VANCOUVER, BC, Canadá -- Cuando Anderson Silva cayó en manos de Chris Weidman en UFC 162, millones de aficionados quedaron con el corazón roto. Parecía imposible pensar que el más grande de todos los tiempos terminaría su racha de victorias de esa manera.
Anderson lo intentó, fue a la revancha y el resultado fue una lesión escandalosa, aún así regresó mucho antes de lo previsto para buscar su cinturón de vuelta. Fueron más de cinco años en los que buscó el cierre que se merecía y no pudo conseguirlo.
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En paralelo apareció la leyenda de Amanda Nunes, quien llegó a UFC 200 como una víctima de la entonces campeona Miesha Tate y se fue con el cinturón en el que acabó convirtiéndose en el estelar del histórico evento en julio de 2016.
Meses más tarde comenzaría el ascenso al estrellato con una rápida finalización de Ronda Rousey, la segunda campeona en su lista. A partir de ahí tendría ocho defensas exitosas en dos divisiones, se coronó también en las 145 libras y alcanzó el punto más alto cuando noqueo a Cris Cyborg en diciembre de 2019. Hasta entonces la mejor en la historia del peso pluma, campeona en Strikeforce, Invicta FC, UFC y más tarde Bellator.
Su currículum incluye a todas las campeonas de dos categorías, Tate, Holly Holm, Rousey, Germaine de Randamie, además de Valentina Shevchenko -ex campeona del peso mosca- y su última gran rival Julianna Peña.
La peleadora de origen venezolano la sorprendió en diciembre de 2019 con una sumisión que encendió la llama para el final de su carrera.
Amanda tuvo que lidiar con una fuerte animadversión con Peña, durante la filmación de The Ultimate Fighter y finalmente tener su revancha en UFC 277. Una victoria dominante en Dallas.
Cuando la trilogía se acercaba, Peña se lesionó y dejó la mesa puesta para la despedida, una pelea de trámite ante la mexicana Irene Aldana que poco pudo hacer ante la mejor de la historia, la doble campeona, la que solo perdió una vez en una década.
A los 34 años, Nunes lo ha conseguido todo y no encuentra un reto que la motive a seguir, disfruta de su familia y sabe que su legado es intocable en mucho tiempo.
Es el momento correcto para irse en la cima y con sus condiciones incuestionables.
Khabib Nurmagomedov se despidió en el 2021 en condiciones similares y Georges St. Pierre se paró por última vez en el octágono para quitarle el cinturón a Michael Bisping. Amanda pertenece a ese selecto grupo que se despide como lo merecen las leyendas.