déjenme entender, ensayas un guión, sabes lo que vas a hacer, la defensiva no sabía lo que iba a venir, pero ¿tenían que desconectar sus teléfonos?".

Aunque no mencionó nombres durante su entrevista, Parcells ya había hecho una acusación similar en el 2007 contra Bill Walsh, ex entrenador en jefe de San Francisco, durante sus duelos de playoffs en las temporadas de 1984 y 1985, ambos triunfos para los Giants.

Sin embargo, los Giants tampoco están inmaculados ya que fueron señalados en distintas ocasiones de abrir las puertas de su estadio para que el viento estuviera en contra de sus rivales.

"Como especialista en regresos, [puedo decir que] ellos jugaban con las puertas", acusó el ex corredor de los Philadelphia Eagles de 1993 a 1995, Vaughn Hebron, de acuerdo al Philadelphia Enquirer. "Abrían las puertas y creaban un túnel de viento, claro que lo hacían. Era una verdadera ventaja.

"Cuando abrían las puertas, recuerdo que todas las patadas eran divertidas, el viento se arremolinaba".

En febrero del 2008, previo al Super Bowl XLII, estalló uno de los mayores escándalos de la NFL cuando se acusó a los Patriots de grabar las señales de sus rivales durante las prácticas, lo que les costó su selección del draft de primera ronda ese año y multas para el equipo y el entrenador en jefe Bill Belichick.

Durante las investigaciones de la liga, Belichick aceptó haber grabado a entrenadores rivales desde la temporada del 2000.

El famoso Spygate sigue siendo un lastre para New England que se suma al reciente caso de los balones desinflados y empaña los cuatro títulos que han conseguido los Patriots.

Pero ese no fue el único escándalo de espionaje que ha vivido la NFL en la historia reciente. Los New Orleans Saints salieron a escena en el 2012 cuando surgió un reporte señalando que durante los trabajos de remodelación del Superdome, tras sufrir severos daños por el paso del huracán Katrina, se descubrieron cables en los palcos de los entrenadores visitantes con los que supuestamente se escuchaban sus comunicaciones.

Más tarde una investigación de la policía concluyó que no había pruebas suficientes para determinar si los Saints habían estado involucrados en espionaje a sus equipos rivales, levantando una ola de sospechas sobre una franquicia que vivió un escándalo paralelo durante esa época.

Sean Payton, Gregg Williams
AP PhotoEl escándalo de recompensas estalló en New Orleans

En la temporada baja del 2012 la NFL tuvo conocimiento de un programa de recompensas de los Saints, en el que se les pagaba a los jugadores por lesionar a sus rivales entre el 2009 y 2011, dicho programa era administrado por el entonces coordinador defensivo Gregg Williams y tuvo graves consecuencias para la organización.

Williams, al igual que el entrenador en jefe Sean Payton y cuatro jugadores fueron suspendidos y sufrieron un duro golpe en sus reputaciones.

En el 2010, cuando el programa de recompensas estaba en vigor, los Saints resultaron campeones de la NFL tras vencer en el Super Bowl a los Indianapolis Colts, aunque en pocas ocasiones se ha referido que ese título se encuentra empañado.

La historia no olvidará cada uno de estos pasajes, pero tampoco habrá nada que borre los campeonatos obtenidos.

El objetivo de estos equipos era ganar y para lograrlo se valieron de todas las herramientas que tenían a su alcance, como dice la frase, erróneamente atribuida a Nicolás Maquiavelo, "El fin justifica los medios".

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Bryan StorkAP PhotoLas celebraciones de campeonato no se acaban para el liniero ofensivo Bryan Stork.

MÉXICO -- Con el emocionante triunfo de los New England Patriots sobre los Seattle Seahawks, por 28-24 en el Super Bowl XLIX, creció con un nuevo miembro uno de los grupos de jugadores más selectos que registra la historia de la NFL y NCAA.

El centro de los Patriots, Bryan Stork, obtuvo la distinción de convertirse en el más reciente campeón de Super Bowl en su primer año en las filas profesionales, inmediatamente después de obtener el título de la división más alta de competencia del fútbol americano universitario.

Stork, quien estuvo listado como "cuestionable" durante la mayor parte de la semana de Super Bowl por parte de los Patriots, debido a una lesión de rodilla, pudo recuperarse a tiempo para convertirse en el ancla de la línea ofensiva de New England que permitió a la franquicia conquistar su cuarto Trofeo Lombardi, y a Tom Brady ser nombrado Jugador Más Valioso del Super Bowl por tercera ocasión.

El triunfo en el University of Phoenix Stadium llegó poco más de un año después de que Stork guiara a la línea ofensiva de los Florida State Seminoles al tercer título nacional del programa, y primero bajo el entrenador en jefe Jimbo Fisher, en el Rose Bowl de Pasadena frente a los Auburn Tigers. En aquella campaña, Stork fue distinguido con el Rimington Trophy, como el mejor centro de la nación a nivel universitario.

A lo largo de la historia, no han sido muchos los jugadores que han sido capaces de salir campeones en ambos niveles en años consecutivos. Para recopilar una lista, recorrí hasta la campaña universitaria de 1965, para comparar con la temporada de la NFL de 1966, el cual culminaría con el First AFL-NFL World Championship Game, encuentro que sería conocido retroactivamente como Super Bowl I.

Sorpresivamente, encontré solamente a 10 jugadores --incluyendo a Stork-- que lograron la comentada hazaña. Antes que nada, aclaro que el listado no es necesariamente comprensivo. Es difícil encontrar fuentes fidedignas respecto a los agentes libres no reclutados que pudieron jugar en épocas pasadas, por lo que nos basamos sobre todo en el draft.

Además, tuvimos que dejar fuera de la lista a algunos jugadores que formaron parte del equipo, pero que no participaron en las campañas de campeonato de la NFL por lesión. Tal es el caso de los Pittsburgh Steelers, Willie Fry y Calvin Sweeney, en los '70s, y más recientemente con Jesse Williams de los Seahawks. Otro caso curioso fue el de Steve Smear, elegido por los entonces futuros campeones Baltimore Colts en la cuarta ronda del draft de 1970 procedente de los campeones Penn State Nittany Lions, pero quien terminara jugando para los campeones Motreal Alouettes de la CFL en ese mismo año.

Tampoco pudimos incluir, por cuestiones de tiempo para la investigación, a los jugadores que salieron campeones en divisiones menores de la NCAA antes de conquistar un Super Bowl, o a los que resultaron campeones en la NFL tras salir campeones a nivel universitario, antes de la era moderna de la liga, criterios que sin lugar a dudas hubieran hinchado nuestro listado.

Después de haber cumplido con las aclaraciones pertinentes, dejamos la lista de los 10 campeones consecutivos a nivel colegial y profesional en la era moderna de la NFL:

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Para muchos fue un error, para otros un acierto y para algunos más se trató de un aprendizaje. Una jugada lo definió todo. Y apareció un héroe inesperado, tomó el balón, lo aprisionó contra su cuerpo y avanzó un par de yardas hacia la gloria. El gran juego volvió a dejar enriquecedoras lecciones. La de un equipo que ganó basado en un novato, la de otro equipo que tomó una decisión arriesgada y que cayó peleando sobre el campo de juego y la de un espectáculo que siempre ofrece algo para terminar convenciéndonos de su profundidad y riqueza.

LOS ANGELES, CA.-- Casi 24 horas después de que el novato Malcolm Butler aprisionara el balón contra su cuerpo y avanzara un par de yardas rumbo a la gloria, la pregunta seguía siendo la misma: ¿Fue un error o fue un acierto lo que finalmente propició el desenlace del Superbowl número 49? Ni error, ni acierto, para mí fue todo un aprendizaje.

Y entre su acostumbrado panorama de espectacularidad, de emoción, de música, de luces, de exactitud en organización, de comercialización y de producción como un complejo programa de televisión, el Superbowl volvió a dejarnos muchas lecciones. La más importante de todas pudo haber llegado desde el mismísimo campo de juego, cuando el partido agonizaba y cuando los Halcones Marinos suspiraban ya por un bicampeonato. En la yarda uno, en segunda y gol, con 25 segundos por jugarse y Nueva Inglaterra al frente 28 a 24, todos en el campo, en el estadio y seguramente también millones en la televisión aseguraban que Seattle le daría el balón al corredor Marshawn Lynch, uno de los jugadores más dominantes de la Liga en su posición, para ganar el Superbowl. Pero Pete Carroll nos sorprendió a todos y ordenó un pase, un pase corto que leyó e identificó de manera precisa el novato Butler para interceptar el ovoide y definir el juego.

Increíble. Todo el Superbowl, la temporada y parte de la historia de la NFL definida en una sola jugada y no por Brady, por Gronkowski, por Wilson por Lynch o por alguna otra de las estrellas rutilantes de este deporte, sino por un jugador que ni siquiera entró en el "draft" (proceso de selección de la Liga) que fue firmado como emergente por los Patriotas y que algunos años antes se pagaba la matrícula de la escuela compartiendo un trabajo como lavador de platos en el restaurante Popeyes (comida rápida).

Pero la disyuntiva sigue siendo la decisión de los Halcones Marinos de jugar, en apariencia, contra sus propias condiciones al ordenar un pase cuando todo hacía indicar que la carrera debía ser la elección más acertada. El propio coach Carroll ofreció una disculpa y cargó con la culpa de la derrota, pero yo creo que habrá que aplaudir la osadía, el intento por ser diferente de Seattle y al mismo tiempo la capacidad defensiva de los Patriotas y las condiciones de Butler, su inteligencia para leer la jugada, su reacción, sus argumentos técnicos en el momento más oportuno.

Más que un error y un acierto, hay uno o varios matices de aprendizaje: Nueva Inglaterra ha ganado el Superbowl gracias a la labor de equipo y aunque Tom Brady levantaba el trofeo al Jugador Más Valioso y acercaba su nombre a la leyenda, lo hacía gracias a la astucia e intrepidez de quien es quizá el jugador más desconocido de toda su nómina. Y Seattle hizo lo que tenía que hacer, porque si la jugada hubiese fructificado, si el pase hubiese llegado al receptor, hoy hablaríamos de que el coach Carroll es un genio y que ellos, los Halcones Marinos, encontraron una manera diferente de ganar un partido. En el futbol, en el deporte, en la vida, hay que tomar riesgos y confrontar las consecuencias que esos riegos significan. Seattle lo hizo.

El Superbowl dejó todo lo que tenía que dejar: competencia, emociones, espectáculo, drama y un final lleno de enseñanzas.

@Faitelson_ESPN

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MÉXICO -- Las historias que nos otorga año con año un Super Bowl no dejan de sorprenderme, y en su edición XLIX no fue la excepción.

Glendale, Arizona ha tenido dos ediciones del partido por el campeonato de la NFL y en ambas nos hemos ido con un grato sabor de boca; hay quien se ha atrevido a decir que probablemente han sido dos de los mejores juegos en el deporte de las tacleadas.

Malcolm Butler/ Disney
Getty ImagesMalcolm Butler, de Vicksurg a Disney

Malcolm Butler, quien hasta antes del partido solía ser un jugador que peleaba por mantenerse en el roster semana a semana, hoy es el centro de atención para muchos de nosotros y es así como llegamos al fascinante mundo del destino.

El hoy héroe de la franquicia con sede en Massachusetts nació en un estado marcado por el fútbol americano.

El 2 de marzo de 1990 Vicksburg, Mississippi vio nacer a Malcolm Butler, ciudad con aproximadamente 25,000 habitantes que ha tenido diversos jugadores en los emparrillados de la NFL como Roland Lakes (tomado en la segunda ronda de 1961 por los San Francisco 49ers; Eric Warfield (seleccionado en la séptima ronda del draft de 1998 por los Kansas City Chiefs) y Eddie Ray, quien fue reclutado precisamente por los Boston Patriots --hoy New England-- en 1970, entre otros. Pero si hemos de hablar de jugadores que ayudaron a escribir parte de la historia de la liga y que nacieron en éste estado se encuentran: Brett Favre, Leslie Frazier, L.C. Greenwood, Archie Manning, Steve McNair, Walter Payton, entre otros. ¿Impresionante, cierto?

Escarbando un poco sobre la historia del lugar en el que nació el hoy reconocido back defensivo de los Patriots me encontré con otra increíble similitud.

Algunos términos que se emplean para el fútbol americano tienen su origen en conceptos bélicos; Vicksburg, Mississippi, enclavada a 377 kilometros del noroeste de New Orleans, fue una ciudad fundamental durante la Guerra Civil estadounidense ya que Jefferson Davis, presidente de los estados confederados, dio su primer discurso precisamente en esa locación, pero fue una frase del Coronel James L. Autry, comandante de Vicksburg, el 18 de mayo de 1862 la que robó particularmente mi atención.

"Los Mississippians no saben y se niegan a aprender a cómo rendirse ante un enemigo".

Y es que eso fue precisamente lo que hizo Malcolm Butler.

Con la espalda contra la pared, constantemente probado --por no decir quemado-- por Russell Wilson y la ofensiva de los Seahawks, el Vince Lombardi en disputa y ante la mirada de gran parte de Estados Unidos y unos cuantos millones más alrededor del orbe, Butler supo responder; sí, un jugador que pasó sus primeros años como colegial en Hinds Community College antes de ser transferido a West Alabama, lo que supuso una mejoría sin llegar a ser algo extraordinario, ya que es un programa de la División II de la NCAA.

La imagen del N° 21 de los Patriots con la intercepción que selló el campeonato circula hoy por muchos medios, pero fueron otras dos jugadas las que habían dado muestras de lo que era capaz de hacer.

En el tercer cuarto, cuando Seattle gozaba ya de una ventaja de 10 puntos, Russell Wilson volteó hacia su lado izquierdo izquierdo donde notó que Jermaine Kearse había vencido la cobertura del esquinero de los Patriots. El pase fue preciso, el receptor plantó los dos pies y el ovoide cayó en el momento justo. La banca de Seattle levantaba los brazos en señal de festejo por la jugada que parecía ponerlos en situación inmejorable para aumentar la ventaja que pudo haber sido definitiva, pero Butler se aprestó a jalar del brazo a Jermaine Kearse para que no completara el proceso. Los Patriots respiraban.

Malcolm Butler
AP PhotoKearse hizo ver su suerte a Butler en diversas ocasiones
Tras el pase de anotación de Brady a Amendola, mismo que recortó la ventaja a tan solo tres puntos, los Seahawks se veían forzados a visitar las diagonales para acabar con el intento de rebelión de sus oponentes. Su blanco: Malcolm Butler.

Russell Wilson, quien necesitó de 22 minutos con 24 segundos de tiempo oficial para completar su primer pase en el partido, notó que la trayectoria de poste tenía completamente vencido al jugador que los Patriots firmaron como agente libre tras no ser seleccionado en el draft. Butler, al darse cuenta que los profundos estaban ocupados con sus trayectorias y Ricardo Lockette se aprestaba a atrapar el pase, hizo gala de la experiencia que le dieron sus juego previos a la NFL para tropezar al N°83 de los Seahawks, quien reclamó una interferencia de pase que los oficiales no señalaron; Brady, con una serie de 10 jugadas y 64 yardas conseguiría el touchdown que les otorgó su cuarto anillo de Super Bowl, no sin antes vivir uno de los momentos más tensos en la historia del Super Bowl.

Con 1:14 por jugar Wilson decidió atacar de nuevo la zona custodiada por el oriundo de Vicksburg y este atrevimiento pareció darle la razón. Jermaine Kearse logró quedarse con el ovoide tras un gran despliegue de concentración a la hora cero y atrajo a los fantasmas de Glendale --disfrazados de Eli Manning y David Tyree-- que rodeaban a Belichick, Brady y compañía.

Pero vaya que el destino es caprichoso. Butler tuvo la oportunidad de redimirse y de qué manera cuando su intercepción, al anticiparse a la trayectoria de Lockette en la yarda uno, finiquitó el cotejo.

Hoy día Malcolm Butler, junto con Julian Edelman, visitaron las instalaciones de Disney, algo que difícilmente un jugador seleccionado en la séptima ronda y otro que hace apenas unos años jugaba en la División II de la NCAA alguna vez soñaron.

Mississippi, tierra de grandes figuras en la historia de la NFL, vio el domingo 1° de febrero del 2015 a uno de sus originarios cumplir con la máxima del Coronel James Lockhart Autry.

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PHOENIX -- Marshawn Lynch se quedó sin poder tocar el trofeo Vince Lombardi porque su entrenador, Pete Carroll, decidió que anotarían por pase y no por tierra. Carroll no le dio la oportunidad a Lynch, no le permitió tocar el balón. ¡NO CORRIÓ!

Marshawn Lynch
AP PhotoIncomprensible no darle el balón a Lynch

Ha sido de las peores decisiones que he visto en el fútbol americano y seguro que será una de las peores en la historia del Super Bowl. Hay errores que pueden ser excusados por la ejecución de los jugadores en el campo, pero un error en la planeación, es decir, en mandar la jugada es aún más grave; porque hay tiempo para pensar la jugada que se va a mandar y sobretodo había otras opciones, sino es que una solo. DARLE EL BALÓN A MARSHAWN LYNCH.

En ningún escenario entiendo la decisión de Darrelle Bevell (coordinador ofensivo) y Pete Carroll (Head Coach). Con un tiempo fuera, en segunda oportunidad y gol en la yarda 1, y con poco menos de 30 segundos, la decisión la sabíamos todos. LYNCH

Seattle tiene al mejor corredor de la NFL, al más difícil de taclear, al hombre que había corrido cuatro yardas en la jugada anterior en zona de gol y, sobretodo, a unos Patriots sin tiempo para poder reaccionar. No hay razón para entender lo que hicieron. Seattle no es un equipo pasador y si quería ganar tenía que depender de su juego terrestre. Lo quiso hacer por aire y perdió.

Esa misma decisión podría entenderla si viene del lado de los Patriots, pues ponen el balón en las manos de tu mejor hombre: Tom Brady. Pero, en Seattle el mejor jugador a la ofensiva es (y lo sabemos todos): Marshawn Lynch. Después del corredor el que le sigue es Russell Wilson y en esa zona del campo ambos jugadores son más peligrosos por tierra que por aire. Seattle traicionó su juego por terrestre, traicionó su sistema de zone-read option en zona de gol y como consecuencia la derrota no lo traicionó.

Último cuarto
La última jugada en el partido pesará por siempre en la reseña de esta temporada para Seattle, pero no olvidemos que en los últimos 15 minutos del Super Bowl no pudieron anotar y su defensiva no mantuvo una ventaja de 10 puntos. En la serie con la que se pone New England arriba en el marcador con el pase de anotación a Julian Edelman, Brady se fue 8/8 para 65 yardas y un touchdown. Así como la ofensiva falló en la última jugada del partido, la defensiva lo hizo en el último cuarto del encuentro; fue la primera ocasión en las últimas tres temporadas que Seattle deja escapar una ventaja de 10 puntos después del tercer cuarto.

Tom Brady
A pesar de sufrir dos intercepciones, Brady logró cuatro pases de anotación, a cuatro diferentes jugadores; primero en hacerlo en toda la historia. Volvió a demostrar que con jugadores que están fuera del radar de los mejores de la liga en su posición (salvo Rob Gronkowski) hace que funcionen en el sistema. Se convirtió en el 6° quarterback en lanzar para cuatro pases de anotación en un Super Bowl, además de llegar a 13 pases de touchdown en su carrera en los Super Bowls, para superar la marca de Joe Montana. Brady sumó su cuarto regreso en el último periodo de un Super Bowl, algo que nadie ha hecho. De la mano de Brady, Patriots, logró regresar de desventaja de doble digito en dos partidos en esta postemporada (Ravens por 14 y Seahawks por 10), algo que no ocurría desde 1994 cuando San Diego lo hizo en par de ocasiones.

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Seattle se crece ante QBs campeones

FECHA
31/01
2015
por Hank Gargiulo
ESPN Stats & Information
Tom BradyAP PhotoEn su único enfrentamiento vs. Tom Brady desde el 2012, los Seahawks escaparon airosos.

BRISTOL -- Mucho se ha hablado de la marca 10-0 que tienen Russell Wilson y los Seattle Seahawks al enfrentar mariscales de campo ganadores del Super Bowl. ¿Esto se debe a que Wilson eleva su nivel contra los mejores de la liga, o es otro factor en la fuerza que alimenta el prestigiado récord?

¿Mejora Russell Wilson en estos partidos?
No, no lo hace. Realmente tampoco empeora. Incluyendo la postemproada, Wilson ha iniciado 55 partidos en su carrera con 10 de ellos contra pasadores que han ganado un Super Bowl. En esos 10 juegos, su QBR es un poco más bajo que los otros 45.

En sólo cinco de los 10 juegos, Wilson ha tenido un QBR superior a su contraparte.

Ganar partidos con todo y un QBR más bajo que tu rival no pasa muy seguido, a menos que seas Russell Wilson.

Entonces, ¿cuál es la fortaleza?
Las contribuciones de la defensiva de los Seahawks han jugado el mayor papel. En los 10 partidos contra esos pasadores exitosos, han limitado al grupo a un QBR colectivo a 47.4, registro muy inferior en relación al 72.4 contra cualquier otra defensiva de la liga (desde el 2012). Para pintarlo distinto, hicieron ver a ese grupo de mariscales, que tienen un récord combinado de ocho Super Bowls, como la versión 2009 de Jay Cutler (terminó el año con 47-4 de QBR).

También dominan el juego terrestre en ambos lados del balón (incluso si quitan las contribuciones del mariscal de campo al ataque por tierra, que influye en el QBR). Si combinan la contribución de la defensiva deteniendo corredores rivales y el aporte de los corredores Seahawks aparte de Wilson, todo se reduce a un gol de campo por juego en favor de Seattle.

Los equipos especiales también se han inclinado en dirección de Seahawks durante esos duelos, al punto de tomar ventaja de dos unidades por juego.

Estas pequeñas diferencias se suman al tiempo que han visto situaciones cerradas en los 10 juegos, incluyendo:

  • El "Fail Mary" contra Green Bay en que los Seahawks ganaron por dos puntos.
  • Una victoria de 24-23 sobre New England en la Semana 6 del 2012 (último duelo entre los participantes del Super Bowl).
  • La victoria de tiempo extra por 26-20 ante Denver en la Semana 3 de la temporada.
  • El regreso de Seattle contra Green Bay en el Juego de Campeonato de la NFC.

    Sumen todo eso y pueden ver que el esfuerzo es de equipo para el 10-0 de Seattle contra mariscales campeones desde el 2012.

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    PHOENIX -- La hora se acerca y es el momento para definir quién probablemente (desde un punto de vista personal) puede ser el ganador del Super Bowl XLIX. A lo largo de casi dos semanas se ha hablado de varios temas como balones desinflados, como el de los duelos personales, como el del legado de Tom Brady con seis Super Bowls o el impresionante inicio en la carrera de Russell Wilson con su segundo Super Bowl. A todas esas interrogantes les encontraremos respuesta el próximo domingo.

    Jugador Más Valioso

    Tom Brady es el más claro candidato si hay que escoger a los Patriots, pero quiero dar otra opción. Es uno de los jugadores más importantes de la ofensiva de New England y que juega papel determinante en el juego aéreo por lo que lo convierte en un jugador con altas posibilidades para ganar el MVP.

    Rob Gronkowski será determinante en zona roja, no hay un jugador tan dominante como el ala cerrada de los Patriots. Gronko terminó con ocho recepciones de anotación dentro de la yarda 20 del rival. Gronkowski puede ser utilizado como ala cerrada, slot y abierto; como slot o abierto es cuando ha hecho más daño pues tiene que ser cubierto por esquineros y safeties a quienes los supera por peso y tamaño. Como slot es donde más lo utilizan y donde suma la mayor cantidad de yardas y como abierto es donde tiene más recepciones y más para anotación.

    Earl Thomas III y Kam Chancellor son los safeties quienes seguramente tendrán que cubrirlo, pero ambos defensivo se han combinado para 13 fallos de tacleo (dos en los playoffs). Gronko se caracteriza por dar yardas después de la recepción o después del primer contacto, hasta ahora ha roto 12 tacleadas (segundo en el equipo). La defensiva de Seattle le permitió 11 recepciones de anotación a las alas cerradas en esta temporada, la tercera cifra más alta en la liga. MVP: Gronkowski. Determinante en todas las zonas del campo, más dentro de la 20 del rival.

    Factor-X

    Este es el jugador que sin estar en el radar de los más importantes puede convertirse en un factor determinante en el partido. Puede ser incluso alguien que termine como el MVP o bien tenga un par de jugadas que sean claves en el encuentro, pero no le alcance para ser un Jugador Más Valioso, pero si factor para que el equipo gane.

    Pensaba en Darrelle Revis como uno de ellos, y que aparecería para lograr par de intercepciones a Russell Wilson. Cierto, que Revis no está al nivel del hace un años, y que su contra parte, Richard Sherman es el mejor de Liga, pero en cualquier momento Revis puede. Pero, me quedo con LeGarrette Blount como el hombre que corriendo el balón puede hacer daño a la defensiva de Seattle. Fácil no será, pues la defensiva de Seahawks es de la mejores para frenar la carrera entre los tackles, pero la presencia de las alas cerradas de Patriots tendrá ocupados a los safeties y no podrán bajar o acercarse a la línea de golpeo para detener las carreras, con lo que Blount podrá sacar provecho. No creo que tenga números cercanos a los de la Final de la Americana, donde corrió para 148 yardas y tres de anotación, pero si podrán establecer juego terrestre.

    Factor-X: LeGarrette Blount. Sin llegar a ser el MVP, pero le puede dar balance a la ofensiva.

    Pronóstico

    Sólo en una ocasión en la historia del Super Bowl, un jugador del equipo perdedor fue el ganador del Jugador Más Valioso (Chuck Howley, Dallas, Super Bowl V). Con esto puede darse cuenta que me quedo con New England Patiots para ganar el Super Bowl XLIX. Es muy complicado escoger a un ganador, porque en un partido cualquier cosa puede pasar, pero en este caso ambos equipos están muy parejos, tan es así que no hay un favorito en los momios. Patriots tiene la oportunidad de ganar por la posición de quarterback, Tom Brady es un jugador con mucha experiencia y además de la capacidad que tiene para manejar la ofensiva y leer las defensivas; con la dupla que hace con Bill Belichick los hacen un dúo que ha tenido mucho éxito en los últimos años, por algo han llegado a seis Super Bowls juntos. Aunque casi siempre la mejor defensiva de la liga se impone a la mejor ofensiva. No me extrañaría que esta partido se vaya a tiempo extra, como bien me lo dijo mi mejor amigo y hermano: Sergio Pimentel.

    Pronóstico: New England, 24-21, en tiempo extra.

    ¿Cuáles son los suyos? #SB49xESPN

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