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UFC 287: cómo Raúl Rosas Jr. encontró su camino de vuelta a México para reconectar con sus raíces, y cumplir una promesa

Casi tres mi kilómetros separan Las Vegas de la Ciudad de México, pero el pasado 10 de diciembre de 2022, en la alcaldía de Iztapalapa de la capital mexicana, la noche de UFC 282 se vivió con tanta emoción como en la abarrotada T-Mobile Arena.

En esa noche, Raúl Rosas Jr. hizo historia al entrar al octágono del UFC con 18 años y dos meses, el más joven en los registros de la promotora, y lo hizo de manera impresionante con una sumisión de primer round.

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Aunque su padre Raúl y su hermano Jesse estaban en su esquina y su madre Oyuki estaba en la tribuna, sus abuelos, tíos y primos estaban en México, el país que sus padres tuvieron que dejar hace dos décadas.

La imagen del festejo en casa de sus abuelos se volvió viral en la redes sociales minutos después en una noche llena de emociones para ‘El Niño Problema’: la victoria, el bono y ver a su familia - con la que ha podido convivir muy poco - celebrar de dicha forma, motivaron la idea de volver a casa.

“Se me ocurrió en el momento ir a visitar a mi familia porque todos están allá. Su reacción, se sintió bien padre, porque ellos desde el comienzo, desde mis peleas cuando yo estaba chico, desde los ocho años, desde la primera pelea, ellos siempre me han apoyado. Incluso mis abuelos han ido a dos de mis peleas cuando estaba como de 13 años. Entonces, ya ellos viendo como estoy cumpliendo mi sueño en la liga más grande del mundo, donde todos queremos llegar, es un sentimiento muy padre”, explicó Raúl, quien no visitaba el área desde que tenía 3 años de edad.

Aunque solo pudo tomarse una semana para la visita, ya que el plan de ser campeón del peso gallo antes de los 20 años no permite descanso, Raúl aprovechó lo más posible en un viaje junto a su hermano Jessie a la Ciudad de México, en un reencuentro con sus familiares, donde visitó la Basílica de Guadalupe, los canales de Xochimilco, entrenó en Iztacalco en el gimnasio de Rafael Márquez, y estuvo presente en la Arena Ciudad de México para un partido de Capitanes y en el Estadio Azteca para uno del América.

La fe primero

Cuando era un bebé de brazos, Raúl pasó una temporada en México y ahí le tomaron una foto en la que aparece en una imagen similar a la representación del Sagrado Corazón de Jesús, una “bendición” en la que su familia cree.

“Mi sobrino Eric lo está cargando; había un espejo atrás de ellos y en esa foto no tenía nada para reflejarse, era una pared blanca y a todos nos sorprendió porque se forma como un Cristo, y pensamos que es bendecido mi hijo”, confesó Oyuki Ríos, madre de Raúl.

Después de lo conseguido en el 2022, cuando ganó seis peleas como profesional, convenció a Dana White de firmarlo para el UFC y debutó dos meses más tarde, para Raúl era necesario dar gracias.

Sus padres no dudaron: tenían que visitar a la Virgen de Guadalupe en el lugar que simboliza la fe católica de la mayoría de los mexicanos.

“Mi jefecita me dijo de la Basílica y mi abuelita también. Me hicieron ver que tenía que ir a dar gracias porque me gusta rezar y darle las gracias a Dios, porque gracias a Dios estoy aquí. Entonces, fui y me dijeron que de rodillas era como más agradecimiento, así que le llevé su ramo de flores y caminé de rodillas. Aunque sí dolió, dolieron las rodillas, teníamos que hacer ese agradecimiento por todo lo que ha hecho Dios por nosotros”, compartió el menor de los Rosas tras la visita.

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Mexicano desde que nació

Aunque sus padres se mudaron a los Estados Unidos desde hace más de 20 años, y tres de sus cuatro hijos nacieron fuera de México, la identidad de la familia siempre se mantuvo intacta. Para Raúl lo más importante es representar a su raza. Sueña con pelear en México y un día llenar el Estadio Azteca como lo hiciera Julio César Chávez.

Rosas Jr. está convencido: "Desde el comienzo, desde que nací. Mi familia es de allá, mis padres son de allá y todos venimos desde abajo. Toda mi familia, como lo dije, es de allá, entonces, a mí me gusta representar a toda mi familia, mis raíces. Yo soy mexicano, yo me considero mexicano. En mi casa se habla español y mis papás son nacidos allá. Nomás yo nací aquí [en EE.UU.], pero toda mi familia vive allá, acá casi no tengo mucha familia, entonces, me considero más mexicano".

Su padre, Raúl Rosas, celebra el cariño que le ha mostrado su familia en México y los fans en su visita reciente, ya que en los últimos 20 años ha movido su residencia entre Nuevo México, California y Nevada sin poder volver a casa.

“Nos sentimos muy agradecidos con la gente, con la raza allá de México porque en sí somos mexicanos y la única diferencia es que nacieron aquí. Me siento muy contento de que México lo esté apoyando y los reciban como mexicanos, los acepten como mexicanos”, expresó.

En cada lugar que Raúl y su hermano mayor Jessie visitaron en la Ciudad de México, la gente le pidió fotos y lo felicitó por su primer gran logro, algo que los tomó por sorpresa en su regreso a casa.

“Muchos mexicanos le pedían fotos, tantas personas que le decían que eran sus fans, que lo estaban viendo. La verdad sí me sorprendió todo eso porque no creí que tanta gente en México le iba a pedir fotos como lo hacían aquí en Estados Unidos”, relató Jessie, quien tiene marca de 4-0 como profesional y también busca llegar al UFC este mismo año.

Mientras tanto, Raúl se encuentra este fin de semana en Miami para su segunda pelea en el octágono, cuando enfrente a Christian Rodriguez para abrir la cartelera estelar de UFC 287, bendecido de su visita a México y enfocado en seguir cosechando triunfos para él y su familia en Iztacalco.

“Es un sentimiento bien chido, porque mis propias raíces me están apoyando", concluyó Rosas Jr.