El regreso de Lonzo Ball a la actividad 'formal' marcará un gran hito para el base, quien ha sufrido varios reveses en su camino para volver a la duela con los Chicago Bulls.
Han pasado más de 1,000 días desde la última vez que Lonzo Ball jugó en un partido en la NBA.
Fueron tres cirugías de rodilla y dos temporadas y media perdidas, lo que Lonzo Ball tuvo que esperar antes de volver a pisar una duela y finalmente podrá hacerlo el miércoles cuando los Chicago Bulls enfrenten a Minnesota Timberwolves en un partido de pretemporada.
Lonzo Ball dijo hace unos días durante el Media Day de los Bulls que esperaba jugar en el primer partido de la temporada regular de Chicago del 23 de octubre contra los New Orleans Pelicans, pero luego de perderse los dos primeros partidos de pretemporada, la duda es si estará listo para cumplir ese plazo.
Si bien Lonzo Ball ha participado durante el campo de entrenamiento, necesitaba trabajar para poder entrar en acción. Ahora parece que ha llegado el momento y Ball pisará la duela con el jersey de los Bulls por primera vez desde el 14 de enero de 2022.
Y es que su ausencia fue notoria, pues según datos de ESPN Stats & Information hasta antes de la lesión de Ball (14 de enero 2022), los Bulls tenían un récord de 27-13, durante la temporada 2021-22, la última fecha en la que Ball jugó un partido. Ese era el mejor récord en la Conferencia Este en aquel momento.
En el plano individual, la temporada 2021-22 estaba siendo la mejor en la naciente trayectoria del base en la NBA, tras dos campañas con Los Angeles Lakers y otro par con Pelicans, su primera en Chicago fue la mejor en cuanto a porcentajes de su carrera, promediando máximos en tiros de campo (42.3%) y tiros de 3 puntos (42.3%) en 35 juegos como titular.
Ball también fue el único jugador que promedió 5 rebotes, 5 asistencias y un 50.5%. en jumpers abiertos, según Second Spectrum.
Su regreso a la actividad 'formal' marcará un gran hito para Lonzo, quien ha sufrido varios reveses en su camino para volver a este punto. Su lesión inicial de rodilla fue un desgarro de menisco, que se suponía lo dejaría fuera de juego durante un año después de la cirugía; sin embargo, los reveses en el camino lo obligaron a someterse a otra cirugía de rodilla, esta vez un procedimiento de desbridamiento artroscópico para limpiar los restos de la cirugía anterior. Se esperaba que Ball tuviera un proceso de rehabilitación normal, pero en marzo de 2023 se sometió a su tercera cirugía en dos años, un trasplante de cartílago experimental que le dio un nuevo menisco.
Después de esas cirugías, Lonzo Ball comentó que básicamente tiene una "rodilla completamente nueva", y si bien reconoció que su capacidad atlética no será la misma que antes, indicó que su coeficiente intelectual de baloncesto puede compensarlo.
Ahora bien, Lonzo no regresará a los mismos Bulls a los que se unió en 2021. Entre otros movimientos, los Bulls se hicieron con Josh Giddey este verano, lo que prácticamente marcó el final de la era de Lonzo Ball como base titular, por lo que Ball será parte de la segunda unidad desempeñando un papel importante en la rotación mientras vuelve a ser tan confiable como antes.
Lo que es un hecho, es que los Bulls seguirán necesitando de su juego defensivo y su mejorado tiro de tres puntos, pero con una cancha trasera que cuenta con jóvenes bases como Coby White y Ayo Dosunmu, el papel de Ball puede no ser tan importante como lo fue cuando los Bulls competían por los playoffs en 2022.
Independientemente del papel que tenga Ball en los Bulls, su regreso será una gran ventaja, no solo para la franquicia, sino para la carrera del número 2 global del draft 2017.
Antes de las lesiones, Lonzo Ball era uno de los mejores defensores perimetrales de la liga y fue el director de una eficiente ofensiva de Chicago en 2022. Será interesente ver si el mayor de los hermanos Ball puede volver a ser el jugador que fue, o si puede ajustar su juego de manera que siga siendo efectivo. Si lo hace, habrá revitalizado lo que una vez fue una de las carreras más prometedora en la NBA.