Messi vs. Maradona, Brady vs. Montana, Crosby vs. Gretzky, Charles Barkley vs. su swing de golf…Una de esas cosas no es tan genial como las otras, pero si hay algo que nos encanta hacer en el mundo del deporte es comparar a íconos del deporte mundial que jugaron en distintas épocas en un debate sin fin. Y el de si LeBron James o Michael Jordan se llevan el título de mejor basquetbolista de todos los tiempos no es la excepción.
LeBron es el segundo atleta más famoso del planeta en la actualidad según el nuevo ranking de ESPN, mientras que Jordan dominó la década del ’90 de acá a la China con su habilidad estratosférica y su carisma tanto en comerciales de la pantalla chica como volcando el balón sobre Monstars en los cines.
Te podría contar quiénes son, para mí, los que prevalecen en esas comparaciones previamente mencionadas: Maradona, Brady, Gretzky, el swing de golf de Barkley y MJ, pero todo es tan subjetivo que se pierde en una nube gigante de opiniones. Prefiero compararlos basándome en las declaraciones de ex compañeros que han disfrutado ganar anillos gracias a ambos y de rivales cuyos orgullos siguen heridos por las volcadas sufridas a su merced.
Ex compañeros como Damon Jones, actual asistente de los Cleveland Cavaliers y jugó junto a LeBron en los Cavs entre el 2005 y 2008. Bueno, en realidad no le quedaba otra opción tras sufrir una de las volcadas más viciosas de la historia cuando él jugaba para el Miami Heat en el 2004.
Seeing Damon Jones at the Cavs trophy presentation reminded me about that time LeBron nearly killed him with a dunk pic.twitter.com/BZ4Lf1EPfZ
— gifdsports (@gifdsports) May 28, 2016
O sea, lo disfrutó y lo sufrió por igual como amigo y objeto de incontables memes.
“(LeBron) siempre te apoya. Él conoce mi mentalidad basquetbolística y confía en que yo puedo conseguir mi objetivo. Te dice ‘Ey, simplemente ve allí y haz lo tuyo”, Jones le dijo a Yahoo! Sports en enero del año pasado, cuando en Cleveland todos esperaban que su Rey les consiga su primer anillo.
Jordan no era tan “kumbaya, paz y armonía” dentro de la cancha, pero él si era tan capaz de pegarle una piña a Steve Kerr en plena práctica como de confiar en que Kerr encestaría el triple del título en el Juego 6 de las Finales de la NBA.
Es más, Kerr opinó que si Twitter hubiera existido en la época de su ex colega y actual dueño de los Charlotte Hornets “hubiese ganado más títulos” que los seis que él supo obtener.
Esa es una similitud entre LeBron y Jordan. Ambos siempre buscan ganar a toda costa y saben que no siempre pueden hacerlo solos. La gran diferencia es que LeBron tiende a pensar en pasar primero y tirar después, mientras que el ex número 23 de los Chicago Bulls tenía al aro entre ceja y ceja.
LeBron lo habrá superado como máximo anotador de todos los tiempos en los playoffs, pero eso no hubiese sucedido si el béisbol no se hubiese entrometido en las páginas doradas de esta historia o si las series de primera ronda no hubiesen sido al mejor de cinco y si de siete como lo han sido desde que el “Rey” arribó a la NBA en el 2003.
A favor del actual monarca de la liga se podría argumentar que, justamente, él ha llegado a siete finales verdaderamente seguidas sin retiro sabático de por medio en vez de tres y tres, pero me imagino a Jordan hablando con LeBron este año y diciéndole lo mismo que le dijo a Kobe Bryant en el Juego de las Estrellas del 2003.
2003 | Michael Jordan talking rings with Kobe Bryant 😂 pic.twitter.com/0gzVjtWJCe
— ThrowbackHoops (@ThrowbackHoops) March 8, 2017
“Tú solamente tienes tres (anillos), yo tengo seis”.
MJ contó con una marca perfecta de 6-0 en sus seis Finales. LeBron va 3-4, 3-3 esta década.
Dicen que LeBron James ha podido llegar a las Finales de la NBA siete veces seguidas y contando porque él “no tiene competencia” en la Conferencia Este, pero omitimos selectivamente que del 2011 para acá LeBron ha tenido que afrontar dos Juegos 7 en las Finales del Este, estuvo al borde de ser eliminado en el 2012 y barrió a su rival en esa serie apenas una vez.
Mientras tanto, Michael Jordan barrió a las Finales del Este en 1991 y 1996 y solo afrontó un Juego 7 contra los Indiana Pacers de Reggie Miller en 1998, pero nunca llegó a estar entre la espada y la pared.
Ese es un punto a favor de Jordan, ya que no es lo mismo sacar la escoba contra los “Bad Boys” de Detroit que te atormentaban o el Orlando Magic de Shaquille O’Neal y Penny Hardaway que había llegado a las dos Finales anteriores que hacerlo contra los Atlanta Hawks de Kyle Korver y Al Horford cuyo máximo logro había sido ganar 60 juegos en la temporada regular de aquel 2015.
Podemos comparar a estos dos astros hasta el hartazgo, pero quizás haya sido Tyronn Lue, el actual entrenador de los Cavaliers, el que le dio en el blanco a nuestro aprecio por ambos.
“Hay una razón por la cual tipos como Charles Barkley, Patrick Ewing y Reggie Miller no ganaron títulos, y esa razón se llama Michael Jordan. Ahora, en esta época, es por LeBron James”.
Quizás no sea tan importante determinar quién de los dos es o fue el mejor de todos los tiempos, sino que apreciar el privilegio de poder habido ser testigos de su talento.