Francis Ngannou y el UFC alcanzaron un impasse en su negociación para renovar el contrato varios meses antes de que unificara el cinturón completo al vencer por decisión unánime a Ciryl Gane. Ahora la corona máxima de la promoción se encuentra en la incertidumbre.
“No sé exactamente cuál es el siguiente movimiento, no sé qué es lo que tendrá el futuro para mí, me voy a tomar mi tiempo y veremos cómo resulta, pero el boxeo es algo que definitivamente quiero hacer antes de que termine mi carrera”, dijo en entrevista con ESPN Deportes tras la victoria en el Honda Center de Anaheim.
Aunque han sido varios los momentos en los que ha intercambiado “retos” con Tyson Fury, todavía no hay un acercamiento formal para el futuro, pues aunque ésta fue la última pelea de su contrato, no será agente libre sino hasta dentro de 12 meses.
“No hay pláticas, las únicas pláticas que hemos tenido han sido con el UFC, y no fueron exitosas” agregó en originario de Camerún.
Toda la promoción de la pelea con Gane se basó en el hecho de que el francés entrena con su ex equipo, MMA Factory, pero ni siquiera ellos esperaban ver a un Ngannou capaz de derribar por primera vez al francés. De hecho, tuvo cuatro derribos efectivos para asegurar las tarjetas.
“Los últimos años he trabajado mucho en mi lucha, en mi grappling, entreno en Extreme Couture y tenemos luchadores de élite ahí, entrenadores y compañeros. Nunca lo había podido mostrar hasta esta noche”, explicó.
Adicionalmente al tema contractual, Ngannou podría estar fuera todo el año por una lesión de rodilla sufrida durante el campamento, misma que lo obligó a buscar una estrategia conservadora en el combate de pie.
“El derribo era lo más seguro para mí, porque no tenía que estar parado en mi base, tenía que moverme más seguro por lo que estaba sintiendo en la rodilla y todo eso, pero todo salió bien, cuando empecé a sujetarlo me sentí bien, logré mantener el control, tomar tiempo y hacer daño”, confesó el peleador de 35 años.
Con marca de 20-3 y 10 nocauts en el UFC, Ngannou ha demostrado ser el peleador más peligroso de las 265 libras, pero las posibilidades de que vuelva a pelear pronto en el UFC lucen remotas, incluso, el presidente de la compañía, Dana White delegó la responsabilidad de otorgarle el cinturón al campeón al matchmaker de la categoría, Mick Maynard.