Fue una larga espera para Johnny Muñoz, quien pasó nueve meses fuera del octágono, pero este sábado regresa frente a Tony Gravely en UFC Vegas 56 en busca de su segunda victoria en el octágono.
Al ‘Kid Kvenbo’, nacido en California, pero con su familia originaria de México, le tocó ayudar en los campamentos de al menos una docena de compañeros en el Entram Gym de Tijuana mientras esperaba el llamado, y eso le ayudó a evolucionar en varias áreas de cara a su regreso.
“Yo siempre quiero pelear, para mí es como un regalo cuando tengo peleas, para poder mostrar quien es Johnny Muñoz, mi estilo”, comentó en entrevista con ESPN Deportes.
A los 29 años, Muñoz tiene marca de 11-1 y su única derrota sucedió en su debut en UFC en agosto de 2020 ante Nate Maness. Es uno de los peleadores de jiu-jitsu más peligrosos en las 135 libras y lo demostró al someter a Jamey Simmons en UFC 265, justo un año después.
Ahora tiene otro oponente con base de lucha en Gravely (22-7).
“Él es un rival muy duro, muy fuerte, pero todos los de UFC son duros, es un nivel muy alto y no vamos a tener un rival fácil. Podemos terminar la pelea fácil, pero es por la buena preparación o un movimiento malo del rival. Si vamos en el suelo, me siento bien, si vamos con el striking también, soy más alto, tengo más alcance, puedo usar mi jab, mi velocidad y le va a dar problemas”, valoró.
Aunque se desarrolló como peleador bajo la tutela de su padre en el equipo C-Quence, Muñoz conoció a Brandon Moreno y su entonces entrenador Raúl Arvizu en Las Vegas. Luego de sus primeras visitas a la tierra de sus abuelos, se acopló a entrenar del otro lado de la frontera, donde su primo Alan ‘Super Glue’ siguió sus pasos para combatir en la promotora local UWC.
“Ya tengo más de un año, un año y medio entrenando en Tijuana, mi striking siempre estaba ahí y creo que aquí gané la confianza. Entrenando con Brandon (Moreno) y otros he ganado mucha confianza y ahora creo que me verán en otro nivel este sábado”, agregó.
Después de visitar Nayarit para estar con su familia, y tras todo el tiempo de entrenamiento en Entram, Muñoz ha mejorado su español e incrementado su base de seguidores.
“Ahora me hacen entrevistas de México, Panamá, Ecuador o Argentina, tengo ya más fans en Latinoamérica, que en Estados Unidos y eso está bien para mí. Yo desde niño veía a mis abuelos, que no hablan inglés, ellos son de Tepic, Nayarit, yo no practicaba mi español, porque los mexicanos en Estados Unidos quieren hablar mejor su inglés”, confesó.
Muñoz peleará por segunda vez en el UFC Apex y aunque asegura que su experiencia en Houston, frente a una arena repleta fue inolvidable, quiere volver rápido y mantenerse activo ya que subir en la clasificación de las 135 libras no es tarea sencilla.
“Estoy enfocado en esta pelea, pero quiero regresar en agosto. Esta categoría de peso gallo es una de las más difíciles porque hay muchos peleadores y si ves los rankings, no se mueven, solo uno o dos peleadores. Tienes que hacer algo grande, un KO o una sumisión para llamar la atención de Dana White o Sean Shelby para que tengan confianza de meterte con otro peleador de otro nivel”, adelantó.
Muñoz y Gravely forman parte de las preliminares de UFC Vegas 56, cartelera que protagonizan los pesos completos Alexander Volkov y Jairzinho Rozenstruik.