Tony Ferguson extendió su racha histórica en el UFC y se perfila para una oportunidad por el título de peso ligero.
Ferguson venció en dos rounds a Donald Cerrone en la cartelera estelar del UFC 238 en el United Center de Chicago.
Sin embargo, aunque Ferguson vino de menos a más y terminó luciendo más dominante, el triunfo no fue el esperado por los peleadores ni el público.
Antes de iniciar el tercer round, Cerrone se tomó la nariz en un intento por sacar aire, sin embargo, su ojo comenzó a inflamarse hasta cerrarse por completo para obligar al médico a ingresar al octágono y determinar que el peleador no podía continuar.
Hubo confusión en el octágono pues antes de finalizar el segundo asalto, Ferguson conectó un golpe después de la campanada y se pensó que podría haberse tratado de un golpe ilegal, pero no fue así.
"El golpe no tuvo nada que ver con eso", señaló Cerrone al final. "Esa fue la pelea que creo que todos querían. No renuncio, no retrocedo. Quería seguir peleando".
Esta es la segunda pelea consecutiva que gana el mexicoamericano Ferguson por detención médica luego que superó en UFC 229 a Anthony Pettis, quien sufrió una fractura en la mano.
"No es cómo quería que terminara la pelea", declaró Ferguson al final del combate. "No me gusta ganar así. Es un gran peleador, no quiero ganar así. Soy mejor peleador que eso, no me importa quién sigue, estoy molesto conmigo".
Esta es la victoria consecutiva N° 12 para Ferguson en el UFC, un récord en el peso ligero, superando al monarca de la división Khabib Nurmagomedov.