Una semana después de cumplir los 20 años, Larissa Pacheco se había convertido en la mayor prospecto del MMA femenil. Las cosas no salieron como ella lo pensaba cuando llegó al UFC, pero hoy tiene una nueva oportunidad de sorprender al mundo en el campeonato de la PFL el próximo 25 de noviembre en Nueva York.
Pacheco fue la primera en llevar a la campeona de las 155 libras de la PFL, Kayla Harrison, a la decisión en 2019, y aunque repitió la dosis más tarde en el año otra vez en causa perdida, la brasileña lleva tres años esperando una nueva pelea ante la máxima estrella de la promoción.
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“Cuando enfrenté a Kayla en 2019, yo venía de tres años de lesiones recurrentes. Estaba regresando a las MMA después de dos años que fueron buenos para poderme recuperar. Pude hacer buenas peleas, y después de pelear con ella aprendí mucho de su juego, encontrar los huecos para poder vencerla. Entonces creo que debo trabajar en eso pensando en la tercera pelea”, explicó en entrevista con ESPN Deportes.
Pacheco, con marca de 18-4, se ganó de nuevo el derecho de enfrentar a Harrison en 2022, después de que en 2021 una falla en la báscula antes de enfrentar a Taylor Guardado la alejó de su revancha.
Desde entonces, Pacheco se ha refugiado en la ciencia para conseguir su cometido.
“Mi campamento fue un laboratorio, salí de mi estado, de Brasil. Quiero que todo esté bien, el entrenamiento, el descanso, la alimentación, lo psicológico, lo endócrino. Me aislé de mi mundo, de mi familia, de mis amigos, de mi mujer. Todo para poder conseguir ese desempeño que estoy buscando. Aparte de la defensa del derribo, el grappling, poder levantarme si caigo. Creo que si logro frustrarla será una buena pelea para mí y una buena oportunidad de noquearla o finalizarla”, agregó.
Harrison mantiene marca de 15-0 con dos títulos en PFL. No obstante, su rival más dura sin duda, ha sido Pacheco.
“Esta vez la preparación fue muy inteligente, traté aumentar la masa muscular, bajar la grasa, la preparación física, el entrenamiento técnico. Los resultados son muy diferentes, a los 24 años venía de tres años fuera, de una especie de sedentarismo, ahora me preparo todos los días para la final, para dar el peso”, explica.
La experiencia de fallar su meta por no dar el límite de las 156 libras la marcó, y cree que es momento de hacer las cosas bien, ya que quiere el cinturón y el millón de dólares que viene con el triunfo.
“Cuando fallé en el peso fue una maldición en mi carrera, pero me ayudó a enfocarme más en eso, en como cortar el peso y darlo bien”, agregó.
En retrospectiva, piensa que pasar más tiempo en la escena local de MMA le hubiera servido, pero no tenía muchas opciones cuando llegó la oferta de presentarse en las ligas grandes.
“Llegué muy joven al UFC, fue una gran experiencia. Creo que pude haberlo hecho con más años. Pero era difícil negarse, era una nueva categoría, yo necesitaba más dinero y era una oportunidad a la que no me podía negar” explicó.
Tras tres temporadas completas en PFL, Pacheo quiere salir de la sombra de la actual monarca, quiere la gloria.
“El dinero ayuda mucho para estabilizar mi carrera, cambiar mi vida, pero quiero mostrar que soy mejor que ella, más completa. Ella es espectacular, pero quiero demostrar que soy buena en cada aspecto, quitarle ese estatus y el cinturón para Brasil. No es solo para Brasil, sino para toda América Latina” confirmó.
Pacheco y Harrison son las estelares en la noche de los seis millones de dólares de PFL este 25 de noviembre.